Guía para comprender el papel de los berrinches en el desarrollo infantil

¿Cansada de las rabietas de tu pequeño? En esta guía práctica exploraremos el papel de los berrinches en el desarrollo infantil para conocer el porqué de estas explosiones emocionales, tan frecuentes en la primera infancia. Descubrir todos estos puntos de información y curiosidades sobre las rabietas te ayudará a tener más empatía la próxima vez que tu hijo no sepa cómo gestionar emociones tan potentes como la rabia o la frustración.

Comprender el papel de los berrinches en el desarrollo de los niños

Sí, lo sé, mamá; esos momentos de llanto desconsolado y patadas en el suelo pueden ser frustrantes. Pero, ¿sabías que detrás de esas rabietas se esconde un propósito importante? Los berrinches son la forma en la que los niños pequeños expresan sus emociones intensas y necesidades cuando aún no saben escoger las palabras para verbalizarlas. Por ello, son la oportunidad para trabajar la educación emocional de nuestro hijo.

Estos son algunos de los puntos que necesitas interiorizar para comprender las rabietas infantiles y, a partir de ahí, mostrar empatía ante estas explosiones emocionales de los niños:

1. Hace mucho mucho tiempo, las rabietas podrían haber sido cuestión de supervivencia
2. Los niños de menos de 1 año ya pueden tener berrinches
3. Que los niños tengan rabietas es normal y, además, beneficioso
4. Se puede aprender mucho de los berrinches
5. El cerebro de los niños vive las pataletas con mucha intensidad
6. No necesitan tener un motivo racional para tener una rabieta
7. Las rabietas también pueden indicar que el niño está sometido a mucho estrés
8. Las rutinas pueden reducir las rabietas
9. No solo los niños tienen berrinches, también algunos adultos

Al comprender su significado y manejarlos de manera adecuada, puedes ayudar a tu hijo a regular sus emociones y fortalecer su autoestima. A continuación, desarrollamos con más detalle cada uno de los puntos anteriores.

Curiosidades sobre las rabietas infantiles que debes conocer

En la prehistoria, las rabietas podrían haber sido cuestión de supervivencia

En tiempos antiguos, expresar descontento de forma exagerada, gritando y pataleando podía significar la diferencia para un bebé entre recibir atención y cuidados de su mamá o ser ignorado (con el peligro que eso suponía). Por lo tanto, podríamos decir que se trataba de una cuestión de supervivencia.

Los bebés de menos de un año ya pueden tener rabietas

Aunque la mayoría de los niños experimenta el pico de las rabietas entre los 2 y 3 años, los berrinches pueden comenzar antes del primer año. ¡Y suelen ser bien fieras estas pataletas! Seguro que más de una mamá y un papá, sabe de lo que hablamos... Debemos tener en cuenta que, a esta temprana edad, la principal forma en la que un niño expresa sus emociones es a través del llanto pues aún no sabe hablar.

Que los niños tengan rabietas es normal y, además, beneficioso

Las rabietas, aunque desagradables para los adultos, son una parte normal y saludable del desarrollo infantil. Son una forma de los niños expresar su frustración y aprender a manejar las emociones. Todo ello nos lleva hasta la siguiente curiosidad sobre los berrinches infantiles.

Los niños también aprenden de los berrinches

A través de los berrinches, los niños aprenden límites y comienzan a entender qué comportamientos son aceptables y cuáles no. Por lo tanto, son oportunidades de aprendizaje que, manejadas correctamente, pueden enseñar a los más pequeños a ir regulando sus emociones.

El cerebro de los niños vive las pataletas con una gran intensidad

Durante una rabieta, la actividad cerebral de un niño muestra un torrente de emociones. Las áreas del cerebro involucradas en la emoción están muy activas, mientras que las áreas de razonamiento están menos estimuladas. Esto, entre otras cosas, explica por qué es difícil para ellos pensar con claridad en esos momentos. Por lo tanto, si quieres reflexionar con tu hijo sobre cómo se siente, será mejor esperar a que se calme y se sienta más seguro.

Los niños no necesitan tener un motivo racional para tener una rabieta

Seguro que no te contamos nada nuevo; una rabieta puede producirse por la falta de sueño, porque tu hijo tiene hambre, porque no le gusta el ponerse el abrigo, porque quería pelar el plátano y tú se lo has dado pelado, porque quería la camiseta azul celeste y tú le has dado la azul clarito... ¡Cualquier motivo es válido para tener un berrinche!

Las rabietas pueden indicar que el niño está sometido a mucho estrés

En algunos casos, las rabietas pueden ser indicadores de estrés o ansiedad en los niños. Pueden estar relacionadas con cambios en su entorno, como la llegada de un nuevo hermano, mudanzas o problemas en la escuela. Este tipo de situaciones pueden hacer sentir al niño mucho estrés y, al no tener herramientas para autorregular sus emociones, podrían desembocar en pataletas.

Las rutinas reducen las rabietas

Las rutinas ayudan a los niños a sentirse más seguros con lo que tienen que hacer. Como consecuencia, se reducen las rabietas porque saben qué hay que hacer después (por ejemplo, tras cenar hay que lavarse los dientes y después irse a la cama). Si estableces buenos hábitos en casa, te darás cuenta de que cuando las rutinas diarias se interrumpen, tu hijo está más irascible y es más proponemos a las rabietas.

No solo los niños más pequeños tienen berrinches

Aunque son más comunes en los niños de 1 a 4 años, las rabietas pueden ocurrir a cualquier edad, incluso más allá de los 8 años. Incluso algunos adultos (aquellos con poca inteligencia emocional) tienen berrinches de vez en cuando, lo que demuestra que la regulación emocional es una habilidad vital en todas las etapas de la vida.

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