Guía para comprender y actuar en las rabietas de los niños de dos años

'Los terribles dos años, ¡cómo voy a sobrevivir a ellos!' Seguro que si tienes un hijo o hija que se acerca a esta edad, este es un pensamiento que ha venido a tu mente, ¿verdad? Y es que es hablar con otros padres y salir el tema de los berrinches de los niños de 2 años. Hemos de decirte, mamá y papá, para tu tranquilidad, que gestionar las rabietas de los niños de dos años, desde el respeto y la comprensión, es más sencillo de lo que parece. El primer paso para saber cómo actuar es comprenderlas. ¡Toma nota!

Los terribles dos años de los niños y sus berrinches

Las rabietas, los berrinches o las pataletas pueden llegar en cualquier momento y a cualquier edad pero, sí que es cierto que suele ser a los dos años cuando niños y niñas más las sufren. Esto tiene una explicación, a los 2 años empiezan a tener conciencia de su propio yo, comienzan a descubrir el mundo que les rodea y, además, sus gustos, deseos y caprichos que hasta la fecha no habían hecho acto de presencia, pues aparecen como por arte de magia. Ya no solo hay que satisfacer las necesidades de tus hijos, ahora también hay que hacer caso a lo que piden por gusto.

Además, como se explica en la guía 'Consejos de crianza positiva para el desarrollo saludable del niño' (del Centro Nacional de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos), los niños de esta edad cada vez son más conscientes de ellos mismos y de lo que les rodea, por lo que quieren explorarlo todo y cada vez son más curiosos. Como ya caminan, el mundo se ha abierto ante sus pies.

Es algo normal, que no cunda el pánico, a todos los niños, más tarde o más temprano, les va a pasar. Las rabietas son una fase más de su desarrollo como personas, por eso es tan importante gestionarlas desde el respeto y el cariño. ¿Quieres saber más sobre los berrinches? Sigue leyendo.

Cómo actuar ante las rabietas de los niños de 2 años

Los niños a la edad de dos años se vuelven un poco más autónomos, están más receptivos a lo que sucede a su alrededor, van mejorando en su lenguaje, desarrollan, paso a paso, un nuevo sentido de lo propio por lo que se vuelven más posesivos, ¡es la etapa del 'mío'! Con tanta cosa nueva y tanta emoción a flor de piel, a nadie le sorprende que los niños griten, pataleen, lloren, se golpeen en la cabeza o incluso tiren las cosas al suelo con enojo.

Acompañar a los niños de dos años en las rabietas es importante y necesario pues, cuando tu hijo sufre de un berrinche, siente que ha perdido el control y, para recuperarlo y volver a sentirse seguro, necesita del abrazo de sus padres, de su cariño, su protección y sus palabras amables. Por todo ello, para que las rabietas de tu hijo dejen de tener secretos para ti, sigue estos valiosos consejos:

1. Evita que se haga daño
Primero de todo, cuando estén en plena rabieta, procura que no se haga daño o se lo haga a los demás. A parte de eso, deja que tenga un poco de espacio para llorar o gritar y así lo necesita.

2. Tú eres el adulto
Sé coherente y actúa siempre igual y desde la calma. Si un día gritas, le regañas y otro le cedes a sus deseos para que no tenga un berrinche, pues lo que en verdad estarás haciendo será confundir a tu hijo y mandarle mensajes contradictorios.

3. No cedas a los caprichos
No cedas a sus caprichos si crees que no es lo correcto y, una vez se haya calmado, explícale, con palabras acordes a su edad, tus razones para que él también las pueda entender.

4. Anticípate siempre que puedas
¿Tu hijo se pone de muy mal humor cuando está cansado o tiene hambre? Con llevar un snack en el bolso y decirle que enseguida llegaréis a casa y podrá descansar será de gran ayuda.

5. Usa distracciones
A estas edades la distracción funciona a las mil maravillas para que salgan del bucle de la rabieta. ¡Tenlo en cuenta para la próxima!

6. No te muestras enojado tiempo después
Una cosa que solemos hacer los padres, pues cuando nuestro hijo de dos años tiene una rabieta nosotros también nos enfadamos, es mostrarnos enojados tiempo después de que al pequeño se le haya pasado el berrinche. Es comprensible este acto, sin embargo, no trae beneficio alguno pues el pequeño no lo comprenderá y, más importante aún, puede que caiga de nuevo en el mal humor.

7. Aléjate de la situación
Es más fácil gestionar una rabieta de un niño de dos años en la teoría que en la práctica, por eso, si ves que el mar humor te invade, que estás a punto de gritar o de regañar bruscamente a tu hijo, si te es posible, aléjate de la escena unos instantes, recupera la calma, dite a ti misma 'yo puedo con esto y mucho más' y regresa con la calma y la energía renovadas.

[Leer +: Frases que los padres se deben decir en una rabieta]

Y, por último, una pequeña reflexión: las rabietas de tu hijo de dos años pasarán, quedarán atrás y llegarán las rabietas de los 5 años, la crisis de identidad de los 7, la etapa de la preadolescencia, esa fase de su juventud en la que siempre parecen estar en contra de los padres y así siempre. Lo que importa es que estés a su lado y que seas todo un referente para él, un espejo en el que mirarse y del cual sacar valiosas lecciones.

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