La razón por la que los niños tienen dificultad para concentrarse
Descubre cómo afecta la falta de motivación de los niños a la concentración y atención
- ¿Por qué los niños tienen dificultades para concentrarse?
- ¿Cómo afecta la falta de motivación en la concentración y atención?
- 6 consejos para trabajar la concentración de nuestros hijos
¿A tu hijo le cuesta concentrarse? ¿No logra mantener la atención por mucho tiempo? ¿Se dispersa cuando tiene que hacer la tarea que le han mandado en el cole? Te ofrecemos varios valiosos y prácticos consejos para mejorar la concentración y atención de los niños. ¡Son muy sencillos y dan buenos resultados!
¿Por qué los niños tienen dificultades para concentrarse?
Los niños, por muy inteligentes, responsables y perseverantes que sean, pueden tener problemas a la hora de concentrarse. ¡Se trata de una circunstancia más común de lo que parece! Algo que también es muy habitual es que los padres se preocupen, porque se angustian cuando ven cómo sus hijos pasan mucho tiempo delante de la tarea sin hacer mucho. Se levantan, no les cunde y ahí empiezan los conflictos y las pequeñas batallas para que hagan los deberes que le han puesto en el cole a tiempo.
Pero, ¿qué es la concentración y qué implica? Empezar por entender este concepto nos ayudará a aclarar las ideas. La concentración es la capacidad de mantener la atención puesta en una tarea o actividad durante un determinado tiempo. Para estar concentrado hay que poner en juego la atención sostenida, es decir, sostener la atención durante un tiempo para realizar la tarea.
Además, para estar concentrado hay que ser capaz de tener una atención selectiva bien encauzada, dicho de otro modo, no prestar atención en ese momento a todo lo que no es relevante para la realización de la tarea. Se trata de que el niño o niña se focalice en lo que está haciendo justo en ese preciso instante.
El estar concentrado implica también una serie de recursos cognitivos que se ponen en juego ya que se activa el área pre-frontal, es decir, el área del cerebro que controla la función ejecutiva.
Todos sabemos que el desarrollo del cerebro de los niños es un proceso madurativo largo, tarda años en completarse, tanto es así que acaba entorno a los 20 años. En este proceso madurativo todas las capacidades cognitivas van aumentando. La memoria no es la misma en un niño de 2 años que en uno de 6 o en aquél que ya está en la adolescencia y con la capacidad atencional pasa lo mismo.
Sin embargo, tenemos algunas falsas creencias alrededor de las capacidades que tienen los niños realmente para prestar atención.
- La capacidad de estar inmerso en una tarea a los tres 3 años será de 5 minutos.
- A los 6 o 7 años lo que podemos esperar son periodos de tiempo de concentración muy cortos. Estaremos hablando de 20 minutos. Más allá de ese tiempo, si le exigimos que continúe con la tarea, le estaríamos forzando pues su capacidad aún no se ha desarrollado lo suficiente.
¿Sabes cuánto es capaz de aguantar un adulto frente a una misma tarea? ¡45 minutos! No les pidamos a ellos lo que nosotros no somos capaces de hacer.
¿Cómo afecta la falta de motivación en la concentración y atención?
Hay otro factor muy importante que influye mucho en la concentración: la motivación. Si un niño no está realmente motivado en la tarea, será mucho más fácil que se desconecte de la misma y que su mente viaje a otros lugares más interesantes a su parecer.
Las personas adultas tenemos más capacidad que los niños de gestionar nuestras motivaciones porque, por ejemplo, podemos ser capaces de esperar una recompensa por el trabajo o el esfuerzo, como ocurre al estar varios años estudiando una carrera. Por el contrario, los niños no tienen esa capacidad de auto-motivarse porque su perspectiva temporal está también por desarrollar.
Si los padres desconocen esta información ocurre que les piden y exigen a los niños unas capacidades atencionales que no tienen. Y, por desgracia, es muy común escuchar quejarse a algunos padres con niños en edad preescolar (tres, cuatro o cinco años) sobre la 'incapacidad' de su hijo por sentarse a hacer una ficha.
6 consejos para trabajar la concentración de nuestros hijos
¿Qué podemos hacer para que la capacidad de atención del niño no choque con lo que los padres o la escuela pueden esperar de él? ¡Seguro que con estos consejos logras ayudar a tus hijos a que se concentren más y mejor!
1. Tener en cuenta la edad del niño
Primero de todo, debemos saber qué podemos esperar según la edad del niño. ¿Puede estar dos horas seguidas un niño de 7 años haciendo deberes? ¡Desde luego que no!
2. Dividir el tiempo de la tarea
¿Y si resulta que ese niño de 7 años tiene tareas para dos horas? Pues, en este caso, tendremos que dividir el tiempo de la tarea pero siempre entre medias introduciremos pequeños descansos para despejar la mente. De lo contrario, el niño va a empezar a distraerse, a levantarse, a quejarse y a portarse mal, pues se le exige algo que no corresponde a su edad.
3. Evitar conductas disruptivas
Hacer periodos cortos de estudio va a evitar estas situaciones de conflicto entre los padres y el niño y tener que 'recurrir' a los castigos.
4. Eliminar ciertas distracciones
Evitaremos todos los elementos que puedan hacer que se distraiga, como por ejemplo tener la televisión, la radio encendidas o el móvil cerca de él. De esta manera, le facilitaremos que esa concentración sea efectiva. Otra cosa importante: no vale que los tres hermanos hagan los deberes juntos ni tampoco que los padres estén hablando alto o que haya ruido. ¡Toca centrarse en la tarea!
5. Introducir descansos cada 20 minutos
Lo que vamos hacer es introducir descansos cada 20 minutos más o menos. Que nuestro niño aguanta un poco más, pues genial; que no es así, pues pondremos los descansos cada menos tiempo. Lo que tiene que quedar claro es que los descansos deben formar parte de la rutina de estudio de los niños.
6. Motivar, motivar y motivar
Ya para terminar, tendremos que ayudarle a buscar algo que le motive. Podemos ser un poco pícaros e introducir reforzadores, así como cosas positivas que le motiven para después de la tarea. Ejemplo: quitarle la consola para que haga los deberes será más difícil que decirle que después de hacer todo podrá jugar un ratito. Le ayudará a focalizarse y a centrarse en la tarea para hacerla rápido y así poder jugar con su videojuego favorito.
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