Manejar el berrinche de un niño es más fácil si escuchas y buscas la causa

¿A qué edad son más frecuentes las rabietas de los niños? ¿Qué hacer para gestionar sus emociones?

Mario Pinel, Pedagogo
En este artículo
  1. Descubre la causa de los berrinches de los niños escuchándoles
  2. ¿A qué edades son más comunes las rabietas infantiles?
  3. Cómo manejar los berrinches o enojo de tu hijo con amor

Manejar los berrinches o rabietas de los niños es más sencillo si sabes las causas que hay detrás de estas explosiones emocionales. Y, la mejor forma para ello, es observar y escuchar a tu hijo. Eso es precisamente lo que en esta ocasión nos va a contar el pedagogo Mario Pinel. ¿Tu hijo también está pasando por esta complicada etapa de las rabietas? ¡Estos consejos prácticos te vendrán genial!

Descubre la causa de los berrinches de los niños escuchándoles

Las causas de los berrinches de los niños

Los berrinches son algo normal y corriente en niños pequeños pues aún están desarrollando su conocimiento del mundo y aún están en proceso de aprender a gestionar sus emociones. Dichos berrinches se producen por un motivo en concreto: la necesidad de comunicar algo. Hasta que su manejo del lenguaje y el entendimiento de su entorno más cercano evolucione, este llanto o explosión de emociones es la única manera que tienen de contarnos que quieren algo o que algo les inquieta o incomoda. Por lo tanto, la causa de la rabieta siempre está relacionada con la dificultad para expresarse de otra forma.

Aunque los berrinches sean algo totalmente normal que pueda suceder en cualquier momento, existen ciertas situaciones en las que estas rabietas son más comunes. Por ejemplo, cuando el pequeño ha decidido que quiere quedarse más rato en el parque y entra en conflicto con lo que nosotros le decimos: 'nos tenemos que ir ya porque casi es la hora de la cena y al día siguiente hay colegio'.

Por lo tanto, además de un medio de comunicación, la rabieta o pataleta es una señal de enfado, frustración, molestia de que se sienten malito, o incluso de cansancio o hambre, ¿tú también has notado que tu hijo tiene berrinches sobre todo a última hora del día?

¿A qué edades son más comunes las rabietas infantiles?

Cuándo son frecuentes las rabietas de los niños

Entre los 18 meses y los 2 años las rabietas suelen ser más frecuentes, aunque eso no quiere decir que un niño de tres años, cuatro y cinco o incluso de seis y siete años no pueda tener un berrinche de vez en cuando.

En este sentido, lo importante es tener presente que los berrinches son naturales y sanos y que van pasando por fases: en edades tempranas será un llanto descontrolado sin más para, según vayan creciendo, pasar a ser un desafío para ver si logran salirse con la suya: 'si la lío seguro que al final me deja ver la televisión más rato'. Es decir, ha aprendido que, a través de este tipo de comportamiento agresivo, puede llegar a conseguir lo que quiere.

Sin embargo, cuanto mayor sea, más capacidad tendrá para, una vez que esté calmado, reflexionar y poner palabras a lo que ha sentido. Esto le irá ayudando a construir su inteligencia emocional.

Cómo manejar los berrinches o enojo de tu hijo con amor

Manejar los berrinches de los niños con cariño

Entre tanto estas fases de rabietas por enojo se pasan, mamá y papá podemos hacer mucho para ayudar a nuestros hijos a gestionar estas emociones. Se trata de ofrecerles nuestro acompañamiento amoroso y de ofrecerles alternativas para que expresen cómo se sienten de una forma menos explosiva.

  1. Escucha a tu hijo, las rabietas se pasarán más rápido si sabes identificar qué le pasa, qué te quiere contar, cuál es el mensaje que te está mandando.
  2. Si lo que necesita es atención, cariño, amor o tiempo en familia, adelante; lograrás que tu hijo recupere rápidamente la calma y la seguridad.
  3. La rabieta cuando viene, viene. En ese momento tan intenso puedes ofrecerle a tu hijo un abrazo o algo de espacio, lo que él necesite; pero de nada te servirá tratar de dialogar o explicarle las cosas.
  4. Una vez haya recuperado la tranquilidad puedes hablarle con cariño, sin dejarle ver que te sientes enfadada o abrumada y con palabras acordes a su edad sobre lo que ha pasado y de qué modo se puede solucionar. Procura no hacerle sentir culpable ('ya estás otra vez igual', 'con todo lo que hago por ti y así me lo agradeces'...) o su mochila poco a poco se irá llenando de piedras emocionales.
  5. Si resulta que el motivo de su enojo es que quiere ver la televisión más rato, pero tú consideras que no es posible, ofrécele una alternativa: ahora no podemos porque es hora de poner la mesa, pero mañana podremos verla juntos.
  6. Y no, ningún niño va a ser malcriado porque un día cedas y le des el capricho: 'de acuerdo, esta vez te compro la golosina, pero ya sabes que es importante comer sano'. Siempre que las normas y los límites estén bien puestos no habrá nada de lo que preocuparse.
  7. En este sentido, anticiparse a las situaciones es de gran ayuda. Lleva algún snack saludable en el bolso si sabes que la hora de la comida se va a retrasar y cuéntale qué hacemos ahora y qué toca después: podemos estar en el parque un ratito y luego vamos a comprar una cosa en el supermercado.
  8. Utiliza recursos educativos como los cuentos, los poemas o las fábulas en los que se hablen de las emociones para que tu hijo pueda identificarse con los personajes. ¡Le será de mucha ayuda!
  9. En el caso de que, estando en plena rabieta, arroje objetos, no trates de sujetarle ni reprenderle, tan solo quita del lugar aquello que le pueda hacer daño y, cuando llegue el momento del diálogo, ofrécele alternativas como apretar un peluche, correr unos pasos o contar hasta diez. De este modo, tendrá un recurso para dar salida a esa rabia tan potente que a veces siente cuando tiene un berrinche.

Y a ti, ¿qué te ayuda cuando tu hijo tiene un berrinche?

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