Mi hijo le da besos a otros niños en preescolar - ¿Debería preocuparme?

Con la pregunta: 'Mi hijo le da besos a otros niños en preescolar - ¿Debería preocuparme?', los padres manifiestan una de las muchas dudas que surgen en la etapa preescolar. Los niños pequeños expresan su cariño de forma espontánea a quienes les rodean, sobre todo a sus compañeros de escuela porque a esta edad aún están aprendiendo sobre los límites personales y las normas sociales. ¿Es algo natural? ¿Debe corregirse? Aquí lo que tienes que saber sobre estas situaciones.

¿Qué hago si mi hijo besa a sus compañeros sin su consentimiento?

Cuando mi hijo iba al preescolar, era un niño bastante afectuoso, de esos que abrazan a medio mundo, que sonríen siempre y que parece que jamás se le acaba la ternura. Para él, los besos son hoy en día parte de su lenguaje y su forma de demostrar su amor. De más pequeño no hacía distinción: besaba a sus amigos, a sus maestras, a la abuela y a mí. Hasta que un día, su efusividad se convirtió en un problema.

Recibí una llamada de la maestra un jueves por la mañana en mi antigua oficina. 'Buen día, señora, perdone que le llame, pero nos urge hablar sobre el comportamiento de su hijo en la escuela', me dijo la profesora con aparente calma. Lo primero que me imaginé es que había mordido o golpeado a alguien. Pero no: había besado a un compañerito en la mejilla y él le había dicho a la maestra.

Al momento no lo comprendí del todo: ¿por qué alguien habría de enojarse por un beso? ¿Eso era motivo de preocupación? ¿Por qué usar la frase 'su hijo tiene problemas de conducta' si solo era un beso? Sin embargo, así como lo pensé lo comprendí: era una invasión al espacio vital del niño y mi hijo debe aprender a comportarse con normas y reglas de interacción con los demás.

Ese mismo día, a la salida de la escuela, la maestra me explicó todo con calma. Un compañerito del mismo salón de mi hijo se había quejado porque él lo había besado en la mejilla sin pedir permiso. No había ido un drama de llanto, gritos o empujones. Simplemente era incomodidad. La maestra le explicó a mi hijo que a algunos niños no les gusta ser besados y que debía respetar eso del otro pequeño.

'¡Pero solo fue un besito!' Por qué debemos enseñar a los niños límites y normas

Cuando le preguntamos a mi hijo por qué había besado a Matías, solo nos dijo: 'Es que yo lo quiero mucho' y en automático noté en su carita un leve dejo de vergüenza que me partió el corazón. Justo aquí es donde la situación se vuelve complicada porque como mamá, quiero que mi hijo sea un niño afectuoso, que demuestre su cariño y que no crezca reprimiendo sus emociones.

Pero sé que debo enseñarle a entender el concepto del consentimiento y el respeto al espacio personal de los demás. Le dije: 'Mira, Dany, no a todos les gustan los besos. Algunas personas prefieren abrazos y otras prefieren solo sonreír. Cuando alguien no quiere un beso, eso no significa que no te quiera, simplemente prefiere otra manera de saludarte o de demostrar su cariño'.

Confieso que al inicio le costó trabajo y le dije que era mejor preguntar antes si podía dar o no el beso. Posteriormente, Daniel cambió ese comportamiento con los niños de la escuela, incluso con sus propios amiguitos y hasta con su primita que tenía poco más de dos años de edad en aquel entonces: decidió que los abrazos eran buenos sustitutos a los besos no deseados.

Sin embargo, hay algo que no me deja desde ese día: si mi hijo hubiera sido una niña que le diera un beso a su compañero, ¿habría causado el mismo revuelo? ¿Se habría visto más tierno e inocente en lugar de una forma de 'problema de conducta'? Es triste, pero vivimos en una sociedad que sigue cargando con ciertos prejuicios en torno a la expresión del afecto que proviene de un niño varón.

Cómo regular las demostraciones de afecto de los niños pequeños

Sabemos que el afecto en los niños es algo natural y desde que son bebés, los besos y abrazos son parte de su manera de conectar con el mundo. Pero aún parece que hay una línea muy difusa sobre qué se considera aceptable y qué no, en especial cuando se trata de niños varones. Desde pequeños, se les dice que deben ser fuertes y evitar las muestras de cariño en exceso porque 'los hombres no son tan afectuosos'.

Pero, ¿qué mensaje enviamos cuando castigamos la ternura en niños? Decirles que no deben besar o abrazar puede hacer que empiecen a percibir sus emociones como algo incorrecto o que causa vergüenza. No queremos que los niños crezcan con miedo a expresar lo que sienten, pero tampoco queremos que crean que pueden demostrar afecto sin tomar en cuenta los límites de los demás.

Por eso, en casa, seguí reforzando la idea de que el afecto es importante, pero que también es algo que se comparte cuando ambas personas lo desean, de eso se tratan los límites. No se trata de dejar de ser cariñoso, sino de serlo con respeto. Hoy en día, mi hijo tiene 10 años y sigue siendo un niño afectuoso. Si bien ya no da besos a sus amigos, no tiene problema en expresar su amor de otra manera.

No lo he reprimido ni le he dicho que ser cariñoso es algo malo, porque el problema nunca fue que diera besos, sino que no sabía cómo asegurarse de que su gesto era bienvenido. Lo que aprendí de toda esta experiencia, es que nunca es demasiado pronto para enseñar acerca del respeto y la empatía, ni tampoco para recordarles que el amor no tiene que ser motivo de vergüenza.

¿Por qué los niños pequeños tienden a besar a otros? Qué dice la psicología

Que un niño pequeño bese a otros no es algo fuera de lo común ni tampoco es motivo de alarma. Desde el punto de vista del desarrollo infantil, los besos y otras muestras de afecto son parte natural del proceso de socialización. Aquí, el por qué los niños en edad preescolar suelen besar a sus compañeros.

1. Por expresión instintiva de afecto y apego

Los niños aprenden a mostrar cariño desde que nacen. Durante los primeros meses de vida, los besos y abrazos son la interacción que tienen con sus cuidadores, por lo que para un niño de tres o cuatro años, besar a un amigo es una manera de replicar esas muestras de amor que ha tenido en casa. Los adultos los besan cuando los cuidan, así que ellos asumen que es una forma de expresar aprecio.

2. Para su desarrollo socioemocional

En la edad preescolar, los niños todavía están explorando sus emociones con los demás. Todavía no comprenden los conceptos de espacio personal o normas sociales, por lo que los lleva a demostrar su afecto de manera espontánea. A esa edad es normal que un niño que se siente muy emocionado o conectado con un amigo exprese su cariño con un beso sin pensar si será bien recibido.

3. Como aprendizaje por imitación

El aprendizaje infantil ocurre por lo general por observación e imitación. Si un pequeño ve que sus padres, familiares o incluso los personajes de la televisión se besan como muestra de amor o amistad, es muy probable que él repita esta conducta en su entorno escolar. En su mente inocente, besar a un amigo no es un acto del todo inadecuado, sino una manera de reforzar el vínculo entre ellos.

4. Por la falta de comprensión sobre el consentimiento

A los tres o cuatro años, los niños no comprenden el concepto de consentimiento personal. No es que tengan intenciones inapropiadas, sino que no han desarrollado la capacidad para entender que no todos los niños desean recibir un beso. Es por eso que en el preescolar comienzan a aprender las normas sociales como 'preguntar antes de abrazar' y, sobre todo, respetar el espacio personal de los demás.

Cuándo es un problema que los niños besen a los demás y cómo orientarlos

En general, que un niño bese a otros no es algo preocupante, siempre y cuando se maneje dentro de un contexto de inocencia y respeto. Sin embargo, es importante que los padres intervengan si el niño insiste en besar a otros a pesar de que le pidan que no lo haga, si algún compañero expresa incomodidad, se siente triste o rechazado si no le devuelven el gesto o si hay conductas que no parecen propias de su edad.

Cuando un niño tiene la costumbre de besar a sus compañeros, en lugar de reprenderlo, se recomienda explicarle de forma sencilla que cada persona tiene su propio espacio y que no a todos les gusta que los besen. Como padres, pueden:

• Explicar que hay más formas de demostrar cariño como los abrazos
• Enseñar a preguntar antes de dar un beso o un abrazo
• Modelar comportamientos adecuados
• Reforzar el respeto por el espacio personal

Finalmente, besar a otros niños en el preescolar no es malo ni preocupante en sí mismo. Es una conducta natural en los pequeños que aprenden sobre el afecto, la socialización y los límites personales. Lo más importante es que los padres ayuden a los niños a comprender las normas sociales y a respetar las emociones de los demás, para que puedan expresar su cariño sin generar incomodidad.

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