Niños que retan constantemente a sus padres con su conducta desafiante

Las conductas desafiantes en la infancia son más comunes de lo que crees y se derivan de diversas razones, como incomodidades por un nuevo cambio, poca adaptación, inseguridad, baja autoestima, no tener un buen manejo de la frustración... También puede ser una forma de llamar la atención de los padres, porque los niños consideran que es la única manera de hacerse notar. A continuación hablamos sobre los niños que retan constantemente a sus padres con una conducta provocadora o desafiante.

¿Por qué hay niños que retan constantemente a sus padres?

Las conductas más desafiantes en los niños suelen ser las que retan a los padres. Algunos ejemplos de estos comportamientos provocadores son: ignorar a los padres, gritos, imitaciones o cuando tienen conductas negativistas, tales como golpes, tirar cosas de forma violenta, agresividad, mandar a callar, mentir. En definitiva, se suele considerar que los niños tienen un comportamiento prepotente y autoritario.

En determinadas etapas del desarrollo infantil, es normal que los niños desafíen a sus padres como una forma de demostrar su autonomía. Suele aparecer entre los 2 y 3 años y se vuelve a acentuar en la adolescencia, momento en el que muchos padres hablan de rebeldía.

Este tipo de conductas desafiantes suelen aparecer cuando los niños o adolescentes están cansados, nerviosos, estresados, asustados o incómodos. Esto genera un constante tira y afloja, una lucha de poder, donde parece que ponen a prueba a sus padres.

¿Cuándo preocuparnos por las conductas desafiantes de los hijos?

Ya hemos visto que es normal que, a ciertas edades o en ciertos momentos evolutivos, los niños reten a sus padres como parte del proceso de construcción de su propia identidad. Pero, ¿cuándo nos debemos preocupar por estas conductas desafiantes?

El problema radica cuando los niños adquieren el control sobre los padres y terminan saliéndose con la suya o teniendo todo lo que desean. Por este motivo, hay que prestar atención a estas características que nos dicen cuándo hay que ponernos en alerta:

- Si estas conductas provocadoras son muy frecuentes.

- Cuando su provocación sobresale en gran medida al comportamiento retador esperado de otros niños de su edad.

- Si este comportamiento desafiante está afectando a su vida personal, familiar, social o académica.

[Leer +: Qué es el Trastorno Oposicionista Desafiante]

¿Qué señales podemos advertir de una conducta provocadora?

Existen diversas características muy puntuales y distintivas que nos ayudan a diferenciar entre un comportamiento desafiante esperado o si se trata de una conducta más preocupante. Estas son algunas señales a las que debes prestar atención si consideras que tu hijo te está retando constantemente.

1. Cuando el niño presenta rabietas de forma muy frecuente.

2. Si existen discusiones persistentes con los padres.

3. Estos niños tienden a no obedecer ninguna de las normas o reglas del hogar y de la escuela.

4. Buscan molestar a propósito a sus padres o a otras personas.

5. Los niños retadores no son capaces de asumir responsabilidades, en su lugar, culpan a los demás de sus errores.

6. Se enfadan con mucha facilidad.

7. Acumulan un gran resentimiento contra los demás, los que los lleva a desarrollar una búsqueda de venganza.

8. Utilizan un lenguaje muy agresivo y provocador, que cause un daño evidente a las personas.

Cuando vemos que un niño posee estas características y el comportamiento retador se prolonga por mucho más tiempo, es necesario buscar ayuda pues se puede tratar de un caso de Trastorno de Oposición Desafiante.

¿Qué es el Trastorno de Oposición Desafiante en los niños?

El Trastorno Oposicional Desafiante es un trastorno que padece alrededor del 20 por ciento de la población infantil y juvenil. Es una conducta que lleva a los infantes y jóvenes a desafiar a las figuras de autoridad persistentemente. Por este motivo, causan una afectación a la vida del niño y a sus relaciones con sus pares, familiares, maestros y otras personas. Es el caso de los niños que retan constantemente a sus padres o educadores.

Estos problemas deben ser enfrentados mediante la búsqueda de ayuda profesional, ya que suelen ser bastante difíciles de tratar para los padres. En este sentido, es recomendable informarse sobre el tema, tener paciencia, constancia, empatía y seguir brindándole todo el amor y apoyo a los hijos, pues hay que recordar que esto es igual de difícil para ellos de sobrellevar.

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