No pasa nada, una frase prohibida cuando los niños lloran o se enojan

¿Te has parado a pensar alguna vez el peso que tienen las frases que les decimos a los niños? Sobre todo aquellas palabras que pronunciamos en voz alta, muchas veces sin pensar, fruto de nuestro enfado o agotamiento y que en verdad pueden ser hirientes a oídos de nuestros hijos. Es lo que ocurre, por ejemplo, con 'No pasa nada', aunque no es la única frase prohibida que nunca deberíamos decir a los niños cuando lloran o están enojados.

A continuación analizamos algunas de estas otras frases y te damos otras palabras alternativas más respetuosas con las emociones de los niños.

No pasa nada y otras frases que decimos a un niño cuando llora

A veces, ante una rabieta o berrinche de nuestros hijos, comentemos el error de decir frases dañinas (aunque las decimos sin mala intención). Se trata del tipo de palabras que pensamos que van a cortar su llanto o su enojo, pero que tienen justo el efecto contrario. Conocer por qué son tan perjudiciales nos ayudará a ser más conscientes de las frases que dedicamos a nuestros hijos cuando lloran.

1. No pasa nada

¿A que es una frase que nos sale sola cuando vemos a un niño llorar o si está enfadado? Queremos consolarle a toda cosa y decimos estas palabras con la mejor de nuestras intenciones para evitar que siga con el llanto. Pero si te paras a pensar, decir que no pasa nada, incluso antes de oír sus razones, es otra forma de no validar sus sentimientos, de restarles importancia, de decir que es un exagerado por llorar por 'una tontería'.

2. No llores

Cuando le decimos a un niño 'no llores', 'no se llora', 'no hay que llorar por eso' le estamos transmitiendo que su emoción no es válida, que está haciendo algo malo. Puede que deje de llorar, pero no por ello se va a sentir mejor, sino que pasará a esconder sus emociones, a no dejarlas salir, a no compartirlas con los demás. ¿Te das cuenta de lo negativo que puede ser eso para su bienestar emocional?

3. No es para tanto

Puede desde el punto de vista de un adulto una frase como 'No es para tanto' no tenga mucha importancia, pero para el niño desde luego que sí. Tal vez fuera su juguete favorito o quizás él no vea como una broma los comentarios de los amigos. Bien está que les hagamos ver a los hijos que a las cosas hay que darles la importancia que se merecen, pero no debemos menospreciar lo que ellos interpretan, menos aún si les vemos llorar. ¡Cada persona vive un mismo acontecimiento de un modo diferente!

4. Llorar es de bebés o llorar es de niñas

Estas dos (y otras tantas variables) son frases que los niños escuchan tantas veces que incluso ellos mismos las repiten cuando ven a otros niños llorando o están enojados. Llorar puede ser una muestra de felicidad, tristeza en incluso enojo. Todas ellas son emociones que todo el mundo siente por muy grandes que sean o por muchos años que tengan.

Además de fomentar los estereotipos y las etiquetas, les estamos diciendo que el llanto es una debilidad que solo tienen los bebés o las niñas, algo que para nada es cierto. ¿De verdad queremos que los niños crezcan repitiendo las frases que nosotros mismos oímos en nuestra infancia?

Frases que sí consuelan a los hijos y respetan sus emociones

Podemos ayudar a nuestros hijos a sentirse bien, a que aprendan a reconocer sus emociones y a mejorar la manera de gestionarlas... Para ello solo hay que cambiar las frases de antes por estas otras mucho más positivas y respetuosas. Estas palabras sí que consuelan a los niños cuando lloran o sienten enojo.

- Entiendo que llores o estés triste, todos nos sentimos así alguna vez, incluso los papás
Además de mostrar tu empatía, le estás diciendo que tú también te sientes triste alguna vez y eso es una clara invitación a hablar juntos de los sentimientos de forma natural. ¡Seguro que te cuenta muchas cosas!

- Cuando yo era pequeña también lloraba cuando un niño me cogía los juguetes sin permiso
No solo te estás poniendo en su lugar, sino que les estás diciendo con otras palabras que te importa cómo se siente.

- Entiendo que estés triste porque tu profesora te ha regaño. ¿Quieres que hablemos de ello y pensemos juntos qué ha pasado y qué podemos hacer la próxima vez?
Tendremos que ofrecer al niño recursos y alternativas para que aprenda a expresar su emoción y a solucionar aquello que no le hace estar del todo bien. Poco a poco verás cómo se vuelve una persona más resolutiva y creativa.

- Entiendo que estés triste y que llores. ¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor? Ya sabes que te quiero mucho y que puedes contar conmigo para todo.
No etiquetes ni juzgues a tu hijo. No le digas que no puede expresar sus sentimientos a través del llanto. En su lugar, ofrécele ayuda para que se sienta mejor: un abrazo, unas palabras amables o una charla puede dar un gran consuelo a los niños cuando se sienten apenados por algo.

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