¿Por qué hay niños que se ponen tristes en Navidad? - Tristeza infantil navideña
Los motivos por los que algunos niños, igual que los adultos, sienten desazón en sus emociones en Navidad
- Niños que se ponen tristes en Navidad. ¿Por qué será?
- ¿Por qué se presenta esta tristeza infantil en Navidad? Causas más comunes
- 9 acciones para prevenir que haya niños tristes en Navidad
Últimamente suena la siguiente pregunta: ¿Por qué hay niños tristes en Navidad? Es depresión infantil navideña, hablar de depresión infantil no es sencillo, en particular en la época decembrina. Entonces ¿por qué los niños se sienten tristes? ¿Por qué cuando debería de ser una temporada feliz? Vamos a analizar las causas más comunes y qué podemos hacer para evitar que los pequeños sientan ese desazón en sus emociones.
Niños que se ponen tristes en Navidad. ¿Por qué será?
La depresión es un estado que se alarga más de seis meses, por lo que no se daría sólo en el periodo navideño, pero sí podríamos decir que existe la tristeza navideña. Otra cosa sería que, estando el niño triste o deprimido anteriormente, no nos demos cuenta hasta que llega la época navideña donde nos saltan las alarmas porque nos resulta más llamativo.
Hablar de estas emociones no es fácil, pero es real: cada vez más niños no son felices conforme se acerca la Nochebuena, pero ¿por qué? A veces suele ser un cambio en la dinámica familiar (divorcio, muerte de un familiar o mascota, llegada de un hermano), lo que incide en el carácter del pequeño.
Otras veces, puede ser por el exceso de atenciones recibidas durante el año que generan apatía y desgana, ya no saben qué pedir a los Reyes Magos o Papá Noel, otras por tener que modificar sus rutinas, por el exceso de visitas y la vergüenza que les produce tener que estar con familiares lejanos, pueden ser diversas las causas, nosotros debemos investigar qué cambios pueden afectar a nuestro pequeño.
Detectar si es depresión o es tristeza navideña ocasional en niños es trabajo de un especialista como el psicólogo infantil, pero sí que, como padres, podemos ver ciertas señales. Lo más obvio son los cambios en el comportamiento o el estado de ánimo: si un niño por lo general es alegre, y se vuelve irritable, retraído o apático en estas fechas, puede ser un signo de tristeza navideña.
Otra cosa que podemos observar es alteración en el sueño, pudiendo presentar dificultades para dormirse o dormir excesivamente, cualquiera de los dos extremos no sería normal. Lo mismo sucede con los cambios en el apetito: comer mucho más o mucho menos es un signo de que algo no está bien. Esto también se enlaza con el llanto frecuente o con las explosiones emocionales.
Finalmente, también deben saltarnos las alarmas si existe una falta de interés en actividades festivas propias de la Navidad, es decir, no muestra entusiasmo por las decoraciones, los regalos o los eventos típicos de la temporada. Esto suele acompañarse de expresiones de pensamientos negativos, el aislamiento social y problemas en la escuela. En casos más graves puede haber retrocesos en el desarrollo o somatización de las emociones.
¿Por qué se presenta esta tristeza infantil en Navidad? Causas más comunes
La tristeza en los niños durante la temporada navideña es un tema bastante delicado y esencial que merece muchísima atención. Aunque comúnmente se considera una época de alegría y celebración, para algunos niños, la Navidad trae sentimientos de tristeza y desasosiego, además de que la presión de las expectativas festivas, así como los problemas cotidianos hacen mella en los niños.
Muchos de los pequeños tienen ya conciencia de las dificultades familiares, como problemas económicos o la pérdida de un ser querido, incluso la alteración de las rutinas habituales pueden contribuir a este tipo de tristeza infantil en esta temporada. Por ejemplo, si han vivido un divorcio, es natural que la tristeza esté presente porque uno de sus padres ya no estará con el niño para disfrutar las fiestas.
Hay que decir que los síntomas de la depresión en niños pueden ser distintos a los de los adultos y a veces son pasados por alto o malinterpretados como un mal comportamiento o simple pereza. Nada más lejos de la realidad. Los niños pueden presentar irritabilidad, retraimiento social, y en casos severos, expresiones de desesperanza o incluso hablar sobre la muerte.
Es crucial que como padres estemos atentos a estos signos y busquemos ayuda profesional si sospechamos que nuestro hijo puede estar anormalmente triste o decaído. Si hacer actividades familiares sencillas y relajadas no le hacen sentir reconfortado, no quiere establecer un diálogo, cada vez más se aleja de todos y no le interesa nada relacionado con la Navidad, es hora de llamar al pediatra para canalizar a un psicólogo.
9 acciones para prevenir que haya niños tristes en Navidad
Para evitar la tristeza y la depresión en los niños en la Navidad, es importante fomentar un ambiente de apoyo y alegría. Aquí algunos consejos que pueden ayudarte:
- Incluye a los niños en los preparativos.
Haz que participen en todas las actividades como decorar la casa, envolver regalos y cocinar. Esto les da un sentido de pertenencia y se sienten útiles. ¡Valora su esfuerzo! - Mantén en lo posible las rutinas.
A pesar de las festividades, trata de mantener las rutinas diarias para darles estabilidad y seguridad. No relajes tanto el tema, pero tampoco seas inflexible. Recuerda que las rutinas les brindan seguridad. - Fomenta que expresen sus sentimientos.
Anima a los niños a siempre hablar sobre sus emociones. Somos sus modelos, puede estar bien que tú mismo expreses tus sentimientos para que ellos se animen a hacerlo también. La mejor forma de animar a nuestros niños a hacer cosas es hacerlo nosotros primero. Además, es importante validar sus sentimientos, pues les ayuda a sentirse escuchados, queridos y comprendidos. - Hagan actividades físicas.
Procura que los niños jueguen al aire libre o hagan ejercicio, esto mejorará su estado de ánimo. Procura que los niños jueguen al aire libre o hagan ejercicio, esto mejorará su estado de ánimo. Salir a pasear con ellos, montar en bicicleta pueden ser opciones interesantes. - Limita las expectativas.
Nunca crees expectativas poco realistas sobre algunos regalos o eventos. Enseña a los niños a disfrutar lo que tienen y ser agradecidos. Si no llega un juguete en particular, hazles saber que no siempre se podrá tener todo, pero que estar juntos es el mejor regalo que se puede tener. Eso pondrá a prueba su tolerancia a la frustración. - Vayan a un voluntariado.
Incentiva el espíritu de dar, no solo recibir en tu pequeño. Ayudar a otros que menos tienen puede mejorar la autoestima y la felicidad en tu hijo. - Dedica tiempo a estar en familia.
Dedica siempre un tiempo de calidad en familia, jugando algunos juegos de mesa o leyendo cuentos cortos, para construir conexiones emocionales. - Preparen comida navideña saludable.
Aunque es una temporada en la que se come de todo, asegúrate de que los niños también coman alimentos nutritivos para mantener su energía y estado de ánimo. Eso no quiere decir que no puedan comer algún caramelo de más, pero siempre con moderación. - Procuren un descanso adecuado.
Vigila que los niños tengan suficientes horas de sueño de acuerdo a su edad, ya que la falta de descanso afecta negativamente su estado de ánimo. Quizá por la venida de Papá Noel o los Reyes Magos, puedan estar más nerviosos y les cueste más dormir, quizá debamos estos días acompañarlos un ratito antes de que se queden dormidos para no alterar mucho su rutina y evitar que al día siguiente se muestren cansados.
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Bibliografía
- Cao, C. (coordinadora) (2006) Desarrollo Social y Emocional de los Niños. California Childcare Health Program, Administrado por la University of California, San Francisco School of Nursing, Department of Family Health Care Nursing (ed.) Estados Unidos, pp. 1-58 Disponible en https://cchp.ucsf.edu/sites/g/files/tkssra181/f/15_CCHA_SP_SocialEmot_0606_v3.pdf