Qué hacer si los niños tienen berrinches en lugares públicos - ¡Auxilio!
Consejos para lidiar con las rabietas de tus hijos en público (o fuera de casa)
- Cuando los niños tienen berrinches en lugares públicos o en la calle
- Qué hacer ante las rabietas de tus hijos en público
- Cuando los niños pegan al tener una rabieta
Sabemos que los niños y niñas, dependiendo siempre de su edad, expresan de diferente manera sus emociones. Cuanto más pequeños son, menos herramientas tienen para conducir todo lo que les provoca experimentarlas y es entonces cuando tienen muchas rabietas. A veces, los niños tienen berrinches en lugares públicos (supermercados, centros comerciales, la calle, a la entrada de la escuela...) y a los padres nos resulta complicado gestionar estas pataletas, pues sentimos que todo el mundo nos está observando (¡y a saber lo que están pensando de nuestra forma de ser padres!).
A continuación te contamos qué puedes hacer en caso de que tu hijo o hija tenga un berrinche en un espacio público para lidiar con esta situación sin sufrir de más.
Cuando los niños tienen berrinches en lugares públicos o en la calle
Cuando nuestro hijo se enfada o se frustra por cualquiera que sea el motivo, si estamos en casa, intentamos calmarles, y acompañar el destape emocional, dentro de ciertas normas que ya tenemos establecidas en el ámbito familiar.
No ocurre lo mismo cuando el niño tiene una rabieta y nos encontramos fuera del hogar, o dentro del mismo pero con la presencia de más personas que no son de nuestra familia, y a veces la situación se vuelve más tensa, porque sabemos que hay más ojos testigos del momento, de lo que hacen nuestros niños con el enojo, y de la manera en la que respondemos nosotros al berrinche.
Cuando un niño tiene una rabieta, necesita mucho más que en otros momentos de nuestra presencia; necesita saber que estamos incondicionalmente para ellos y nuestro papel es ayudarles a expresar esa emoción de la mejor manera posible. Pero si esa rabieta se da en público, en ocasiones, hacemos lo contrario.
Preocupados por no sentirnos juzgados por los demás, adoptamos una visión más adultista, para no sentirnos observados y en lugar de aliarnos a nuestros hijos, para ayudarles y dejarles un buen aprendizaje de todo eso, nos centramos más en los demás adultos, que condicionan nuestra respuesta ante el berrinche.
Qué hacer ante las rabietas de tus hijos en público
Para ayudar a los padres a gestionar un berrinche infantil en un lugar público, como un supermercado o centro comercial, a continuación he analizado algunas pautas a tener en cuenta. Lo más importante es que acompañemos a nuestros hijos desde el respeto y la empatía, incluso cuando la rabieta está teniendo lugar en un espacio público rodeados de desconocidos.
1. Mantén la calma (lo más difícil y lo más necesario)
Cuando los niños tienen berrinches en lugares públicos, lo primero que tenemos que hacer es mantener la calma. Sé que es fácil decirlo, pero es necesario que nosotros, los padres, dominemos la situación porque evidentemente nuestro hijo no puede hacerlo. Si nosotros tenemos el control, podremos ayudarle a calmarse también, y eso lo aprenderá para futuras ocasiones.
2. Trata de ignorar que hay gente a tu alrededor
Si el berrinche ocurre cuando estamos en la calle o en otro lugar público, debemos centrarnos en contener a nuestro hijo fuera de control, sin reparar demasiado en la opinión de los demás.
Cada familia tiene sus normas y manera de educar, y eso debe ser respetado por las demás. Si el enojo se da en la casa de otra persona, o en la nuestra cuando hay más familiares, lo que podemos hacer es comentarles lo que está ocurriendo, y si así lo consideramos apartarnos hasta poder resolverlo. Podemos ir a otro cuarto en el que no haya nadie presente o, quizá, salir un momento a la calle...
Simplemente podemos decir a los otros adultos frases como: 'Ahora mi hijo está enfadado y necesita mi ayuda para calmarse, disculpa si te molestan sus gritos' o 'Saldremos un rato a tomar aire hasta que se sienta mejor'.
3. Concéntrate en tu hijo (que es quien está berrinchudo)
Es muy importante focalizar nuestra atención en nuestros hijos que son los que están teniendo el berrinche; realmente son ellos los que nos necesitan en ese momento y es bueno aprovechar la oportunidad para enseñarles a autorregularse.
Debemos intentar que la mirada de los demás condicione lo menos posible su comportamiento berrinchudo. Los adultos que sí pueden gestionar emociones de rabia o frustración, seguramente puedan entender lo que está pasando y dejarnos responder en consecuencia.
Estar en calma, ser amable y demostrarle nuestro cariño, no tiene nada que ver con la permisividad, sino que va relacionado con el respeto. Ser permisivos ante los berrinches y demás conflictos de la infancia tampoco es beneficioso para nuestros hijos, porque, entre otras cuestiones, les priva de herramientas y habilidades que seguramente queremos ver en ellos el día de mañana.
[Leer +: Lidiar con los berrinches de los niños de 4 años]
4. Valida la emoción de tu hijo
Tenemos que ayudarle a nuestro hijo con berrinche a que entienda que la emoción que está experimentando en ese momento es válida. Y para eso no podemos reprimirla sino que, por el contrario, es bueno ayudarle a decir el nombre. Eso le dotará de vocabulario emocional que podrá utilizar a medida que vaya creciendo.
Por ejemplo, podríamos decirle al niño: 'Entiendo que querías mucho ese juguete y estás muy enfadado por no poder tenerlo'. Simplemente que entienda que sí puede experimentar esa emoción de ira o rabia, y que además le entendemos, a pesar de que no podemos darle el juguete. La emoción es válida, pero lo que no es adecuado es pegar, decir palabras feas o gritar (organizando un gran berrinche) para expresarla.
5. Espera a que el berrinche pase para hablar desde la calma
Por otra parte, es recomendable que los mensajes que le damos en plena rabieta, sean cortos, y claros. Que no intentemos hacerle entrar en grandes reflexiones en ese momento; no podrá entenderlo, hasta que no esté calmado y se le haya pasado el berrinche. Una vez alcanzada cierta calma, podemos darle opciones para resolver la situación, por ejemplo: '¿Quieres jugar con la pelota o quieres aquel otro juguete?'.
6. Desviar la atención del niño para olvidar la rabieta
Desviar la atención del niño, es una opción, pero es mejor utilizar este recurso cuando consideramos que el berrinche está muy desbordado. No olvidemos que de lo que se trata siempre es de aprovechar cada una de esas situaciones de rabia como un ejercicio de práctica, para que el día de mañana cuando el niño se enfrente a una situación similar sepa resolverla solo de la manera más adaptativa posible.
Cuando los niños pegan al tener una rabieta
Si el niño cuando experimenta la rabieta, lo hace de manera muy intensa, y quiere pegarnos o se autolesiona (algunos niños tienden a darse golpes en la cabeza o tirarse al suelo), es importante contenerle con firmeza, pero sin perder el respeto, el cariño ni la amabilidad.
Podemos, simplemente, sujetarle las manos mientras nos posicionamos a su altura, le miramos a los ojos y le decimos frases como: 'Entiendo que estés enfadado, pero si me pegas me haces daño y no podemos resolver lo que pasa'.
Y si consideramos que se dan de manera muy intensa, o que se repiten demasiado durante el día, siempre es recomendable, consultar a un especialista.
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Bibliografía
- Díaz Pernas, P. Bonet de la Luna, C. (2005) Las rabietas en la infancia: qué son y cómo aconsejar a los padres. Rev Pediatr Aten Primaria, Vol.7, pp.67-74. Disponibles en: https://pap.es/files/1116-410-pdf/423.pdf