Bebé de cuatro meses. Desarrollo del bebé mes a mes

A partir del cuarto mes de vida, el bebé empieza a desarrollar su sociabilidad. Es capaz de emitir sonidos, balbuceos, haciendo hincapié en los sonidos guturales, gorjeos, carcajadas, ajó. Aquí te contamos cómo es el desarrollo del bebé de cuatro meses, su alimentación, su sueño y qué tipo de juegos son mejores para estimularle.

Es importante que sepas que estas características pueden variar en cuanto al momento de aparición en cada bebé, ya que el desarrollo de cada individuo no es igual para todos, cada uno va a su tiempo. Por eso es importante que cualquier duda que te surja consultes con tu pediatra de cabecera para corroborar que el desarrollo de tu bebé es el adecuado.

El desarrollo físico de un bebé de cuatro meses

A partir de este segundo trimestre de vida, el peso y el crecimiento en general se van ralentizando. Así durante este tiempo, las ganancias diarias son en torno de 12 a 20 gramos por día. La longitud del bebé también aumenta más despacio, de manera que, en los tres meses siguientes, crece unos 7 cm, frente a los 9 cm que crece en los 3 primeros.

Tienes que saber que estos datos y cifras son orientativas y que dependerán de algunos factores como el peso del bebé en el momento de nacer (por ejemplo, en los bebés prematuros será diferente), de cómo sea la constitución de los padres y, también, del tipo de alimentación (lactancia materna, lactancia mixta o leche de fórmula) por el que se haya optado. Es por ello que para evaluar el crecimiento y el progreso de peso los pediatras utilizan tablas de percentilos estandarizadas por edad y sexo, y diferentes si hay alguna condición asociada como por ejemplo Sindrome de Down.

Entre los cuatro y los seis meses, se desarrolla la visión del color del bebé. A los 3 meses ya comienza a tener una percepción del color y hacia el quinto mes distingue primero el amarillo, luego colores en la gama de los rojos y por último los azules. Ya reconoce los objetos, los busca y los sigue con la mirada. Observa las caras con mucha atención, y no solo se centra en los ojos como cuando era más pequeño.

Empezará a diferenciar los sonidos: la voz de mamá, la de papá, y los de la música que le gusta, los sonidos nuevos originados en lugares que no están a la vista. Y, también, comienza a desarrollar su sociabilidad que ya inició desde el tercer mes aproximadamente con la aparición de la sonrisa social.

El bebé prefiere la presencia de la mamá, el papá o cuidador primario, ante que la de extraños. Tu retoño dedica mucho tiempo a examinar y observar las cosas de tu alrededor. Sonríe a su imagen reflejada en un espejo aunque aún no se reconozca (es indescriptible ver su cara de asombro, porque para él todo es nuevo) y al ver a personas que le son familiares, pero también empieza a mostrar timidez ante los extraños (es la primera señal de su 'yo' emergente).

Los movimientos del bebé en su cuarto mes de vida

Ejerce un mayor control sobre su cabeza en posición erecta. Cuando está boca abajo, se apoya sobre las manos abiertas (a esto se le llama balconeo) y, si está acostado de espaldas, dobla el cuello hacia delante para verse los pies (hasta ahora no se había fijado en ellos), mientras trata de agarrárselos con las manos.

De todos modos, es importante no forzar posturas. Si el bebé llora en la posición boca abajo es porque sus músculos aún no están preparados para sostenerlo en esa posición mucho tiempo. Es ideal colocar al bebé en una manta en el piso boca arriba y dejarle cerca objetos llamativos para que por sí solo, de a poco y con tiempo intente alcanzarlos. De esta forma ejercitará sus músculos y movimientos para, probablemente al quinto mes, lograr darse vuelta y rolar por a la posición boca abajo

Nunca dejar al bebé en lugares altos solos, incluso si está en el huevito, por que ya no paran de moverse. Sigue a sus padres con la vista dentro de un radio de 180 ºC y muestra una gran curiosidad por todo lo que le rodea. Su coordinación mano-vista-objeto aumenta, demostrando anticipación en abrir la mano para poder agarrar lo que desea.

Se lleva objetos y las manos a la boca, un instinto natural que le ayuda a desarrollar la percepción de su cuerpo. Es importante dejarlos hacer esto y no limitarlos creyendo que es un mal hábito. Al hacerlo, su cerebro recibe mucha información para ir reconociendo las partes del cuerpo. Ponle en la mano objetos de fácil presión y distintas texturas para fomentar su capacidad de coger cosas y explorarlas. El bebé será capaz de coger un juguete y pasarlo de una mano a otra sin que se le caiga. Le encantará jugar con los sonajeros, los muñecos de peluche y con el chupete. Sus manos más abiertas y con mayor movilidad le permitirán ir recorriendo cada parte de su cuerpo para ir haciéndose una idea de su esquema corporal.

El sueño del bebé de 4 meses

Si notas que su bebé se despierta más a menudo y que le cuesta descansar, todo tiene una explicación. Su cerebro empieza a madurar: sus patrones de sueño comienzan a cambiar y sus ritmos circadianos se ponen en marcha. Si bien su sueño no es tan caótico como los primeros meses porque ya van diferenciando el día de la noche, puede que les cueste más conciliar el sueño profundo al inicio y se despierte ante el menor ruido. También puede ocurrir que le cueste más volver a dormirse luego de un despertar.

El sueño es un proceso madurativo que aún se está organizando, las fases de sueño terminarán de adquirirse en estos meses. Pueden notar también que le cueste más dormir con extraños, siempre va a preferir a su madre o su padre. Además, a esta edad muchas mamás se tienen que incorporar de nuevo al trabajo, lo que hace que se pueden sentir confusos e intranquilos y puede influir en su sueño. 

Es importante implementar rutinas que contribuyan a ordenar su ritmo circadiano como por ejemplo, luces tenues a la tardecita, evitar pantallas y ruidos muy fuertes a esta hora y procurar un ambiente sereno indicador de que la noche se avecina. La lactancia materna y el colecho seguro pueden contribuir a que la conciliación del sueño sea más rápida. Asimismo, otra característica que puede influir en su sueño nocturno para bien, en este caso, es que en general disminuye el número de evacuaciones y, con ello, el número de pañales sucios que cambiar.

Alimentación en el cuarto mes de vida del bebé

La lactancia materna a demanda y en exclusiva es el alimento ideal para el bebé de 4 meses. y que, siempre que se pueda, se debería prolongar hasta los seis meses y continuar durante la alimentación complementaria hasta los dos años de edad o más tiempo si así se quiere. Hay que saber que la composición de la leche irá variando desde la primera toma (el calostro) hasta el final del amamantamiento (leche madura).

¿Y qué ocurre con los bebés que tienen lactancia mixta? Se trata de una fórmula que mezcla la lactancia materna con la artificial de fórmula y que tienen algunas ventajas para la madre, ya que si tiene que ausentarse por algún motivo puede dejar el niño a cargo del padre, los abuelos o los cuidadores y no tener que agobiarse con las tomas.

Aunque lo ideal es intentar crear un banco de leche materna en el freezer y utilizar esas reservas para casos en los que la madre tenga que ausentarse. La leche materna es el mejor alimento para el bebé, ya que es un tejido vivo y no sólo permite el pasaje de nutrientes indispensables, sino también de células de la inmunidad y anticuerpos que protegen al bebé de infecciones.

Es muy recomendable en esta etapa consultar a una Puericultora, Consultora internacional en Lactancia o Pediatra que puedan acompañar este proceso de generación de un banco de leche u ofrecer otras alternativas para las madres que no pueden amamantar todo el tiempo.

A esta edad está desaconsejado introducir una alimentación complementaria. La leche materna o artificial de fórmula es el único alimento que los bebés de 4 meses necesitan. Dar algún tipo de alimentos sólido antes de los seis meses puede poner en riesgo la salud del niño ya que su estómago está inmaduro, hay peligro de alergias y de atragantamiento o intoxicaciones, entre otras cosas. Tampoco es necesario dar agua antes de los 6 meses, ya que el líquido que necesitan lo obtienen de la leche materna o de fórmula.

Cómo estimular un bebé de cuatro meses

Desde que nacen a los bebés le gustan que les hablen y prefieren escucharte a ti o a papá antes que una canción o los sonidos de un juguete, así que... ¡conversa con tu hijo todo lo que puedas! Puedes, por ejemplo, cuando vayáis de paseo en el cochecito o le lleves en la mochila de porteo contarle todo lo que estás viendo. ¡Le fascinará tu relato!

A partir de que supera el primer trimestre de vida, su lenguaje empieza a desarrollarse con soplidos, balbuceos, gritos y risas. Intenta repetir en un intento de emularte. Emplea diferentes expresiones faciales para comunicarse y cambia de expresión ante un sonido.

Es el momento de estimularle con nuevos sonidos, y mostrarle objetos y nombrarlos. Los bebés de cuatro meses son más conscientes de lo que escuchan y ven a su alrededor. Su capacidad para moverse y expresarse va aumentando a pasos agigantados cada día. Puedes estimularlo con sonajeros de diferentes texturas y materiales, o con móviles de colores vivos diferentes. Puedes ponerlos en un piso de goma boca arriba y dejarle objetos llamativos cerca.

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