Ansiedad de una madre con la vuelta al colegio de su hija en la crisis

La cuenta atrás para la vuelta al colegio ha comenzado, pero las dudas sobre cómo será este regreso a las aulas hace que me despierte por las noches pensando si mandar a mis hijas a la escuela es la mejor de las decisiones. Creo que no soy la única que está aterrorizada con esta vuelta al colegio de los niños en plena crisis de coronavirus o, mejor dicho, en el epicentro de los rebrotes, por eso quiero compartir contigo mis dudas y temores por si pueden ayudarte a resolver las tuyas.

Cómo afrontar la vuelta al colegio de los niños en tiempo de covid-19

Durante el pasado curso escolar (incluso sin haber acabado), me preguntaba constantemente qué iba a pasar el siguiente año. Desde entonces he leído y releído un poco más las estadísticas sobre la probabilidad de que los niños enfermen, qué gravedad de la enfermedad pueden tener, cualquier implicación a largo plazo si tuvieran una enfermedad leve y la probabilidad de transmitir COVID-19 a otros miembros de la familia.

Al final, después de mucho desgaste psicológico me he dado cuenta de que hay cosas que se escapan a mi control y que con sentido común, precaución, conciencia y mucha responsabilidad superaremos esta situación de alerta sanitaria. Por ello (y si nada cambia) mis hijas volverán a lucir el uniforme escolar e irán a la escuela, porque aquí no hay buenas ni malas decisiones, ¡fuera culpas (una vez más)!

La idea me aterra, me agobia y me asusta, pero ya me estoy preparando para que el miedo no me impida vivir y, sobre todo, no les llegue a ellas. Tengo dudas, creo que no soy la única, pero con cabeza las voy sorteando. ¡Aquí te las enuncio!

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- ¿Serán capaces de continuar el curso escolar?
Dicen que tercero de primaria es uno de los cursos más difíciles, así que el verano pasado le pedí a mi hija que repasase para empezar las clases más segura de sí misma. La verdad es que nos vino bien, porque el inicio fue estupendo pero en marzo todo se paró y se ralentizó mucho, así que mi miedo ahora es si mi hija está realmente lista para afrontar nuevos temarios.

Me tranquiliza pensar que todos los niños estarán en la misma situación, que los profesores son conocedores de esta situación, y es que el aprendizaje a distancia ha sido una experiencia muy diferente a la que estaban y estábamos acostumbrados. Lo mejor en estos casos creo que es solicitar una tutoría con el profesor semanas después del inicio de las clases para formar equipo y ver cómo podemos ayudar a nuestro pequeño.

- Las emociones de los niños en esta atípica vuelta al colegio
Creo que los padres, más que nunca, tenemos que hacer uso de nuestra compresión y paciencia. Aprender a escuchar a nuestro hijo y poner en práctica técnicas de comunicación con él durante este tiempo es un elemento clave. Los niños están experimentando muchas cosas nuevas y, al escucharlos, podemos reflexionar sobre lo que tienen que decir y tener conversaciones fluidas.

- Cómo retomar las rutinas con el regreso a las aulas
Desde que nos confinaron he intentado sin éxito establecer un modelo de rutinas en casa y, con el verano de por medio, la misión ha fracasado totalmente. Eso sí, ahora en septiembre, tengo que lograr hacerlo, por el bien de mis hijas y mío. Sé que será difícil, pero nos ayudará a reducir la ansiedad y enfrentarnos a los desafíos diarios. Mi idea es hacerme con una buena pizarra a la antigua y pedirles que planifiquen su día con tiempo para hacer ejercicio, leer y descansar. ¡Veremos en qué queda la cosa!

- La relación de mis hijas con sus amigos
Las nuevas tecnologías han permitido que estos meses mis hijas mantuvieran vivo el contacto visual con su pandilla, pero no hay que olvidar que no es lo mismo que estén juntas físicamente. Tenemos que tener en cuenta que la forma de relacionarnos ha cambiado y que el distanciamiento social debe ser una norma que debe estar presente en el colegio. Sé que es difícil, pero yo ya les he dado propuestas a mis hijas de qué juegos pueden hacer en el patio para prevenir el contagio y evitar 'estar pegadas' (como a ellas les gustaría): rayuela, las estatuas, el escondite inglés... Si te pones a pensar, ¡hay muchas opciones!

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- Caos en el momento de la entrada y la salida del colegio
Hasta ahora me encantaba ir con tiempo al colegio y llegar antes a recogerlas para observar cómo se comportaban con sus compañeros mientras yo intercambiaba opiniones con otras madres. Este año, por ahora, voy a suprimir esta costumbre: intentaremos llegar segundos antes de que cierren la puerta principal para reducir probabilidades de contagio y, con respecto a la salida, esperaré indicaciones del colegio, aunque como siempre les diré a mis hijas que la distancia social es muy importante mantenerla.

- Retomar las extraescolarles, ¿sí o no?
El tema de las extraescolares también ocupa mi atención. ¿Continuar con ellas? ¿Buscar nuevas? Como en los casos anteriores, aplicaré el sentido común y, así, por ejemplo, las clases de inglés las haremos de forma virtual y las que están relacionadas con la actividad física dependerá de las condiciones. Si son al aire libre y no requieren ningún tipo de contacto, ¿por qué no? Y es que aquellas opciones que son fuera de recintos cerrados y aseguran un distanciamiento social pueden ayudar al niño a mantenerse físicamente activo mientras reduce la probabilidad de exposición al COVID-19.

Qué necesitan los profesores de los padres en esta atípica vuelta a colegio

No me quiero imaginar (mi segunda vocación era y es la de ser maestra) cómo tienen que estar los profesores ahora mismo. La incertidumbre por cómo será su vuelta al trabajo es aún un misterio sin resolver, pero estoy segura de que si padres y maestros nos unimos, ¡todo saldrá bien! Ahora, más que nunca, debemos trabajar en la misma dirección. Yo he hablado con algunos profesores de mis hijas y esto es lo que me/nos piden:

- Dosis extra de paciencia
No importa cómo se desarrolle el año, cara a cara o virtual, pero está claro que será difícil para todos.  ¡Nunca antes habíamos vivido esta situación! Así que nos tocará a todos ser más flexibles y menos exigentes con la otra parte.

- Mucha comunicación
Las tutorías presenciales puede que sea imposible realizarlas, pero podemos mantener la comunicación a través de las nuevas tecnologías y saber cómo va nuestro hijo y cómo podemos ayudarle para llevar el ritmo.

- Actitud positiva
Lo último que podemos hacer los padres es mantener una conducta negativa: estar quejándonos todo el rato de la situación que vivimos delante de nuestros hijos, hablar de las cifras de muertos e infectados con ellos presente o criticar injustamente el trabajo del centro escolar.

- Equipar al niño con todo lo que necesite
Si tu hijo, como las mías, regresa a las clases de forma presencial deberás equiparle con todo lo necesario para prevenir un posible contagio: mascarillas, gel desinfectante, guantes... Quizás no lo tenga que utilizar porque el colegio disponga de ello, pero que por ti no quede. Y, otro punto importante, a la hora de escoger un almuerzo para media mañana, que sea algo que el niño pueda manipular él solo.

Poner por escrito todas mis cuestiones, me ha hecho sentirme un poco más calmada y que tengo 'un poco más de control' sobre esta situación que me desborda. Gracias por leerme y espero que a ti también te haya servido de algo, ¡ese era el objetivo!

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