Cuando los padres son los que sufren al dejar a sus hijos en el colegio
Consejos de una educadora para sobrellevar mejor el proceso de adaptación de los niños al colegio
- Los padres también sufren al separarse de los niños
- 7 Consejos para no sufrir al dejar a tus hijos en el colegio
- Por qué no debes sentir culpa por dejar a tu hijo en la escuela
- El mensaje de una maestra a todos los padres
Se acaba la baja de maternidad o paternidad, llega su primer año de colegio o simplemente tu pareja y tú habéis decidido que queréis escolarizar a vuestro hijo en una Escuela Infantil y reincorporaros al trabajo. Y llega ese momento: el inicio de curso y el temido Periodo de Adaptación. Este es un proceso que hace sufrir a los niños, pero también son muchos los padres que sufren al dejar a sus hijos en el colegio. Por eso, a continuación Guía Infantil nos ofrece algunos consejos que te ayudarán a sobrellevar el proceso de adaptación a la escuela de tus hijos y, además, y además un bonito y oportuno mensaje de una educadora.
Los padres también sufren al separarse de los niños
Esta primera escolarización supondrá la primera salida del niño de su entorno de seguridad, aquel que comparte con su familia y que le brinda confort y apego y la manera en que resuelva estas primeras experiencias de separación marcará tanto su escolarización como el resto de separaciones futuras.
Pero en el Periodo de Adaptación no solo se adapta el niño, también los padres ya que ellos también sufren esta separación y tienen que afrontar la amplia gama de sentimientos que esto les despierta. La mayoría de las veces estos sentimientos giran en torno a la inseguridad; inseguridad acerca de si estamos haciendo lo correcto, de si no podíamos haber optado por otra alternativa, por si es demasiado pequeño para escolarizarse, por si, por si…
Y por si esta inseguridad fuera poca, el primer día que acudimos a la Escuela Infantil o al Colegio con nuestro hijo todo nuestro castillo se desmorona ante nuestros ojos cuando de repente el niño empieza a llorar, se nos agarra y unas manos extrañas nos invitan a dárselo y marcharnos. Cerramos la puerta con el bolso en una mano, el corazón en otra y el estómago en la garganta. Le oímos llorar mientras nos alejamos. ¿Se le pasará pronto? ¿Le consolarán como él necesita?
Estos días suelen estar repletos de sentimientos a flor de piel tanto de los niños como nuestros. Debemos concedernos tiempo y espacio para poder ir elaborando nosotros también esta situación, validar nuestros sentimientos y compartirlos con alguien si lo deseamos.
7 Consejos para no sufrir al dejar a tus hijos en el colegio
Para poder sobrellevar mejor este proceso de adaptación de los niños pero también de los padres, os ofrezco los siguientes consejos:
1. Habla con la Escuela sobre cómo afrontan el Periodo de Adaptación y si existe la posibilidad de que tú también te quedes en el aula.
Hay escuelas que permiten que estos primeros días los padres acudan con el niño y se relacionen con los espacios y los materiales junto a él.
Esta opción es la que más se recomienda ya que en los primeros años de vida los padres somos la fuente de seguridad y de afectividad del niño y es importante que sientan nuestro apoyo ante sus nuevas conquistas. A su vez, poder acudir con él a la escuela los primeros días te facilitará el establecer un vínculo con las profesoras, conocer mejor el centro, al resto de familias, etc.
2. No alargues las despedidas con tu hijo
Si no existe la posibilidad de que realices la adaptación con él, las despedidas deben ser cortas y seguras. Alargar la despedida solo conseguirá extender posibles situaciones de angustia en el tiempo y que después ambos os quedéis peor.
3. Despídete SIEMPRE de tu hijo
El marcharte cuando no mire o pedir que le distraigan para desaparecer generará en el niño un sentimiento de angustia y abandono cuando se dé cuenta de que no estás. Dile que te vas y que volverás 'después de' (comer, la siesta, el patio, etc.), esto favorecerá que comience a anticipar tu regreso y su nivel de angustia descenderá, a la vez que te otorgará un plus de seguridad en ti mismo/a de cara a futuras separaciones.
4. Que el reencuentro con tu hijo sea cariñoso
Cuando vuelvas a por él despliega todo tu amor, lo necesita y a ti te reconfortará. Pregúntale qué ha hecho, qué tal se lo ha pasado, cuéntale que has hecho tú, dile que le has echado de menos.
Por qué no debes sentir culpa por dejar a tu hijo en la escuela
5. Puede haber cambios de conducta del niño
Es probable que durante este tiempo, el niño somatice esta situación y se muestre nervioso en casa, más apegado de que habitualmente es, le cueste dormir, no quiera comer, etc. No hay que alarmarse ante estas conductas, refuérzale siempre con amor, amor y más amor ya que necesita 'recargarse' de vosotros por el tiempo de ausencia.
6. Concédete permiso para expresar tu malestar si así lo sientes
Habla con alguien de confianza sobre lo que te generan estas separaciones, aceptar estos sentimientos es el primer paso para ir elaborando la situación. Si ambos lo estáis pasando muy mal, puedes valorar la opción de realizar una tutoría personal con el/la educador/a de tu hijo para explicarle la situación, seguro que desde su experiencia puede ofrecerte herramientas que os ayuden a ambos a sobrellevar mejor el proceso.
7. Confía en tu hijo y en la capacidad de los educadores
Pero sin duda el mejor consejo que puedo darte es CONFÍA. Y no me refiero a que confíes en las educadoras/es, ya que esa es una relación que se irá tejiendo de manera mutua con el tiempo. Confía en tu hijo, en sus posibilidades, en su capacidad y en que elaborará sus estrategias y herramientas para desenvolverse en esta nueva situación.
Confía en que esto es una conquista de la larga lista que realizará durante su vida, que tú estarás ahí para apoyarle y que un día, el que menos te lo esperes, entrará contento y te lanzará un beso, te dirá adiós con una sonrisa y tú sabrás que lo hicisteis juntos.
Mientras ese día llega (que llegará, créeme), apóyate también en los maestros y maestras que reciben a tu hijo, aquellas que sufren contigo aunque no lo creas, aquellas que te ven llorar y se quedan con el estómago cogido mientras ven cómo te marchas rota/o. Ellas forman ahora parte de tu tribu y como bien dice el proverbio africano: para criar a un niño hace falta la tribu entera.
El mensaje de una maestra a todos los padres
Como educadora, muchas veces he visto a padres y madres que se han ido con el corazón hecho pedacitos al dejar a sus pequeños en la escuela por primera vez. A todos ellos, les dedico el siguiente texto:
Ayer te vi llorar. Intentaste que nadie te viera, pero las lágrimas no piden permiso y no lo pudiste evitar.
Sé que intentaste no hacerlo, sé que intentaste sonreír. Te acordabas de toda esa gente que te dice que en la Escuela se lo va a pasar muy bien, que va a hacer muchos amigos y que os va a venir bien separaros.
Pero te vi llorar.
Vi como llegaste con la mejor de tus sonrisas y le contaste al amor de tu vida que te ibas a trabajar. Vi como tus dedos delicados limpiaban sus lágrimas mientras tú intentabas reprimir las tuyas. Vi como tu mirada pedía apoyo cuando me acerqué a vosotros.
Entonces le dijiste adiós y te marchaste. Volviste la vista atrás y viste que alguien que no eras tú estaba consolando a tu tesoro más preciado. Y ahí fue cuando te vi llorar.
Hazlo, llora, suelta, compártelo con los demás. Y cuando vuelvas a buscarle abrázale fuerte, dile que le has echado de menos, pregúntale qué hizo y cuéntale qué hiciste tú.
Porque el período de adaptación no tiene piedad y arrasa a toda la familia aunque la mirada esté puesta en el niño. Concédete tiempo y permiso para elaborar esta nueva situación, para sentir, para confiar.
Y un día, cuando menos lo esperes, llegará.
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