Por qué dar calificaciones que evalúen las otras habilidades del niño

El boletín de calificaciones de final de curso valora los conocimientos adquiridos de los niños en materias como matemáticas, lengua o ciencias sociales, pero no lo que niños y niñas han aprendido en valores, habilidades personales y demás enseñanzas que van más allá de los exámenes. Por eso, la maestra y psicóloga Yurena Ramos invita a los docentes a reflexionar sobre la importancia de dar calificaciones que también evalúen estas otras habilidades de los niños. Es una técnica excelente para motivarles y que reciban notas justas de acuerdo a su esfuerzo y aprendizaje.

Los niños también aprenden otras habilidades y valores en la escuela

A lo largo de los años escolares, los niños adquieren importantes herramientas para su presente y su futuro. Nos referimos a enseñanzas y aprendizajes como la gestión de las emociones, la habilidad para hacer amigos o la capacidad de saber respetar las normas de convivencia.

Por mucho que las notas que logren en matemáticas o sociales vayan a tener su importancia, más aún lo tendrá que aprendan por qué es importante y necesario ser tolerantes, por qué ellos también pueden ser responsables desde bien pequeños o qué significa la empatía y en qué momento la podemos poner en práctica. Son otras habilidades que, a final del día, son tan importantes (o más) que saberse las tablas de multiplicar o las reglas de ortografía.

Las otras calificaciones que los alumnos también deben recibir

¿Has oído hablar de ella? La técnica de las otras notas nos explica que esas otras calificaciones están enfocadas en aptitudes y actitudes que quedan fuera del currículo convencional de las asignaturas escolares. Consiste en dar a los alumnos y alumnas una cartilla o boletín aparte en el que pongamos una relación de ítems y la calificación que le damos a cada una de ellas. Son notas en habilidades emocionales y sociales que, por lo general, no se tienen en cuenta en las calificaciones convencionales.

Tú como maestro podrás elegir esos aspectos o habilidades más allá de los exámenes según las características y nivel cognitivo de tu alumnado. A continuación, te damos algunas ideas para tus calificaciones alternativas:

• Respeta a sus compañeros: 10.
• Cuando tiene una pregunta, espera su turno y no se queda con la duda: 9.
• Actitud correcta, activa y participativa a la hora de trabajar en clase: 10.
• Forma de relacionarse con sus compañeros: 9.
• Sonríe al entrar en clase: 10.
• No llega tarde del recreo: 8.
• Pide las cosas por favor, da las gracias y además sabe guardar silencio cuando el docente habla: 9.
• Presta ayuda a los compañeros cuando es necesario: 8.
• En el recreo invita a los niños más tímidos a unirse al juego: 10.

Con este sistema de calificaciones tan sencillo y efectivo no solo lograremos motivar a los alumnos de primaria, sino que además les haremos ver que tenemos en cuenta todo y nos solo lo que se marca en el currículo académico. Reconocer sus habilidades y características acortará distancia entre el maestro y el niño y les hará ver que confiamos en ellos y que les valoramos y apreciamos por los muchos aspectos positivos que tienen en el aula.

Por qué nunca hay que castigar a los niños si sacan malas notas

Utilizar el castigo para las notas escolares no tiene nada de positivo, al contrario, los niños interiorizarán que hay que estudiar y aprobar para recibir un premio y evitar un castigo, pero no porque sea algo bueno para ellos.

Siendo justos, debemos tener presente que a lo largo del curso se llevan a cabo distintas tareas: los deberes, atender en clase, respetar a los compañeros, ser responsables de su material, ¿por qué íbamos a reducirlo todo a un solo número?

Sí que es cierto que el sistema educativo está organizado de tal forma que al final de curso cada alumno recibirá por cada asignatura una calificación numérica (por lo general) de 0 a 10 o bien una letra que represente dichos números. Pero esa nota, en verdad, no refleja todo el trabajo que el estudiante ha realizado durante todo el curso.

Y, precisamente por eso, no debemos castigar a los niños. En su lugar, debemos acompañarles durante el curso, apoyarles y estar ahí para resolver dudas y, en el caso de que la calificación sea muy baja, sería conveniente hablar con el tutor para ver qué otras medidas de apoyo podemos darle. También sería interesante observar a nuestro hijo, si resulta que se sabe la lección y el día del examen se pone muy nervioso y por eso le sale mal o si, por poner otro ejemplo, es que se olvida muchas veces de traer la tarea y por eso su nota es más baja.

Cuantos más sepamos de cómo se siente y cuánto de responsable es nuestro hijo más vamos a poder ayudarle en su vida académica.

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