Juego de las huellas para enseñar las vocales y los colores a los niños

¿Quieres que tus hijos se diviertan a la vez que aprendan? Os traigo una actividad casera llamada El juego de las huellas. Gracias a este maravilloso entretenimiento, podremos enseñar a los niños las vocales y los colores de una forma muy divertida: ¡a saltos! Se trata de un juego de psicomotricidad especialmente pensado para niños de preescolar a partir de los 2 años. ¡La diversión está asegurada en casa!

Cómo elaborar paso a paso el juego de las huellas para los niños

A continuación te contamos qué materiales necesitas para organizarlo, el paso a paso para prepararlo y cómo podéis jugar según la edad y el aprendizaje que quieres fomentar. ¿Jugamos?

Para poder disfrutar de este juego en familia, tenemos que organizar los materiales. A continuación te contamos cómo preparar este juego de las huellas en cuatro sencillos pasos. Como habrás visto, los materiales para este juego son muy sencillos de conseguir (de hecho, es muy probable que ya los tengas en casa).

1. Dibujamos las huellas de los pies con los colores que queráis (azul, verde, rojo, amarillo...) sobre unos folios. También podéis pintar las huellas del propio niño con pintura de dedos en un folio y dejarlas secar, nos quedarán unas huellas muy originales y únicas ya que son personalizadas con los pies de nuestros pequeños. A los niños les encantará participar en el proceso de preparación al juego (y estarán deseando probarlo).

2. Cogemos más folios y pintamos con rotuladores o lápices de colores las vocales (letras, números, figuras geométricas... aquel aprendizaje que queramos reforzar en nuestro hijo). Es importante que las dibujemos bien grandes y bien visibles del color que tengamos pensado poner las huellas.

3. Le pegamos cinta adhesiva (celo o fiso) de doble cara por la parte frontal para que al poner las pelotas se puedan quedar pegadas y no se caigan al suelo. Si no tienes cinta de doble cara, puedes doblarla para que también pegue por los dos lados.

4. A continuación, en folios pintamos con los lápices de colores o rotuladores las vocales pero esta vez más pequeñas (del tamaño de la pelota). Cogemos unas tijeras y las recortamos.

5. Una vez que estén recortadas, pegamos estas vocales con cinta adhesiva cada una en cada pelota del color correspondiente.

6. Por último, poner en el suelo las huellas de los pies sujetadas con cinta adhesiva para que no se muevan al saltar. Si las fijamos al suelo serán más seguras para los niños ya que pueden saltar sin problema de resbalones en el suelo.

Después pegamos en la pared (a la altura de nuestro hijo) los folios que hemos realizado antes con las vocales de colores. Metemos en un cubo, caja de cartón o cajón (lo que tengamos por casa) todas las bolas con vocales bien mezcladas, y la ponemos en el suelo al lado contrario de la pared junto a las huellas.

Ya solo nos queda ¡jugar y disfrutar de este divertido juego!

¿Cómo se juega? Adaptar el juego casero a niños de preescolar

Ahora que ya tenemos todo preparado, vamos a aprender a jugar al Juego de las huellas.

- Primero nos colocamos en una fila, uno detrás de otro, enfrente del cubo donde están todas las pelotas con vocales mezcladas por colores.

- Por orden y por turnos, debemos coger una pelota del cubo con la vocal y el color elegido. Podemos guiar a nuestro hijo: 'Coge una pelota con la letra A', 'coge una pelota azul' o 'coge una pelota roja con la letra I'.

- Con la pelota en la mano, debemos pegar saltos de una huella a otra. Solo podremos pisar las huellas que sean del mismo color que nuestra pelota.

- Hay que llegar a saltos hasta llegar a la pared, donde pegaremos la pelota en la correspondiente vocal y color que hemos escogido.

- Después le toca al siguiente de la fila, así hasta que se acaben las pelotas de colores. El ganador es aquel que tenga más pelotas pegadas en su correspondiente color y vocal.

Se pueden hacer miles de variantes de este juego dependiendo de la edad o para cualquier diversidad funcional del pequeño adaptándolo siempre y dándole más dificultad o menos. Por ejemplo: en lugar de vocales podemos usar figuras geométricas, colores, otras letras, números, objetos, estaciones del año...

También podéis intercalar las huellas de color, pedirles que salten con una sola pierna o meter las huellas de las manos (pueden agacharse y poner sus manos en las huellas) y así meter más dificultad al juego dependiendo de la edad de nuestros pequeños.

[Leer +: Cuento de las vocales para niños]

Ideas de juegos para enseñar las vocales y los colores a los niños

El juego de las huellas es una actividad casera divertidísima y, además, tiene muchos beneficios para los niños de todas las edades (¡incluso para nosotros los adultos porque nos hará levantarnos del sofá y dejar un rato el móvil!).

En primer lugar, este juego es ideal para desarrollar la psicomotricidad gruesa y psicomotricidad fina de los niños. Por ejemplo, con los saltos ayudamos a nuestros niños a fomentar el equilibrio y la coordinación; con el agarre a la pelota, se estimula el control de la vista y de las manos.

Además, trabajamos el aprendizaje de vocales y los diferentes colores (o la variante que queráis desarrollar en el juego). Pero también podemos mejorar la atención, la memoria y desarrollar creatividad de los más pequeños.

Por otro lado, el juego de las huellas también nos ayuda a mantener a los niños activos. Teniendo en cuenta que el sedentarismo es una de las grandes lacras hoy en día, es importante proponer este tipo de juegos en casa a los niños.

Además de todo esto, lo mejor que nos proporciona este juego es pasar el tiempo en familia, aprender y divertirse juntos, fortalecer el vínculo y la confianza entre padres e hijos, fomentar la autoestima y estimular las habilidades sociales y emocionales de los niños y niñas.

¡Recordar lo más importante es pasar un rato muy divertido en familia!

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