Juegos mindfulness para relajar a los niños cuando están nerviosos

El mindfulness, también conocido como atención plena, es una práctica que involucra prestar atención de manera intencional y consciente al momento presente y a cómo nos sentimos, sin juzgarlo ni tratar de cambiarlo. Esta técnica de relajación ayuda a relajar a los niños cuando están nerviosos y no logran alcanzar el estado de calma que necesitan antes de ponerse a hacer tareas escolares o antes de irse a la cama. A continuación te proponemos algunos juegos mindfulness para niños en los que los animales son los protagonistas.

Beneficios de los juegos mindfulness con animales para los niños

Son muchísimos los beneficios del mindfulness o meditación guiada que se asocian al bienestar de los niños: reducción del estrés, mejor manejo de las emociones, mejora del rendimiento académico y la concentración, trabaja la empatía, entre otros muchos más. Pero, ¿cuáles son los mejores ejercicios para los más pequeños de la familia? Sin duda son aquellos que les ayudan a relajarse o tomar consciencia de su propio cuerpo, al tiempo que les entretienen.

Para que los niños empiecen en la práctica del mindfulness de una manera dinámica y divertida, no hay nada mejor que hacerlo con ejercicios de respiración con animales. ¡Les encantan! Y, sin duda alguna, esta afición favorece que los más pequeños se abran a este nuevo hábito que queremos instaurar en sus vidas. A continuación te hablamos un poco más sobre cada uno de estos tres juegos mindfulness.

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Ejercicio de la mariposa para relajar a los niños nerviosos

Cuando nuestros niños se exaltan, por cualquier motivo, es necesario que les ayudemos a calmarse y no hay mejor manera de hacerlo que con el juego de mindfulness de la mariposa. Y, ¿en qué consiste este juego de relajación?

Primero, vamos a pedirles a los niños que imaginen que son mariposas y que pueden volar como ellas. Deben levantar el vuelo con sus alas para ver todo lo que hay debajo de ellos. Volar, volar y volar, contemplando este paisaje que tanto les gusta. Es necesario que imaginen los prados llenos de colores y de flores y que seleccionen una, la que más les guste, para posarse en ella.

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Cuando estén encima de la flor que tanto les gusta, deben respirar como las mariposas para disfrutar del momento: abrimos nuestras alas a la vez que inspiramos y soltamos el aire a la vez que bajamos nuestras alas y colocamos las manos en el pecho. Este movimiento debe repetirse tantas veces como sea necesario hasta que veamos que el niño ha logrado la calma. Este es un juego mindfulness que podéis hacer cada noche después del baño, para que los niños vayan bajando el ritmo y relajándose antes de acostarse.

Técnica de relajación de la jirafa para calmar a los niños

En este segundo juego mindfulness, vamos a pedirles a los niños que se imaginen que son una jirafa; una jirafa con un cuello muy, muy alto. Para representar este cuello, les pediremos que suban sus brazos lo más alto que puedan.

Una vez en posición, les pediremos que se imaginen que están en una selva dónde hace mucho, mucho viento. Y, claro, el cuello de la jirafa se mueve de un lado a otro por ser tan alto. Vamos a pedirles que imaginen cómo se mueve su cuello acompañando esta visualización moviéndose, suavemente, de izquierda a derecha. Este ejercicio ayudará a los niños a irse calmando, pues haremos el movimiento muy lento.

Por último, debemos recordarles que nuestra jirafa necesita respirar para ir avanzando por la selva. A cada movimiento lateral que hagamos, vamos a inhalar y exhalar el aire muy despacio. Volvemos a hacer el mismo movimiento por segunda vez y lo vamos repitiendo hasta que veamos que los niños se han tranquilizado.

Por último, solo nos queda pedirles que abran los ojos (si los habían cerrado) y que bajen los bracitos muy lentamente. Tras la práctica de este juego, se sentirán mucho más relajados y, por tanto, habremos conseguido nuestro objetivo de dejar los nervios y el estrés atrás.

Juego de atención plena y respiración con abejas

¡Vamos con nuestro último juego mindfulness para relajar a los niños! Ahora, vamos a ser una abeja: una abeja muy linda que quiere encontrar su polen. ¿Y qué debe hacer nuestra abejita para ello? Pues, empezar a volar.

Vamos a pedir a los niños que imaginen que sus brazos son las alas de la abeja y que deben empezar a volar, despacio, para encontrar la flor que más les guste: una flor grande y muy colorida. ¿La hemos encontrado? Pues, ahora, debemos volar un poco más rápido para coger el polen antes que otra abeja se nos adelante.

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Bien, ahora ya hemos llegado y debemos guardarnos el polen. Les pediremos a los niños que simbolicen cómo cogen el polen y lo guardan en sus bolsillos. Y, seguidamente, les preguntaremos cómo se siente la abeja. ¡Contenta! Pues, es momento de hacer la respiración de la abeja: nos tapamos los oídos, inspiramos todo el aire que podamos y lo soltamos por la boca haciendo un zumbido. Repetimos este paso tantas veces como sea necesario.

¿Qué os han parecido estos juegos mindfulness? Son superfáciles de hacer y os aseguramos que, a vuestros niños y niñas, les van a encantar (y a los padres estresados también). Eso sí, recordad que las exhalaciones deben ser más largas que las inhalaciones, los movimientos deben ser lentos y siempre debemos mantener los pies en el suelo.

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