Efectos del móvil y la tablet en el cerebro y la atención de los niños

El uso de las pantallas en la infancia es un tema controvertido donde los haya. Está claro que llevamos años viviendo la era digital y todos los cambios que ha producido (para bien y para mal) han venido para quedarse. Muchos padres se preguntan sobre qué efectos puede llegar a tener el móvil y la tablet (el uso excesivo de pantallas, en general) tiene en el cerebro y en la capacidad de atención de los niños.

Los niños de ahora, los denominados 'nativos digitales' o 'generación T', perciben la tecnología como algo natural ya que ha estado presente desde siempre en su vida. No podemos negarles ni eliminar la tecnología, pero sí introducirla o manejarla de una manera adecuada y que no resulte nociva para su desarrollo. Para comprender mejor cuál sería el método más adecuado, vamos a hacer un pequeño abordaje sobre cómo es el mecanismo atencional en la infancia y, en contrapartida, cómo captan la atención las pantallas.

Las pantallas captan la atención y el cerebro de los niños

Si observamos el comportamiento de un niño pequeño podemos ver que lo que le mueve o motiva a la acción es la exploración del medio. Los niños necesitan aprender a orientarse, desplazarse, conocer cómo son los objetos (formas, texturas, dimensiones...) y la exploración del medio es el mecanismo que se emplea para ello. No hace falta más que ver a un niño entrar en una habitación en la que nunca ha estado, enseguida cualquier cosa va a captar su atención y le va a enganchar para que la coja, la manipule e incluso cree un juego con ella.

Este mecanismo sensorial-atencional, en el que el estímulo que entra por nuestros sentidos (a nivel auditivo, visual, táctil...) genera un impacto en el cerebro infantil y las vías neurológicas se activan hasta poner a nuestro córtex prefrontal (la zona superior del cerebro donde está el mayor control de las habilidades mentales) en funcionamiento, sigue el camino natural de activación neurológica, podríamos decir que es la atención natural.

Cuáles pueden ser los efectos negativos del uso de las pantallas

En contrapartida, las pantallas tienen un método de captar la atención completamente opuesto. Este mecanismo genera que podamos atender plenamente sin tener que activar el circuito natural, recibiendo de manera pasiva toda la información sin activar ese mínimo esfuerzo que realizamos de la manera cotidiana.

Esta diferencia en el mecanismo la podemos vivenciar nosotros mismos, o ¿acaso es lo mismo la implicación que tiene tu cerebro cuando lees una novela a cuando ves un vídeo en el móvil?

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Cómo debe ser el uso del móvil, tablet y televisión de los niños

En los primeros años de vida (de 0 a 3 años) se debe evitar el uso de las pantallas. Este mecanismo atencional natural se está construyendo y se encuentra especialmente frágil. Esta es la explicación por la que a muchos niños de este rango de edad, las pantallas les pueden enganchar tanto o ensimismar de una manera tan llamativa.

Sin embargo, la prohibición absoluta de las pantallas es, en ocasiones, complicada y nos vemos en la necesidad de dejarles mirar el móvil. En ese caso debemos tener en cuenta varias cosas:

- Este uso debe ser con mucha moderación, en periodos cortos de tiempo y preferiblemente con contenido relevante (es decir, cuando un familiar nos manda un vídeo, cuando hacemos una foto para un compañero de clase o vemos una foto que nos gusta).

- Nunca debe ser empleado para calmar la rabieta o el llanto de un niño (ya que bloqueas el mecanismo cerebral y emocional que está activado en ese momento).

- Tampoco debe ofrecerse para que 'estén tranquilos' y darles de comer, vestirles, cambiarles el pañal, etc.

A medida que los niños van creciendo, el acceso a pantallas incrementa, y también su reclamo por ellas. La postura más adecuada que se debe tomar en este momento es dejar hacer un uso acompañado y supervisado por el adulto. Uno de los padres debe ayudar a elegir a su hijo qué es lo que quiere ver y cuándo. Después de un consenso previo se le permite al niño consumir ese contenido. Este proceso es importante porque se ha observado que cuando los niños consumen tecnología no llegan a terminar los vídeos o los capítulos que seleccionan, saltando de un sitio a otro, lo que daña aún más la atención y no permite educar la paciencia y la impulsividad.

Por ello, es necesario que el contenido que se selecciona sea el que se termine por ver. En este sentido, la televisión aporta más facilidades que otras plataformas digitales, ya que la programación es fija y no puede manipularse.

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Alternativas para el uso excesivo de nuestros hijos del móvil y tablet

Además, debemos analizar cuál es el caso particular de nuestro hijo. Muchos colegios usan las tabletas como una herramienta complementaria al aprendizaje, lo que implica usar muchas horas a lo largo del día (tanto en el colegio como en casa por las tardes) pantallas. En esta situación es muy recomendable que al terminar las obligaciones escolares no se usen medios tecnológicos como ocio o descanso, y apoyarse en otro tipo de actividades deportivas o lúdicas para contrarrestar los efectos de un exceso de uso.

Practicar deporte, jugar al aire libre, leer un cuento o libro, el juego libre, conversar con otros niños, jugar a un juego de mesa activan el mecanismo natural de atención del que hablábamos al principio y resulta también un descanso para el cerebro 'sobreactivado' por las pantallas, que en la mayoría de los casos ofrecen mucha estimulación, a gran velocidad y en poco tiempo.

Por otro lado, guías como 'Podemos ayudar a los niños a reducir el tiempo que pasan enfrente de la pantalla' del programa WeCan! del Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre del Gobierno de Estados Unidos también recomiendan para reducir el tiempo que los niños pasan con las pantallas: implicarse en la educación de nuestros hijos, conversar con ellos para establecer límites, minimizar el consumo familiar de televisión, comer en familia...

La eliminación completa de las pantallas en la vida de los niños es algo verdaderamente difícil, pero si comprendemos cuáles son los efectos que tiene su uso excesivo y que el acompañamiento y supervisión parental es crucial, podemos enseñarles a hacer un uso responsable y, sobre todo, no dañino a nivel cerebral.

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