Descubre si eres una mamá gallina. Por qué no debes sobreproteger a tus hijos
El término 'mamá gallina' se aplica a las madres que protegen excesivamente a sus crías bajo sus alas
- Qué significa ser mamá gallina. Perfil de una madre gallina
- 7 razones de por las que debes dejar de ser una mamá gallina
- Cómo proteger sin sobreproteger a los hijos para no hacerles daños
- Qué pueden hacer las madres para evitar ser mamás gallinas
Una cosa es cuidar y proteger a los hijos, y otra es llegar a convertirse en una mamá gallina, término aplicado a las mamás que sobreprotegen a sus hijos. Se dice 'gallina' porque son madres que desean tener a sus crías siempre bajo sus alas. En realidad es una patología que lleva a algunas madres a proteger excesivamente a los hijos. Y no solo cuando son niños, sino durante toda su vida. Si este es tu caso, te contamos porque debes dejar de ser una madre o un padre gallina por el bien de tus hijos.
Qué significa ser mamá gallina. Perfil de una madre gallina
Las 'mamás gallinas' son aquellas que aman muchísimo a sus hijos, pero los sobreprotegen por miedo a que pueda pasarles algo malo. Es como si los tuviera siempre bajo su ala, protegidos del exterior. Así que no les deja enfrentarse a los retos, a los obstáculos e interactuar en libertad con su entorno.
Cómo suelen ser las mamás gallinas o sobreprotectoras de sus hijos:
- Controlan constantemente a su hijo. Qué hacen, con quién juegan...
- Vigilan las amistades de su hijo e incluso intervienen en ellas
- No dejan que su hijo esté solo, ni haga nada sin ayuda por sí mismo
- Terminan todos los trabajos de su hijo para evitarles problemas
- Crean en sus hijos una relación de dependencia con ellas. Cuando son mayores, sus hijos continúan ligados a ellas y esto dificulta su relación con otras personas.
- Piensan que sus hijos son frágiles. Pero no solo cuando son pequeños (todos los bebés son frágiles), sino que continúan creyendo esto cuando van creciendo. Por eso, entre sus frases más repetidas, están las de advertencia ante un peligro:
- No saltes que te vas a caer
- No te acerques que te quemas
- No vayas a la excursión que puede pasarte algo...
- Crea en sus hijos un sentimiento de culpa para tenerlos controlados. Si consigue que sus hijos se sientan culpables al hacer algo por sí mismos, podrá tenerlos siempre controlados.
- Utilizan el chantaje emocional para tener a sus hijos siempre cerca. Son las típicas madres que, ante un intento de independencia de sus hijos (ya mayores) dicen el típico: '¡pero cómo me dejas sola...cómo me haces esto a mi, que te lo he dado todo'. O bien: '¿dónde vas a estar mejor que aquí con tu madre?'.
7 razones de por las que debes dejar de ser una mamá gallina
Las gallinas incuban sus huevos hasta que el polluelo nace. Mientras son pequeños, los pollitos siguen a su mamá gallina a todas partes. Pero al crecer... cada uno se independiza y sigue su vida. Pero algunas mujeres esta parte no la asumen, y continúan 'exigiendo a sus pollitos que la sigan', cual mamá gallina... Y no es bueno, claro.
Al privar a los hijos de enfrentarse al mundo exterior, lleno de desafíos y posibles peligros para ellos, la 'mamá gallina' no hace ningún bien a sus hijos. Al revés: les está perjudicando. Te explicamos por qué debes dejar de ser una mamá gallina (si lo eres) para evitar malas consecuencias en tus hijos.
1. Tu hijo tendrá poca tolerancia a la frustración y baja autoestima
El niño o la niña no será capaz de tolerar la frustración porque nunca le dejaron enfrentarse a ella. Además puede empezar a creer que no son capaces de gestionar sus propios problemas. Puede tener dificultad para manejar el fracaso y los desafíos.
2. Provocará falta de habilidades sociales en tu hijo
Su hijo no será capaz de relacionarse con los demás. Porque sencillamente nunca lo hizo de pequeño, en la etapa de aprendizaje de relaciones sociales. Puede carecer de oportunidades para interactuar con otros niños y desarrollar habilidades sociales adecuadas.
3. Tu crecerá lleno de temores
Será miedoso, temeroso. Normal, porque la 'mamá gallina' no hizo más que advertir a su hijo desde pequeño sobre la cantidad de peligros que le acechan.
Cómo proteger sin sobreproteger a los hijos para no hacerles daños
4. Tu hijo no aprenderá a ser autónomo
No será autónomo y tendrá problemas cuando se independice. Puede que tu hijo se vuelva dependiente de ti y no consiga tomar decisiones o resolver problemas por sí mismos.
5. Faltará claridad en sus objetivos a tu hijo
De pequeños les dieron todo hecho, así que cuando crezcan, estos niños tendrán problemas para elegir entre varias opciones. Sobre todo, porque no tendrán claros sus objetivos.
6. Puede que tu hijo tenga una adolescencia conflictiva
Los expertos hablan de esta relación como una relación 'tormentosa'. Muchos de estos niños de 'mamás gallina' intentan 'salir al exterior' durante la adolescencia. Ellas les impiden constantemente 'volar', con lo que se genera una relación bastante tormentosa.
7. Tu hijo puede convertirse en un adolescente o adulto problemático
Los hijos de la 'mamá gallina' terminan siendo, o muy pasivos porque se dejan dominar, o terriblemente rebeldes al desafiar constantemente las imposiciones de su madre. En ambos casos, se encontrarán con numerosos problemas cuando crezcan.
Sin duda, lo mejor sería encontrar un término medio: proteger, sí, pero sin sobreproteger. Orientar, sí, pero sin olvidar dejar cierta independencia para que el niño sea capaz de escoger, equivocarse, caer y levantarse...
Qué pueden hacer las madres para evitar ser mamás gallinas
Es importante que reflexiones sobre cómo actúas con tu hijo, y de cómo algunas conductas pueden estar influenciando a tu hijo de forma perjudicial, provocándole miedos, inseguridades, falta de autoestima, etc. Y si notas que tu comportamiento es de una mamá gallina, aquí tienes algunas claves para dejar de serlo.
- Estimula el aprendizaje de tu hijo
Ofrécele actividades que le divierta pero que también proporcione oportunidades para que él o ella aprenda, incluso con los errores. Así aprenderán a resolver sus propios problemas y dificultades.
- Fomenta la independencia de tu hijo
Vigila para que no intervenga en las decisiones de tu hijo. Deja que él o ella elija con qué juguete quiere jugar, por ejemplo.
- Motiva a tu hijo a explorar el mundo a su alrededor
Invita a tu hijo a dar un paseo por el campo. En la naturaleza hay mucho que explorar por los niños y a ellos les encantará. Es un mundo enorme de aprendizaje y de libertad.
- Vigila tus propias expectativas y ansiedades
Es necesario vigilar tus emociones para no transmitir a tu hijo tus miedos y preocupaciones. Lo que sientes puede influir en el comportamiento de tu hijo. Y si te resulta difícil controlarse, te aconsejamos que busques ayuda de un profesional por el bien de tu hijo.
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