Ayuda a tu hijo a ser una persona íntegra y coherente - Educar en valores

Dentro de las muchas responsabilidades que tenemos los padres en lo relativo a la educación de nuestros hijos destaca educarles en valores. Cada familia tiene sus propios principios morales, pero la mayoría de papás y mamás coincidimos en que queremos que nuestros niños sean personas íntegras y coherentes, que actúen con honestidad y empatía. Pero, ¿eso cómo se consigue?

A continuación reflexionamos sobre qué podemos hacer para que nuestros hijos sean más íntegros a la hora de relacionarse con ellos mismos y las personas que les rodean. Te damos una pista: una de las claves es el ejemplo que nosotros, como adultos de referencia, les mostramos.

¿Eres un padre o una madre íntegra y coherente?

¿Alguna vez has hecho algo que no debías y le has dicho a tu hijo, esto no lo hagas tú...? Por ejemplo, cruzas la calle aunque está el semáforo rojo porque llegáis tarde al colegio. Pues sin quererlo, hemos entrado en el campo de no ser íntegros al 100 %: con nuestros actos estamos contradiciendo nuestras palabras o nuestros valores. Cuesta reconocer que en el momento de decirlo y hacerlo no supiéramos que estábamos sobrepasando esta línea roja, pero lo cierto es que así ha sido.

¿Alguna vez le has dicho a tu hijo: 'Haz lo correcto aun cuando nadie te esté mirando.'? ¡Felicidades! Estabas diciéndole a tu hijo que ser íntegro es algo que todos podemos ser o llegar a ser.

Lo sé, no siempre es fácil. Pero sí es cierto que esto de la integridad y la coherencia se puede entrenar, tanto en el caso de los adultos como de los niños. Realizar este trabajo será de gran ayuda para nuestro presente, pero también para nuestro futuro. Y, además, nos hará sentirnos orgullosos de quiénes somos o de quiénes podemos llegar a ser.

¿Qué es la integridad y la coherencia para los niños?

Los conceptos de integridad y coherencia son complicados de entender para los niños, pues se trata de algo abstracto. Podemos distinguir entre la integridad personal, que nos garantiza nuestro bienestar, y la capacidad para ser personas íntegras a la hora de relacionarnos con otras personas (y con nosotros mismos).

En este sentido, el derecho a la integridad personal se puede definir como aquel que tienen los niños, las niñas y los adolescentes para ser protegidos contra todas las acciones o conductas que causen muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. Por lo tanto, es uno de los derechos más fundamentales a inculcar a nuestros hijos.

En este artículo, nos centraremos en la integridad como ser humano cuando hacemos, decimos y somos como realmente sabemos que queremos ser.

Desde un punto de vista más ético, manejarse con nuestros valores personales y compartirlos con nuestros hijos para que a la vez, los compartan con las relaciones en la comunidad de personas con las que se tenga contacto y se sientan íntegros, es algo que conlleva lealtad, veracidad, sinceridad, respeto o empatía.

Cómo enseñar a nuestro hijo a ser una persona íntegra

Para comprender mejor qué significa ser personas íntegras y coherentes, vamos a revisar algunos ejemplos prácticos. A través de estos podremos hacer reflexionar a nuestro hijo o hija sobre qué supone tener integridad. Recuerda, que nuestro ejemplo es la mejor forma para inculcar estos valores a los niños.

1. Hacer lo que decimos que vamos a llevar a cabo.

2. Cumplir las promesas que hagamos a nuestros hijos.

3. Ser puntuales para ir al colegio o a la fiesta de cumpleaños o a casa de los abuelos. Este pequeño detalle muestra que somos personas que tenemos en cuenta las necesidades de los demás y que nos comportamos de forma coherente a lo que nos gustaría que hicieran con nosotros.

4. No mentir a los niños, para que aprendan a decir la verdad.

5. Animarles a no usar la fuerza física a frente a otros niños que no la tienen.

6. Enseña a tus hijos a decir la verdad aunque ello le duela. En caso de que sea una verdad dirigida a otra persona, debemos enseñarles a comunicarla de una forma asertiva.

7. La empatía es uno de los valores que mejor nos hace comprender la integridad. Sé empático con tu hijo.

8. Escúchales para saber qué es lo más integro e importante para ellos.

9. Cumplir con las obligaciones es ser una persona íntegra. Muéstrales a los niños cuáles son tus obligaciones y cómo las llevas a cabo, para que ellos puedan tomar nota de tu ejemplo.

10. Hacer lo que tenemos que hacer en cada momento, es demostrarle integridad.

11. Una persona que respeta a los animales, es una persona íntegra. Enseña a tus hijos a respetar a los animales, pero también al resto de seres vivos que nos rodean, como las plantas.

12. Un niño que actúa desde el corazón será siempre íntegro a sí mismo y a los demás. Muéstrale que este camino le llevará lejos.

13. Cumplir con las responsabilidades de cada día es ser un ejemplo de integridad que nuestros hijos admirarán en nosotros.

14. Un niño que evita hacer daño a los demás o que es consciente del daño que puede ocasionar ciertas pautas de comportamiento y las evita, es un niño con el valor de integridad inculcado.

[Leer +: Incoherencias de los padres al educar]

La anterior lista solo contiene algunos ejemplos de actitudes íntegras que podemos fomentar en nuestros hijos. Pero, además, te animo que continúes con este listado incluyendo, desde tu perspectiva, cuáles son el resto de valores que consideras esenciales.

¿Qué podemos hacer los padres para que nuestros hijos sean íntegros?

Respetar y respetarse, ser fiel a nuestros principios y valores familiares, saber actuar en cada momento y tomar decisiones oportunas forman parte de todo lo que le podemos transmitir a nuestros hijos desde la integridad.

Sé el modelo a seguir por tu hijo o hija; trabaja en ti todo lo que no te gustaría transmitirles y pide ayuda profesional si la necesitas.

Decía Gandhi: 'Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo' y no tendrás que enseñarle nada a tus hijos porque estarán siendo educados de manera silenciosa.

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