Consejos para aprender y educar a los niños en el optimismo
Enseña a tus hijos a ver la vida como un regalo mágico. 12 meses 12 pensamientos positivos
- Educar a los niños en el optimismo se puede y se debe hacer
- Cómo incorporar el optimismo en el día a día de los niños
- Cuentos y poemas para educar a los niños en y desde el optimismo
¿Cómo definirías tú el optimismo? Probablemente pienses en algo tipo: 'estar alegre, vivir la vida con ilusión'. ¡Por supuesto que sí! Y puede que también creas que sentirse así tiene más que ver con lo que nos sucede y con cómo nos van las cosas y no tanto con nosotros mismos. ¡Es ahí donde te equivocas! Se puede aprender a ser optimista y se puede educar en el optimismo a los niños. Si lo haces, conseguirás que sean felices, valoren lo que tienen y confíen en ellos para lograr cualquier cosa que se propongan.
Educar a los niños en el optimismo se puede y se debe hacer
¿Cómo podemos educar a los niños para que sean optimistas y tengan un pensamiento positivo? Se trata de un valor tan importante como los demás que debemos trabajar dentro y fuera de casa. No solo porque nos ayuda a ser felices y querernos más, sino porque será la base para una sana autoestima y una autoconfianza reforzada. ¡Introducir el optimismo en la educación de los niños se puede y se debe!
El optimismo es la llave de la felicidad, es la clave para vivir una vida plena con entusiasmo y poder disfrutar de cada momento, de cada ocasión. Y, para eso, enseñaremos a nuestros hijos a ver la vida como un regalo mágico que hay que saborear y como una posibilidad para crecer como personas. ¿Quieres saber todo lo que van a conseguir?
- Tus hijos podrán lograr todo lo que se propongan.
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- Se van a caer muchas veces, pero sabrán levantarse solos.
- Comprenderán que la vida es paciente, nos pondrá retos pero nos dará tiempo de sobra para superarlos de la mejor forma posible.
- Tus hijos aprenderán a atarse los zapatos, las tablas de multiplicar o a leer con soltura y lo harán con ilusión y alegría. Nada de agobios, nada de frustración, nada de sentirse derrotados.
- Disfrutarán su vida desde una vibración optimista, ¡y tú lo harás con ellos!
- Serán felices por mucho que los días se presenten lluviosos y sombríos.
Cómo incorporar el optimismo en el día a día de los niños
Cuando estás entusiasmado, brillas. ¿Recuerdas ese dicho que dice que el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío? Pues nosotros decimos que quienes tienen la maravillosa capacidad de verlo medio lleno son personas 'corcho' y, las otras, las que lo ven medio vacío porque así lo quieren o porque todavía no han aprendido a verlo del otro modo, son personas 'plomo'. ¡Decide de qué lado estás!
Las personas plomo son pesimistas, lo ven todo negro, transforman un día soleado en uno gris. Las personas corcho flotan y lo hacen a pesar del peso que, en un momento u otro, la vida les pueda poner. Sé una persona corcho y rodéate de personas que también lo sean porque, de este modo, atraerás la buena energía.
¿Qué más podemos hacer para contagiar a los niños optimismo? ¿Cómo pueden ellos incorporar esta buena onda en su día a día?
- Anímale a cambiar el 'no puedo' por el '¡sí se puede!'
- Construid una imagen de vosotros mismos positiva, buena y sin miedo al error.
- Suspender no es el fin, ¡cuéntaselo a tus hijos!
- Los fallos son buenos, nos animan a seguir adelante. ¡El que no se equivoca es porque no hizo nada!
- Invítales a que se vinculen al motor del amor y del pensamiento positivo.
- Dedica a los tuyos frases de amor llenas de optimismo.
- Deja de lado las prisas y pasa tiempo de calidad en familia. ¡Adiós al móvil!
- Habla con paciencia, tranquilidad, mucho amor y energía positiva.
Cuentos y poemas para educar a los niños en y desde el optimismo
Los cuentos y los poemas, uno de nuestros recursos preferidos para casi todo, también nos pueden echar una mano a la hora de mostrar el valor del optimismo en casa. ¡A ver qué te parece la selección que hemos preparado para ti!
1. Julián, el pesimista
Este poema nos cuenta cómo ser optimistas, y no solo eso, sino que además nos dice cómo podemos identificar los pensamientos que nos arrastran hasta el pesimismo. ¡No te pierdas lo que le sucede a nuestro amigo Julián y la valiosa lección que le da su compañero!
2. La botella de la felicidad
El protagonista de este bello cuento está triste así que decide ir a una tienda en donde se vende alegría y felicidad. Gracias a esta metáfora enseñaremos a los peques de la casa que la felicidad está en nosotros mismos, ¡no depende de nadie más!
3. Barón y el niño que estaba triste
En este otro relato corto llamado 'Barón y el niño que estaba triste', se habla de la tristeza y la alegría como emociones básicas a las que hay que darles el lugar que se merecen y, por supuesto, saber expresarlas para poder compartirlas con los nuestros.
4. El caso del Dr. Cepi
¡Ser optimista es el mejor superpoder que podemos tener! Y sino pregúntale a nuestro amigo el Dr. Cepi a quien no le quedó de otra que elegir qué hacer para derrotar a la Dama Negra, un ser malvado que tenía la intención de arrebatarle la alegría y la ilusión.
5. La ciudad sin colores
¿Sabías que una simple sonrisa puede llenar de alegría un día gris? Resulta que la habitación, la casa y hasta la ciudad en la que vive Violeta se han quedado sin colores. Tras mucho investigar, descubre que la gente está triste porque no hay colores y que los colores se han marchado porque el mundo está triste. ¿Quieres saber qué idea tan maravillosa se le ocurre para poner solución a este gran problema? ¡A tus hijos les va a encantar!
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