Enseñar a los niños a ser más altruistas y solidarios ayudando a los demás

Cuando pensamos en la clave del éxito real, ese que ayuda a nuestros niños a ser mejores personas, son muchos los que consideran que es suficiente con luchar a diario para alcanzar los objetivos que se han marcado. Perseguir y persistir en nuestros propósitos es algo que debemos fomentar en los niños para que sean adultos sanos y exitosos, pero también que ello no se obtiene solo desde el ego. Dentro del proyecto 12 meses 12 cualidades, nos preguntamos cómo enseñar a los niños a ser más altruistas y solidarios.

La sociedad en la que vivimos implica relacionarse con los demás; somos seres sociales que, en mayor o menor medida, necesitamos de los demás para sentirnos queridos y apoyados. Por ello, debemos enseñar a los niños a asumir su papel dentro de la sociedad y establecer relaciones basadas en la solidaridad y el altruismo.

Cómo explicar a los niños qué significa ser altruistas

El altruismo implica ayudar a los demás de forma desinteresada, es decir, sin esperar nada a cambio. Sin embargo, el hecho de ser altruistas o solidarios siempre lleva aparejado un sentimiento de cariño y admiración por parte de aquellos a los que ayudamos.

De este modo, quizá no obtendremos una recompensa material, pero sí una recompensa que nos hará sentir mucho mejor con nosotros mismos, a la vez que mejorará las relaciones que establecemos con los demás. Nos ayudará a trabajar por la sociedad y la gente que nos rodea y esto, al mismo tiempo, nos ayuda a construir nuestra propia esencia. De ahí, la importancia de enseñar a los niños a ser más altruistas.

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Los beneficios de enseñar a los niños a ser más solidarios

Enseñar el concepto de altruismo a los niños puede ser un poco complicado, ya que no es algo tangible que ellos puedan manipular, ver, tocar y, por tanto, hacerse una idea clara. Por ello, debemos explicarles que todo en esta vida está conectado y que si ayudamos a los demás estamos también cultivando nuestra propia identidad y, lo que es mucho mejor, amor.

Cuando cultivamos el altruismo y la solidaridad, estamos contribuyendo a que los demás se sientan bien. Y, sin duda alguna, con ello también nos sentiremos bien nosotros. Por este motivo, cuando fomentamos el altruismo en los niños, ellos empiezan a interiorizar las bases de esta actitud positiva hacia la vida y hacia los demás, lo que los llevará a sentirse más realizados y su autoestima también mejorará.

Cómo fomentar el altruismo en el día a día de los niños

Hay muchas maneras en las que los padres podemos fomentar la actitud altruista en nuestros hijos. Sin embargo, lo primero y lo más importante es que nosotros adoptemos también esta forma de enfrentarnos al día a día, ya que somos el espejo donde ellos se miran. Nunca podemos olvidar que educar desde el ejemplo es la mejor forma para que nuestros niños interioricen las diferentes lecciones. Así, lo importante es que nosotros mismos empecemos a ser altruistas y a implicarnos en campañas de solidaridad.

1. Compras y alimentación sostenible para hacer un consumo responsable
Una de las maneras con las que podemos empezar a dar ejemplo y a fomentar la solidaridad y el altruismo en los niños es mediante las compras diarias que realizamos. Si compramos productos ecológicos, que sean respetuosos con el medio ambiente, que tengan una procedencia justa... les estaremos transmitiendo a los niños la necesidad de cuidar del planeta y la gente que lo puebla, tanto para nosotros como para los demás.

Así mismo, también podemos optar por hacerles entender que los recursos del planeta son limitados, por lo que no se puede tirar comida.

2. Campañas solidarias escolares
Las campañas solidarias que se llevan a cabo en las escuelas también son un gran ejemplo con el que podemos fomentar esta visión altruista de la vida en los niños. Todas las escuelas, u organizaciones que tengamos cerca, llevan a cabo campañas de solidaridad. Por ejemplo, hay algunas de ellas que recolectan alimentos para aquellos que no se pueden permitir comprarlos. Del mismo modo, hay campañas en las que recoge ropa que ya no se use o bien juguetes para que ningún niño se quede sin un regalo por Navidad.

Si nosotros empezamos por participar en estas campañas, será mucho más fácil que nuestros hijos se involucren en ellas. Así, podemos empezar por donar juguetes con los que no jueguen o su ropa vieja y hacer que sean ellos los que la depositen al contenedor habilitado para ello. Del mismo modo, cuando se haga una recolecta de alimentos, podemos pedirles que nos ayuden a preparar una pequeña cesta con ellos y hacer que sean ellos los que hagan su entrega a la persona o entidad organizadora.

3. Proyectos de ONGs y donaciones
Hay una gran cantidad de campañas de solidaridad que se llevan a cabo desde varias ONGs. Algunas de ellas son puntuales, como puede ser el caso de un desastre climático en algún país. Otras, por ejemplo, son proyectos a largo plazo, como aquellos en los que se envían alimentos y medicinas a los países más desfavorecidos, o bien aquellos en los que se investiga sobre alguna enfermedad. ¿Alguna vez os habéis planteado hacer un voluntariado en familia?

En ambos casos, hacerles partícipes de pequeñas donaciones hará que tomen consciencia de lo afortunados que son ellos por tener todo cuanto necesitan y que aprendan sobre la gratitud. Del mismo modo, también notarán lo bien que se sienten cuando saben que otra persona estará mejor gracias a su pequeño gesto.

Fomentar el altruismo y la solidaridad en los niños es crucial, no solamente para que ellos se sientan mejor, sino también para convertir la sociedad en la que vivimos en un entorno más saludable. Con ello, nuestros pequeños conseguirán mejorar su autoestima a la vez que estarán construyendo una sociedad mucho más saludable en la que vivir más plenamente.

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