Inclusión a través del lenguaje de señas

Los niños son como pequeñas esponjas que absorben sin esfuerzo y continuamente grandes cantidades de información de su entorno y luego la interpretan activamente. Cada pequeña cosa que absorben crea conexiones en su cerebro. En los seis primeros años de vida, el cerebro de un niño puede formar más de un millón de conexiones neuronales cada segundo, algo que no se vuelve a repetir. De esta forma, nuestros hijos aprenden más en esta etapa, conocida como primera infancia o infancia temprana, que en cualquier otro momento de su vida, lo que sienta las bases para el desarrollo holístico de sus necesidades sociales, emocionales, cognitivas y físicas.

La primera infancia es la etapa adecuada para educar a nuestros niños en valores. En esta etapa, el cerebro de nuestros hijos está extremadamente abierto al aprendizaje, y lo que aprenden permanece con ellos el resto de su vida. Enseñar valores a nuestros pequeños es fundamental para ayudarles a formar su carácter, sus actitudes y su comportamiento a medida que se desarrollan.

Nuestros niños aprenden valores a través de la interacción con nosotros como padres, por lo que es esencial predicar con el ejemplo, centrándonos en animar y enseñar a nuestros pequeños a vivir según los valores correctos y guiar su desarrollo moral para que se conviertan en personas amables, empáticas y respetuosas. La inclusión es, sin duda, uno de los valores más importantes que debemos inculcar en nuestros hijos.

La importancia de enseñar el valor de la inclusión

La inclusión es un término que se refiere a la compresión, aceptación y respeto sin prejuicios ni juicios hacia todas las personas, independientemente de su origen, raza, género, condición social, religión, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra característica. Nuestros niños deben aprender a ser inclusivos desde que son pequeños para que crezcan asimilando los valores correctos sin discriminar a nadie, y desarrollen habilidades como la empatía, la tolerancia y el respeto hacia los demás.

Por naturaleza, los niños son más tolerantes, pero también absorben las actitudes y creencias de quienes les rodean. Cuando enseñamos a nuestros pequeños la inclusión, podemos contrarrestar los prejuicios sociales y ayudarles a comprender que los estereotipos no son un reflejo fiel de comunidades o individuos. Al eliminar estos obstáculos, animamos a nuestros niños a crecer con una mentalidad más abierta, por lo que es más probable que acepten la diversidad, desafíen la discriminación, se opongan a la injusticia y tomen conciencia de sus propios prejuicios. Todos estos aspectos son fundamentales para prevenir el bullying y la exclusión social.

Necesitamos hablar de inclusión con nuestros niños en sus primeros años de vida. Debemos enseñar a nuestros hijos a aceptar las diferencias en lugar de rechazarlas o tenerles miedo exponiéndoles a una variedad de etnias, culturas, costumbres, tradiciones, perspectivas y capacidades. Gracias a esta exposición podemos mejorar la comprensión y empatía en nuestros pequeños. Una de las formas más interesantes de enseñar a nuestros pequeños sobre la importancia de la inclusión y la diversidad es a través del lenguaje de señas.

¿Qué es el lenguaje de señas?

El lenguaje de señas es una forma de comunicación y expresión que ofrece a las personas sordas, con discapacidad auditiva o con dificultades para hablar la oportunidad de comunicarse mediante gestos y movimientos con las manos, lenguaje corporal y expresiones faciales, en lugar de palabras habladas. Hay muchas lenguas de señas diferentes en el mundo, cada una con sus características y vocabulario únicos. La forma más común de lengua de señas en España es la lengua de signos española (LSE).

Como indica Definicion de, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció que cada 23 de septiembre, coincidiendo con el día en que se creó la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD) en el año 1951, se celebra el Día Internacional del Lenguaje de Señas. El objetivo de esta conmemoración es apoyar y proteger la identidad lingüística y la diversidad cultural de todas las personas sordas y otros usuarios de la lengua de signos.

El lenguaje de señas como herramienta para fomentar la inclusión

Si bien es cierto que el lenguaje de señas suele asociarse a las personas sordas, con discapacidad auditiva o con dificultades de comunicación, también es herramienta poderosa para fomentar la inclusión.  Al introducir a nuestros hijos en el mundo del lenguaje de señas, podemos enseñarles las experiencias y desafíos de las personas sordas, con discapacidad auditiva o con dificultades para hablar, fomentando su empatía y respeto. En este aspecto, el CNLSE (Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española) ofrece muchos recursos interesantes para que este proceso sea más sencillo.

Al aprender a comunicarse a través de señas, nuestros niños tendrán la oportunidad de interactuar y formar amistades con personas sordas, con discapacidad auditiva o con dificultades para hablar en diferentes entornos. Esto no solo enriquecerá sus experiencias sociales, sino que también les ayudará a valorar la diversidad y promover la inclusión en la sociedad.  

En un mundo que se está volviendo cada vez más diverso e interconectado, nuestros hijos interactuarán cada vez más con personas de diferentes culturas, razas, géneros, condiciones sociales, religiones y orientaciones sexuales. Gracias al lenguaje de señas podemos preparar a nuestros niños para que se conviertan en ciudadanos globales que valoran la diversidad y la inclusión, y que puedan aceptar y respetar sin prejuicios ni juicios a todas las personas.

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