Cuándo ir al hospital si creo que estoy de parto - ¿Son contracciones?

Cuando se acerca la fecha probable del nacimiento del bebé, crecen la ansiedad y el miedo: '¿Me daré cuenta cuándo tendré contracciones de parto?' '¿Tengo que ir rápidamente al hospital?' '¿Y si no llego?' Estas y otras muchas preguntas invaden a la mamá, especialmente primeriza, quizá durante todo el embarazo y más específicamente, cuando el nacimiento del niño es inminente.

Si bien las manifestaciones son diferentes en cada una, hay pautas generales que guían a la mujer en este proceso. Es importante aclarar que iniciar el trabajo de parto no implica un nacimiento inmediato. El tiempo que dura puede variar de una mujer a otra, puede ser desde horas y llevar días.

Señales que indican el inicio del trabajo de parto: ¡hora de ir al hospital!

Para identificar que el trabajo de parto se acerca, presta atención a lo siguiente:

• Sensación de que el niño se ubicó mas abajo (‘se encajó’) con lo cual la panza puede notarse más descendida, dejando la región estomacal un poco liberada, pero con mayor presión sobre la pelvis
• Esto explica la necesidad de orinar frecuentemente, ya que la cabeza del bebé presiona sobre la vejiga
• La zona torácica puede sentirse más aliviada
• Modificaciones en el flujo vaginal: la abertura del cuello del útero se encuentra protegida por un tapón mucoso que la recubre durante todo el embarazo. Gracias a la acción de las contracciones el cuello comienza a dilatarse y así, en algún momento, ese tapón mucoso es empujado hacia la vagina y expulsado en forma de flujo de color rosa, marrón o sanguinoliento
• Contracciones leves y sin regularidad: se siente como un ligero calambre en la zona del abdomen el que también se endurece al tacto

¿Qué son las contracciones y cuál es su función?

El útero es un músculo con la forma de pera invertida, atravesado por fibras musculares lisas que se contraen de manera involuntaria, es decir, sin que la mujer pueda controlarlas. Contiene células con receptores específicos para diferentes hormonas que se segregan durante el embarazo y que influyen también en las contracciones uterinas (oxitocina, progesterona, estrógenos).

Las contracciones rítmicas e intensas del final del embarazo ayudan al acortamiento del cuello del útero y a su dilatación. Asimismo, cada contracción aumenta la presión dentro del útero y va empujando al bebé por el canal de parto. Es útil comparar las contracciones con olas del mar: sentir cómo comienzan, llegan a su punto máximo y luego rompen en la playa dando paso a la tranquilidad y relajación, para luego de un momento, volver a comenzar.

Tipos de contracciones durante el embarazo

Existen diferentes clases de contracciones (‘olas uterinas’) que se suceden en el embarazo: las hay imperceptibles, ya que tienen una intensidad muy leve y son de baja frecuencia. Se dan en las primeras etapas hasta la semana 28 de gestación, son las conocidas como Contracciones de Álvarez. También existen contracciones llamadas Focales que se producen solo en un área del útero provocadas por algún movimiento del bebé y son de baja intensidad.

Luego están las Contracciones de Braxton Hicks: se producen en un área más grande del útero y si bien no son dolorosas o intensas, se puede sentir que la panza se endurece de repente a raíz de un movimiento del bebé o de la mamá. Comienzan a notarse hacia la segunda mitad del embarazo y van aumentando en cantidad e intensidad a medida que pasa el tiempo. Su característica principal es que no son rítmicas (es decir, no tienen una frecuencia de tiempo regular: pueden aparecer cada 15 minutos y luego cada 30) y no son especialmente dolorosas.

Más cerca del momento del nacimiento aparecen otras contracciones (de preparto o prodómicas) que tienen la función de madurar, ablandar y dilatar el cuello uterino y estas sí pueden llegar a causar molestias, ya que si bien no son regulares, son más intensas por la tarea que deben llevar a cabo.

Por último, las contracciones de parto son regulares, intensas y progresivas, es decir se producen cada cierto tiempo fijo (por ejemplo, exactamente cada 10 minutos) lo que permite a la mamá relajarse entre una contracción y otra, y prepararse mental y físicamente para la próxima que está por llegar. A medida que se acerca el nacimiento, se hacen más intensas, más frecuentes y de más duración. Se pueden sentir en la zona baja del abdomen y en la región lumbar. Por lo general, es en este momento cuando el médico obstetra recomienda acudir al Hospital.

Contar con esta información es importante, ya que si este tipo de contracciones aparecen antes de la semana 37, es necesario efectuar una consulta médica. Después del parto, surgen las contracciones de alumbramiento que suelen tener lugar unos minutos luego del nacimiento del bebé y tienen la finalidad de expulsar la placenta. Si bien son intensas, son de corta duración.

Las contracciones del postparto (llamados comúnmente ‘entuertos’) pueden darse hasta una semana después de dar a luz y tienen la función de ayudar al útero a que vuelva a su tamaño normal. Conocer los distintos tipos de contracciones que tienen lugar durante el embarazo tranquiliza tanto a la mamá como a la familia y, junto con las indicaciones del médico obstetra, ayuda a tomar mejores decisiones acerca de cuándo acudir al centro de salud.

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