La Cerrada - Práctica posparto ancestral para las mujeres que dan a luz
Conoce más sobre esta antigua práctica mexicana para todas las mujeres tras el alumbramiento
- Aspectos clave la práctica posparto mexicana para las nuevas mamás - La Cerrada
- Algunos beneficios de La Cerrada para las mujeres que dan a luz
- 7 infusiones que se usan en la práctica posparto de La Cerrada
- Revalorizar a la maternidad a través de La Cerrada en el puerperio
La Cerrada, una práctica posparto ancestral para las mujeres que dan a luz, ha recobrado auge en la actualidad. Sus raíces se remontan a México, específicamente en la cultura maya, cuando las mujeres ayudaban a las que recién habían tenido un parto a dar una especie de agradecimiento a su cuerpo justo tras dar a luz. Conoce más sobre esta antigua práctica mexicana que todas las mujeres pueden llevar a cabo tras el alumbramiento.
Aspectos clave la práctica posparto mexicana para las nuevas mamás - La Cerrada
El rito de La Cerrada es crucial en la recuperación y el bienestar de las nuevas madres. Se caracteriza por el uso de mantas o telas para envolver el cuerpo de la mamá. Se comienza en los pies y se extiende hacia arriba, envolviendo cuidadosamente cada parte del cuerpo. Este proceso no es solo físico, sino también simbólico, representando la reunificación de la madre consigo misma.
Es reconocer el proceso de apertura y separación experimentado durante el embarazo y el parto. Este tipo de envoltura proporciona una sensación de contención y seguridad, muy similar a un abrazo cálido y protector. Envolver el cuerpo también tiene beneficios físicos como proporcionar calor y compresión, que ayuda a estimular la circulación sanguínea.
Sin embargo, más allá de los aspectos físicos, La Cerrada impacta en la sanación emocional y espiritual de la madre. El parto, en particular si es difícil o traumático, puede dejar huellas muy profundas en el bienestar emocional de una mujer, por lo que este ritual ofrece un espacio sagrado para que las madres procesen sus vivencias de parto, reconecten con sus cuerpos y sanen sus heridas emocionales.
Al ser envueltas, las madres experimentan una sensación de ser sostenidas y cuidadas, lo que puede ser extremadamente poderoso en el proceso de recuperación emocional. La Cerrada les brinda una oportunidad para cerrar un capítulo significativo en sus vidas y comenzar otro con una sensación renovada de fortaleza y serenidad.
Se puede decir que La Cerrada es una síntesis de cuidado físico y emocional, proporcionando a las nuevas mamás una transición más suave hacia su nueva etapa de vida. Este ritual reconoce y honra el cuerpo y la manera de recuperarse, ofreciendo un espacio de comprensión, empatía y reconexión. La Cerrada es esencial para recordar la importancia de cuidar no solo del bebé, sino también de la madre.
Algunos beneficios de La Cerrada para las mujeres que dan a luz
¿Sabías que al rito de La Cerrada también se le conoce como el ritual de cierre de huesos? Dado que durante el parto la mujer 'se abre' para dar paso a la nueva vida, las mujeres de la cultura maya creen que al envolver a la nueva mamá en rebozos pueden reunificar sus huesos y sus órganos internos, a la vez que dan gracias al propio cuerpo por dar vida a un nuevo ser.
La Cerrada es una práctica posparto tradicional aún muy presente en diversas culturas, sobre todo en la medicina tradicional mexicana y en algunas comunidades indígenas del sur del país. Este ritual ayuda a la madre a recuperar su fuerza física y emocional después del parto, marcando el fin de su viaje de embarazo (que comenzó en la concepción) y alumbramiento, facilitando su transición hacia la maternidad.
Los principales beneficios de La Cerrada son:
- Como el parto es un evento transformador en la vida de una mujer, tanto física como emocionalmente La Cerrada simboliza el paso final de estar embarazada a convertirse en madre. Los mayas creen que el cuerpo y el espíritu de la mujer se abren durante el embarazo y el parto, así que este ritual sirve para 'cerrar' simbólicamente lo que se ha abierto.
- Gracias a que el ritual se lleva a cabo con la ayuda de una doula, una partera o mujeres experimentadas de la comunidad, se crea un ambiente de apoyo y empatía. La presencia de estas mujeres le recuerda a la nueva madre que no está sola en su viaje.
- A pesar de ser un rito antiguo, La Cerrada ha ganado popularidad en la cultura moderna como una práctica de autocuidado posparto, debido a que se cuida no solo la salud física, sino también la emocional y mental de las madres después del parto, lo que las ayuda a sentirse más centradas, seguras y conectadas consigo mismas.
Aunque La Cerrada es más conocida en México, su práctica se extiende a otros países de algunas regiones de Latinoamérica, como Guatemala y Ecuador. En Europa, especialmente en España y Portugal, existen prácticas análogas que buscan ayudar a la madre a recuperarse física y emocionalmente después de dar a luz. En Asia se practican rituales parecidos y aunque varían en técnica y simbolismo, comparten el objetivo de apoyar en la recuperación posparto.
7 infusiones que se usan en la práctica posparto de La Cerrada
El ritual de La Cerrada, además de envolver el cuerpo de la madre en el posparto, también hace uso de infusiones herbales para la sanación y el bienestar de la madre. Estas infusiones son cuidadosamente seleccionadas por sus propiedades terapéuticas y simbolismo, ya que se utilizan para nutrir, calmar y revitalizar a la nueva madre. Aquí, las más comunes:
- Manzanilla (Matricaria chamomilla). Conocida por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Ayuda a relajar los músculos tensos, calmar la ansiedad y promover un sueño reparador. Es auxiliar en la digestión, aspecto importante en la recuperación posparto.
- Menta (Mentha piperita). Se incluye por sus propiedades digestivas y su capacidad para aliviar las náuseas, lo que es especialmente útil después del parto. También es refrescante y revitalizante, ayudando a levantar el ánimo de la madre.
- Hierba de San Juan (Hypericum perforatum). Tiene propiedades antidepresivas, por lo que la Hierba de San Juan es útil para las madres que enfrentan cambios emocionales y posibles síntomas de depresión posparto. Siempre debe usarse con precaución y bajo supervisión.
- Lavanda (Lavandula angustifolia). Posee efectos relajantes, no solo por su aroma, sino por su composición. Una infusión de lavanda ayuda a las madres a aliviar el estrés, mejorar el sueño y promover un sentido de bienestar general.
- Milenrama (Achillea millefolium). Es utilizada para tratar heridas y detener el sangrado, la milenrama es beneficiosa para ayudar en la recuperación de los tejidos y la regulación del ciclo menstrual después del parto.
- Ortiga (Urtica dioica). Es rica en minerales y vitaminas. La ortiga es un tónico muy bueno para ayudar a reponer los nutrientes después del parto. Además, se cree que ayuda a estimular la producción de leche en las madres lactantes.
- Frambuesa (Rubus idaeus). La hoja de frambuesa es muy conocida por fortalecer y tonificar el útero, por lo que se usa en La Cerrada para la recuperación posparto. También es rica en vitaminas y minerales esenciales.
Revalorizar a la maternidad a través de La Cerrada en el puerperio
A últimas fechas se pasa por alto la importancia de la recuperación posparto, ya que muchas mujeres hacen su vida normal uno o dos días después de dar a luz. Por ello, La Cerrada brinda un reconocimiento vital a la jornada de la maternidad y ofrece a las nuevas madres una forma de ser honradas y cuidadas, recordándoles que su bienestar es esencial.
Una madre saludable y apoyada está mejor preparada para cuidar de su hijo y participar en sus actividades cotidianas que aquella que no dimensiona que el cuidado posparto es esencial para ese bienestar. Las mujeres mayas creen que La Cerrada es un rito de paso que ayuda a las mujeres a procesar su experiencia de parto y a transitar hacia su nueva identidad como madres.
Les brinda un espacio para la reflexión y el autocuidado, además, si han experimentado nacimientos difíciles o traumáticos, les ofrece un sentido de cierre y sanación. El acto de envolver el cuerpo ayuda a realinear la pelvis y los huesos, alivia la tensión muscular y ayuda a reducir la inflamación. Esta compresión suave pero firme apoya la involución uterina, es decir, ayuda al útero a regresar a su tamaño y posición normales.
Finalmente, el calor generado por las mantas o telas mejora la circulación sanguínea, lo que es crucial para la curación y la recuperación de la madre. También se puede solicitar La Cerrada después de un óbito fetal o cuando la madre perdió a su hijo después de los 4 meses de gestación, ya que la cadera también se ha ensanchado y se debe dar gracias por este periodo vivido con el pequeño.
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Bibliografía
- Aguarón Benítez, G. (2010) Manual de asistencia al parto y puerperio normal. Cambios en la madre durante el puerperio. Lactancia materna. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (ed.) España, pp. 1-13 Disponible en https://www.chospab.es/area_medica/obstetriciaginecologia/docencia/seminarios/2009-2010/sesion20100428_1.pdf