8 pruebas caseras que se usaban antiguamente para detectar el embarazo

Hoy en día es muy fácil confirmar un embarazo, inclusive cuando el mismo tiene muy pocos días de gestación. Más allá de las sospechas por la ausencia de la regla, que es un símbolo inequívoco de embarazo, existen unos test que son muy efectivos que se adquieren en cualquier farmacia y brindan resultados que en su gran mayoría son concluyentes. Siempre me pregunté cómo harían hace siglos para detectar un embarazo en la mujer. Al investigar encontré que, a lo largo de la historia, hubo una enorme lista de pruebas caseras de embarazo que se usaban antiguamente, métodos de dudosa fiabilidad, pero que, a pesar de su rareza, de igual manera eran puestos en práctica. En Guiainfantil.com te invitamos a conocerlos.

Los test caseros de embarazo más frecuentes en la Antigüedad

No siempre la medicina y la ciencia han estado tan avanzadas como lo están a día de hoy. Nuestros antepasados no contaban con las tecnologías de las que disponemos actualmente y tenían que buscar la manera de diagnosticar y tratar ciertas enfermedades o incluso de detectar un embarazo en las mujeres. A continuación, te contamos cuáles eran los métodos y pruebas más comunes que se utilizaban para saber si alguien estaba esperando un bebé dependiendo de la época y del lugar. ¿Te harías un test de embarazo casero así?

1. El método del sapo macho para diagnosticar un embarazo

Hasta finales de la década de 1970, era habitual usar sapos machos para detectar un embarazo. La salvedad de este método es que solo era efectivo si la gestación era de varias semanas. El método consistía en inyectar orina de la mujer 'supuestamente' embarazada en el animal. Posteriormente, el médico observaba la orina del sapo en el microscopio para detectar si había hormonas masculinas. Si esto era así, significaba que la mujer estaba encinta. Esto, aunque parezca increíble, tenía una base científica, pues la hormona que produce una mujer embarazada denominada gonadotropina coriónica humana (hCG) es la que produce esa respuesta en los sapos y también en otro tipo de anfibios.

2. La prueba casera de embarazo de la cebolla en la Antigua Grecia

Este método sí que resulta un tanto extraño. Era muy común que, durante el periodo de la Grecia antigua, para saber si una mujer estaba embarazada, se introduciera un trozo de cebolla ¡dentro de su vagina! La supuesta embarazada tenía que estar con el tubérculo en sus partes íntimas durante toda una noche y, si al día siguiente la cebolla aún tenía gusto, esto significaba que la mujer estaba esperando un bebé. Este método fue creado por Hipócrates quien es considerado el padre de la medicina moderna.

3. Los test de embarazo en el Antiguo Egipto 

Ya sabemos que los egipcios fueron pioneros en un montón de inventos y, según los expertos, lo fueron en ginecología y obstetricia. Tenían entre sus recetas más efectivas un poderoso anticonceptivo que consistía en un supositorio que se introducía en la vagina de la mujer compuesto con deposiciones de cocodrilo, carbonato de sodio y un poco de miel. Por otro lado, también idearon un método para conocer si una mujer estaba embarazada e inclusive podían saber cuál era el sexo del bebé. Lo que hacían era colocar en dos recipientes semillas. En uno ponían semillas de cebada y en el otro de trigo. A continuación, le pedían a la mujer que orinara en cada uno de los recipientes y los dejaban reposar varios días. Si observaban que habían germinado las semillas de trigo, significaba que la mujer estaba embarazada de una niña mientras que si brotaban las semillas de cebada, el bebé esperado era niño. Si no germinaba ninguna de las semillas, esto significaba que no había embarazo. Este método casero de embarazo se comprobó científicamente y resultó tener un 70 por ciento de eficacia.

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4. ¿Cómo detectaban en China si una mujer estaba embarazada?

En China, los médicos y especialistas encontraron un método que supuestamente era efectivo. Era simple y para nada invasivo, aunque no siempre era acertado. Consistía en revisar el pulso de la mujer y, de acuerdo a su regularidad, determinar si existía un embarazo o no.

5. La forma de averiguar si una mujer estaba embarazada en el Imperio Romano

En el antiguo Imperio Romano también utilizaron un método similar al de los chinos. Sin embargo, era una observación muy poco ortodoxa, pues prestaban atención al comportamiento de la mujer. Si actuaba un poco alocada, esto era señal de que estaba embarazada.

6. Las pruebas de embarazo durante la Edad Media

A lo largo de la Edad Media, incluso hasta el siglo XVII, se utilizaba un método que incluía la observación de la orina de la mujer. Si la misma presentaba espuma de color blanquecino, era señal de que la mujer estaba esperando un hijo.

7. Así se sabía en Francia si una mujer estaba embarazada

Antiguamente, en Francia se hacía una prueba casera de embarazo en la que se incluía vino. La embarazada tenía que orinar en un recipiente que contenía un poco de esta bebida. Si se enturbiaba la orina, era señal de embarazo. 

8. Test de embarazo antiguos en Alemania

En este caso, los alemanes hacían uso de algo que hasta día de hoy se emplea. Si notaban que la mujer tenía antojos de alimentos extraños que no comería normalmente, era señal de que estaba esperando un bebé.

Otras pruebas de embarazo que se realizaban en casa antiguamente

Hasta aquí has podido ver los 8 métodos más comunes para detectar un embarazo en la Antigüedad, pero lo cierto es que NO son los únicos. Hay cientos de técnicas caseras que ponían en práctica nuestras abuelas para saber si estaban gestando un bebé o no. A día de hoy, incluso, se siguen realizando algunas de ellas, eso sí, se hacen a modo de 'juego' para ver si adivinan el resultado o no. Estos test caseros de embarazo no tienen rigor ni evidencia científica y, por eso, siempre deben ser verificados por medio de un test de farmacia o un análisis de sangre (o acudiendo al correspondiente médico o especialista).

¿Son fiables este tipo de métodos para saber si estoy embarazada?

Algunos de ellos, como el del trigo y la cebada, tiene estudios detrás que admiten tener un alto porcentaje de fiabilidad, sin embargo, hoy en día, con todos los avances con los que contamos verdaderamente eficaces, no tiene mucho sentido poner en manos del ‘azar’ algo tan serio como un embarazo.

Te recomendamos que, si crees que puedes estar embarazada, sigas uno de estos tres pasos:

- Acudir a la farmacia y comprar un test de embarazo.
Dependiendo del tipo de test que compres será más o menos costoso, pero en cualquiera de los casos, su porcentaje de acierto es muy alto desde el primer día de retraso menstrual. Lo ideal es hacérselo por la mañana, con la primera orina del día que es la que, en caso de embarazo, tiene más concentración de la hormona hCG del embarazo. Una tira reactiva te dirá si estás esperando un bebé o no.

- Acudir a tu centro de salud para que te realicen un análisis de sangre.
Este también es uno de los métodos más fiables para saber si estás embarazada, ya que la hormona hCG es capaz de detectarse en sangre incluso unos días antes de que se produzca el retraso en la menstruación. El único inconveniente es que tendrás que esperar unos días hasta que analicen la sangre en el laboratorio y tu médico pueda darte los resultados.

- Acudir a tu ginecólogo o médico de confianza.
Si tienes dudas y no sabes muy bien qué hacer siempre será la mejor opción de todas. Un profesional de la salud será el único capaz de darte la información más veraz de todas e indicarte los pasos a seguir si finalmente resulta que estás encinta.

¿Y tú? ¿Conoces alguna otra prueba de embarazo que se utilizara en la Antigüedad? Siempre puedes dejarnos tus dudas y sugerencias en los comentarios. ¡Te leemos!

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