Gestiona tus emociones positivamente y sé una mamá más paciente

Te contamos qué puedes hacer para hacer una limpieza emocional en casa y mejorar el convivio familiar

Beatriz Martínez, Maestra y Periodista
Revisado por Angélica Joya, Psicóloga
En este artículo
  1. ¿Qué puedes hacer para empezar una limpieza emocional en familia?
  2. 6 razones por las que practicar todos los días la higiene emocional con la familia
  3. Cosas que puedes hacer para detener los pensamientos intrusivos

Seguro que has oído hablar en numerosas ocasiones de la higiene bucal, pero ¿has escuchado algo sobre la higiene emocional? Además de identificar las emociones de los hijos, gestiona tus emociones positivamente y sé una mamá más paciente. Así podrás estar en calma y empatizarás más con los niños. Angélica Joya, psicóloga infantil, te propone algunas actividades para empezar la higiene emocional todos los días con el fin de ser más pacientes y estar en armonía con tu familia.

¿Qué puedes hacer para empezar una limpieza emocional en familia?

Gestiona tus emociones positivamente

La higiene emocional supone darse cuenta de lo que sentimos en cada momento, si estamos tristes o contentos y por qué. Pero también quiere decir aprender a gestionar las emociones, estar más presentes y conectar con nuestro interior para poder ser más empáticos con los que nos rodean.

Para una buena higiene emocional puedes empezar haciendo en tu rutina un balbuceo simple de 5 minutos, una respiración profunda cada vez que cambies de actividad o de ambiente. También escuchar música que te anime y bailar por 5 minutos al día ¡eso ya te ayudará! Incluso aunque no seas la persona más emocionalmente consciente esto te centrará.

No es necesario ni recomendable esperar a estar a punto de estallar para pararse a reflexionar sobre lo que necesitamos: cuidar de la salud emocional es tan importante como cuidar nuestro cuerpo. Por eso te proponemos que hagas una limpieza emocional en familia.

Dedica unos minutos al cuidado de las emociones en cualquier momento del día que sea propicio para ello, por ejemplo, después del trabajo, antes de ir a buscar a los niños a la escuela o a última hora del día. Párate a pensar qué sientes, qué vas a hacer ahora y cómo crees que se sienten ellos. De este modo podrás conectar con tus hijos.

Respira hondo, toma aire por la nariz y suéltalo despacio por la boca, siendo consciente de esa respiración plena, así puedes centrar tu atención únicamente en el momento presente: siente el agua que corre por tu mano o el aire que mueve tu cabello.

Conecta con tu yo interior y rememora momentos que te han hecho feliz, por ejemplo, el instante en que tus hijos llegaron a este mundo y relativiza las cosas, dite a ti misma que lo estás haciendo genial y coge fuerzas para seguir adelante.

6 razones por las que practicar todos los días la higiene emocional con la familia

Razones para la higiene emocional de la familia

Debemos aprender a identificar las emociones que sentimos. Son parte de nuestra vida, de nuestro día a día, están ahí y nos acompañan en cada cosa que hagamos, ya sea trabajar o recoger a los niños del colegio. Pero su presencia continua no es el único motivo por el cual practicar la higiene emocional es tan importante:

  1. Nos ayuda a estar en calma y en paz con nosotras mismas y, gracias a ello, podremos ser más pacientes y empáticos con los niños.
  2. Enseñamos a los hijos que la salud mental es muy importante y que hay que cuidarla a diario.
  3. Aprendemos a hablar de los sentimientos de un modo totalmente natural, una enseñanza que transmitimos a los niños mediante nuestro ejemplo.
  4. Estamos más presentes para con nuestros hijos. Se potencia la escucha activa.
  5. Nos hace estar más felices y de mejor humor, y eso se nota en cualquier proyecto que queramos llevar a cabo.
  6. De la misma manera, es de gran utilidad para enfrentarse a los problemas o las dificultades que puedan surgir.

Cosas que puedes hacer para detener los pensamientos intrusivos

Cómo detener los pensamientos intrusivos

Muchas veces nuestra mente se engancha en una idea negativa, un pensamiento intrusivo que hace que nos sintamos culpables, menos capaces o agobiadas. Para lograr que esas ideas se alejen de tu mente también puedes practicar la higiene mental. De igual modo, muestra a los tuyos como ellos también pueden conseguir que su mente sea sana y que las ideas negativas no acaparen un valioso espacio.

Dejar que los pensamientos negativos ganen terreno es un error muy común hoy en día. Enfocarse en lo positivo debería ser nuestra premisa principal y para lograrlo hay una serie de acciones que puedes poner en práctica a lo largo de tu día. Inténtalo, no pierdes nada y sí ganarás mucho:

  • Visualiza un lugar o un momento vivido en el que te hayas sentido feliz. Lo que vas a conseguir con esto es que tu cerebro conecte con las emociones positivas.
  • Si lo que ha llevado a los pensamientos intrusivos ha sido un problema, trata de verlo desde otro punto de vista: puedes hacer una lista con algunas soluciones o pensar en aquellas personas que podrían ayudarte.
  • Otra cosa que resulta de gran ayuda es tomar un sorbo de agua y detener unos instantes la actividad que estabas haciendo.
  • Relaja tu cuerpo y tu mente escuchando una canción: haz algo que te llene emocionalmente para recargarte y seguir adelante.
  • Visualiza tu día, lista lo que ya has hecho, lo que te falta y lo que se puede dejar para mañana para estar más presente y consciente.
  • Toma aire despacio y mientras lo sueltas di unas bonitas palabras que llenen tu mochila de burbujas en lugar de pesadas piedras.

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