Responde todas las preguntas de tu hijo (aunque no sepas la contestación)

Como padres, nos emociona cuando nuestros hijos comienzan a balbucear cerca del año de edad, estamos a la expectativa de qué palabras serán las que pronunciarán, y luego a los 3 o 4 años generalmente ya comienzan a hablar, expresando sus emociones y preguntas al tiempo que van descubriendo todo lo que les rodea, como funciona el mundo y sus normas. Todos como padres hemos pasado por situaciones incómodas gracias a aquellos interrogantes de los cuales muchas veces no sabemos cómo responder. ¡No te preocupes!, te guiaré con algunos consejos para que aprendas a responder a esas preguntas de los niños que a veces nos llevan a una encrucijada.

¿Qué tan importante es dar respuestas a las preguntas de los niños?

Como padres disfrutamos cuando nuestro hijo es bebé, adoramos sus risas contagiosas, su inmensa ternura, sus pucheros y porque no, uno que otro llanto, y anhelamos, entre otras cosas, que comience hablar. Cuando el momento del balbuceo llega, nos emocionamos en pensar cuál palabra dirá primero, ¿será mamá? O ¿tal vez papá?, y una vez lo logra seguimos felices, enseñándole nuevas palabras y conceptos

A la par de su crecimiento, también su curiosidad por el mundo que lo rodea, queriendo encontrar contestación a muchas preguntas que van surgiendo en su cabeza. Es en este punto donde comienzan a hacernos una y mil preguntas que en muchas ocasiones no sabemos como dar respuestas, esta es una etapa que para los sicólogos es conocida como la etapa de los porqués que va entre los 3 y 7 años.

Sin embargo, como adultos tomamos actitudes equivocadas frente a esas incómodas preguntas de los niños que en su mayoría son relacionadas con temas sobre moral, sexo, drogas, amistad, religión, naturaleza o muerte, donde queremos zafarnos de ellas evadiéndolas, ridiculizándolas o respondiendo con enfado para dar por terminada la conversación, ignorando que si no somos nosotros, sus padres quienes aclaremos esas preguntas, indudablemente irán en busca de personas o lugares equivocados para responderlas.

Posibles preguntas que pueden llegar a paralizar a los padres

• ¿Cómo nací?
• ¿Cómo llegó mi hermanito/a la barriga de mamá?
• ¿Cómo se creó el mundo?
• ¿Por qué esa persona camina así?
• ¿Me voy a morir , o te vas a morir algún día?
• ¿Mi abuelito a dónde se fue cuando murió?
• ¿Quién es Dios?
• ¿De dónde vienen los bebés?
• ¿Por qué debo estudiar?
• ¿Por qué algunos niños tienen dos papás o dos mamás?

Consejos para responder asertivamente a las preguntas de los niños

Aunque no existe una fórmula para dar respuestas a preguntas de los niños incómodas, sí que podemos tener en cuenta algunos aspectos importantes para saber responder clara y asertivamente a esas inquietudes. Te compartiré algunos consejos para que puedas evitar dolores de cabeza cuando tu hijo te haga una pregunta que no sepas como responder.

1. Las preguntas de los niños también tienen reglas y límites

A veces surgen estos porqués en los momentos más inapropiados, por ejemplo cuando estamos apurados o con mucho trabajo y nuestra paciencia se agota con solo escuchar la primera pregunta, y es normal, no siempre estamos en entera disposición para responder a cada una de sus dudas, por eso debemos poco a poco enseñarles a manejar el concepto del tiempo y los deberes. ¿Pero esto, en qué afecta?, pues es un aspecto relevante, ya que si los niños son conscientes de que en la mañana se estudia mientras papá o mamá trabaja, en la tarde tendrán tiempo para jugar y preguntar lo que desee. Así, evitarás imprudencias de su parte.

2. No ignores las preguntas de los niños

Cambia tu actitud ante la lluvia de porqués de tus hijos, ellos no lo hacen para aburrirte ni cansarte, por el contrario, lo hacen para comprender y resolver mejor sus inquietudes frente al entorno y situaciones que los rodean. Si los ignoras, poco a poco dejarán de acudir a ti y preferirán resolverlo por su cuenta o con alguien que realmente los escuche y es allí donde se pierde la confianza y los lazos comunicativos entre padres e hijos, algo además peligroso, ya que no sabemos a dónde ni con quién buscarán esas respuestas.

Por eso, escúchalos primero y se empático al responderles, muchas veces contestamos lo que sea solo por salir de la situación y el niño se quedará con esa respuesta suelta en su cabeza. Si no respondes a sus porqués, cuando vuelva a pasar aquel incidente por el cual surgió su inquietud, se va a frustrar al no entender como tu respuesta no solucionó nada y, por el contrario, dejó un mar dudas.

3. Sé receptivo, escucha a tus hijos

Escucharlos hará que ellos organicen muy bien sus ideas para expresarlas en aquello que les genera duda o inquietud (les ayuda además a fortalecer su desarrollo cognitivo, habilidades blandas y lenguaje), lograrán concentrarse y canalizar sus emociones y acciones frente a aquella dificultad que les inquieta y crearán caminos hacia posibles respuestas. Practicar la escucha con los niños ayudará a desarrollar en ellos su manera de comunicarse y a gestionar sus emociones para llegar a buen resultado.

Tómate el tiempo de escucharlos e involucrarlos en distintas actividades, de este modo, ampliará sus conceptos, conocimientos y habilidades, seguramente, notarás que él tiene mucho para enseñarte y disfrutarás de las ingeniosas respuestas que puede llegar a darte.

Pero ¡cuidado!, Porque a veces habrá preguntas de los niños que para nosotros serán tontas, pero que para ellos son importantes, es por ello que debemos darles ese mismo valor, contestándoles de manera tranquila, bien explicado y con argumentos.

4. Presenta soluciones a los niños, tú eres su ejemplo

Las preguntas de los niños surgen cada día con todo lo nuevo que aprenden y descubren, y es necesario dar respuesta a sus inquietudes, de lo contrario no podrán tener bases ni desarrollar la lógica y el razonamiento ante una nueva incógnita.

Nuestros hijos son sorprendentes y maravillosos, muchas veces hacen cosas que no entendemos como las hicieron y ahí es donde los papeles se invierten, siendo tú quien haga las preguntas a ellos para saber cómo o por qué lo hicieron, y así como quieres respuestas, con esa misma emoción tú debes darle respuestas a él cada vez que se presente la oportunidad de hablar.

5. Responde a las preguntas de los niños con la verdad

Entiendo que algunos porqués de los niños serán difíciles de responder, pero debemos contestarlos con la verdad. Hay preguntas que nos ponen entre la espada y la pared, como por ejemplo, cuando te preguntan si vas a morir algún día o cómo se hacen los bebés, y frente a esta situación no debemos ocultarles la verdad, por el contrario, responderles claramente sin miedo a utilizar los términos adecuados (muertos, morir, cuerpos, engendrar).

Recuerda que la honestidad será la solución para generar en tu hijo confianza y credibilidad, así, las próximas veces que tu hijo tenga dudas, tendrá la convicción que en ti encontrará la respuesta clara y verdadera, o si no la sabes al menos intentarás encontrarla para él.

Para esta y otras preguntas que nos causen un poco de malestar, puedes emplear comparaciones o metáforas que lo ayuden a entender lo que estás tratando de explicarle.

6. Háblales en sus palabras, así tendrán respuestas claras

Es valioso al momento de entablar una conversación con nuestros hijos hablarles con un lenguaje apropiado para su edad, pues no es lo mismo hablar de temas como la muerte o el sexo con un niño de 6 años que con uno de 13 años, para esto, es importante conocer qué saben del tema, por qué surgieron sus dudas y qué conocimiento tienen, así sabremos por dónde guiar asertivamente nuestra explicación, además, a medida que la conversación avanza, es apropiado preguntarles qué han entendido, de esta manera, notaremos si están comprendiendo o no lo que les estamos diciendo.

¿Y qué pasa si no tenemos las respuestas a ciertas preguntas de los niños?

¡No hay ningún problema!, ser honesto con tu hijo es importante, decirle con cariño: 'mi vida no lo sé, pero vamos a buscar la solución' no te hará mal padre ni mala madre, por el contrario, le estás demostrando a tu hijo que en ocasiones no hay respuestas rápidas a sus dudas y que al igual que él, tampoco las tienes todas. Si le enseñas dónde buscar y cómo hacerlo, le estarás dando herramientas maravillosas para desenvolverse en la vida.

Muchas veces los papás me dicen que al no saber las respuestas a las preguntas de los niños se irritan y terminan discutiendo o haciéndolos llorar, y no debería ser de ese modo. Así como queremos que nuestros hijos sean hábiles en buscar soluciones y en manejar sus emociones, nosotros también debemos serlo. De lo contrario, ¿cómo aprenderá a buscar soluciones, si no lo ve en ti? Responder a los porqués de los niños también te ayudará como padre a reconocer que 'no no la sabemos todas', llevándonos a admitir  humildemente que nuestros hijos también son fuente de aprendizaje para nosotros.

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