¿Por qué mi perro se comporta raro después de que nació mi bebé?

¿Por qué mi perro se comporta raro después de que nació mi bebé?, suele ser una duda recurrente entre los nuevos padres. Aquí te diremos algunos tips sobre cómo manejar los celos de tu mascota tras la llegada del recién nacido, verás que sí se puede lograr una convivencia armónica en poco tiempo.

Cómo manejar los celos de tu mascota tras la llegada del recién nacido

Es cierto que cuando viene el bebé a casa, podemos ver algunos cambios de comportamiento en el perro, aunque obviamente van a depender de cada perro de forma particular, pero sí que muchas veces lo que pasa es que vemos que el perro quiere interactuar mucho menos con nosotros o que ya no quiere hacer tanta actividad como antes, lo que es algo bastante generalizado.

A partir de aquí el cambio de conducta va a depender de muchísimas cosas, por ejemplo, de si se ha generado una mala relación, si hay celos, si ya no estamos atendiendo la comunicación del perro y la estamos pasando por alto, pues obviamente va haber un cambio de conducta. En el caso de que nosotros no hayamos atendido esa comunicación del perro él tiene que cambiar su lenguaje a mayor intensidad.

¿A qué me refiero con que el lenguaje va a mayor? Vamos a poner este ejemplo: hablando de personas, si a mí hay alguien que invade mi espacio y yo le pido que me lo dé, se lo voy a pedir amablemente; si no me hace caso seguro que le voy a empujar porque me me siento amedrentado y si aún así no me hace caso, quizá yo tengo que seguir subiendo la intensidad para recuperar mi espacio porque estoy incómodo.

Justo esta es la escala del lenguaje de los perros: van aumentando la intensidad para hacerse entender y para decirnos que se sienten invadidos en su espacio. Entonces nosotros tenemos que interactuar aquí para que no haya cambios de comportamiento y malos aprendizajes, pero al final si hay o no cambios de conducta va a depender mucho de cada perro y estos cambios también.

¿Cómo puedo ayudar a mi perro para reconducir su modo de actuar?

Ante cualquier duda o cosa que veamos no hay que dejarlo alargar más porque todo comportamiento que se hace crónico, si bien se puede luego ayudar al animal, obviamente va a ser mucho más complicado. En cambio cuando está empezando ese cambio de conducta va a ser mucho más fácil reconducirlo porque a veces son cosas muy sencillas que por desconocimiento se están haciendo mal.

La recomendación es que ante la primera duda o primer cambio es acudir a un profesional y no dejarlo alargar más. Pensemos que la llegada de un bebé a casa es un evento que suele perturbar la dinámica familiar, la cual incluye a nuestras mascotas. Los perros, en particular, son susceptibles a cambios en su entorno, lo que se refleja en su comportamiento.

Como ya hemos dicho, al primer signo de cambio en el comportamiento o si sospechas que el perro está teniendo dificultades para adaptarse, es recomendable consultar a un etólogo canino o a un adiestrador profesional. Los expertos ofrecen estrategias y técnicas de modificación de comportamiento que son específicas para las necesidades individuales del perro y su situación familiar.

Recuerda que abordando estos aspectos con la debida anticipación y cuidado, es posible minimizar el estrés tanto en el perro como en los padres, facilitando una convivencia armónica y segura para todos los miembros de la familia, incluyendo el nuevo bebé. Los celos en tu mascota no son para minimizarle, al contrario, es un indicio de que se siente excluido por la atención que le das a tu recién nacido.

4 maneras de manejar los celos de tu mascota por tu bebé

Finalizamos con estas 4 recomendaciones para saber cómo actuar ante los celos de tu mascota:

1. Adaptación y entrenamiento previo. Antes de que llegue el bebé, es aconsejable comenzar a preparar al perro para los cambios. Esto puede incluir la exposición gradual a los sonidos de un bebé (como llantos o risas grabados), así como a nuevos olores (usando lociones o jabones del bebé cerca de tu mascota). Además, ajustar la rutina diaria del perro gradualmente puede prevenir estrés y ansiedad, adaptándolo a los horarios que probablemente cambien con la llegada del pequeño.
2. Establecimiento de límites seguros. Es importante enseñar al perro a respetar el espacio del bebé. Crear zonas seguras que entienda que son exclusivas para el niño, como la cuna o el espacio de juegos, ayuda a establecer límites claros. Utilizar barreras físicas cuando sea necesario puede facilitar este proceso, asegurando que el perro tenga su propio espacio donde pueda sentirse seguro y relajado.
3. Atención equilibrada. Mantener un equilibrio en la atención que se brinda al perro es fundamental. Aunque la llegada de un bebé naturalmente desvía gran parte de la atención de los padres, es vital continuar dedicando tiempo a interactuar positivamente con el perro. Esto incluye paseos regulares, tiempo de juego y entrenamiento. Ignorar las necesidades del perro puede llevar a comportamientos no deseados como ladridos excesivos, destrucción o incluso agresión.
4. Supervisión y manejo de interacciones. Cuando el bebé esté presente con el perro, siempre debe haber supervisión directa para evitar cualquier incidente. Interpretar correctamente el lenguaje corporal del perro puede prevenir situaciones de riesgo. Los signos de incomodidad incluyen orejas hacia atrás, gruñidos bajos, o evitar el contacto visual. Si se observan estos signos, es crucial darle espacio al perro y considerar la intervención de un profesional si el comportamiento persiste.

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