Lo que jamás deben hacer o decir los padres divorciados a sus hijos
Así afecta el divorcio a los niños según la edad que tenga
- 10 frases que nunca deberían decir los padres divorciados a su niño
- Cómo puede afectar el divorcio a los niños según su edad
Cuando una pareja trae al mundo a un niño/a, ambas partes esperan que juntos puedan compartir todos los momentos que esa dulce criatura les va a regalar y construir unidos un futuro para el pequeño. Esta es la estampa ideal con la que todos los padres sueñan, pero hay veces que las cosas no son como se desean. El hombre y la mujer encuentran desavenencias, entran en crisis y deciden divorciarse. Se trata de una situación de dolor y sufrimiento para adultos y niños, pero ¿cómo mitigar ese daño en nuestros hijos? Lo que jamás deben hacer o decir los padres divorciados a sus hijos.
10 frases que nunca deberían decir los padres divorciados a su niño
Desde el momento que decidimos como personas adultas que somos traer un bebé a este mundo tenemos que ser conscientes de que la vida de esa personita va a depender de nosotros los primeros años y que lo que hagamos o no hagamos va a influir mucho en su realización como persona y en cómo va a ir forjando su personalidad.
Si le gritamos, si le damos muchos besos, si le hiperprotegemos... Para bien o para mal, según se mire, su infancia va a marcar como sea el niño de mayor. Los padres siempre intentamos hacerlo lo mejor posible, pero lo que ocurre es que los niños no vienen con un libro de instrucciones bajo el brazo y hay circunstancias en las que nos desbordamos y puede que no lo hagamos del todo bien.
¿Cómo decirle a un niño que sus padres van a separarse? ¿Y que vamos a divorciarnos? Encontrar las herramientas para ello es difícil y complicado. Quiénes han pasado por esto dicen que, hagamos lo que hagamos, los niños lo van a pasarlo mal, pero de nosotros depende el tiempo y la intensidad de ese dolor y sufrimiento.
María Teresa Puchol Soriano es magistrada del Juzgado Mixto 1 de Huesca, Aragón (España). Puede que tu nombre no te diga nada, pero si te decimos que su seudónimo en Twitter es Lady Crocs quizás la cosa cambia, porque puede que tú seas uno de los 74.000 seguidores que tiene en esta rede social.
Recientemente ha publicado un hilo en Twitter para hablar su experiencia como hija de padres divorciados, madre de hijos de padres divorciados y redactora de decenas (si no son cientos) de sentencias de divorcio, separación o modificación de medidas.
Pero no solo eso, ha creado un especie de decálogo de lo que NO decir a los niños nunca cuando se inicia un proceso de divorcio y lo ha querido compartir con sus followers, pero también con nosotros, con Guiainfantil.com
Se trata de un texto que encaja perfectamente con la realidad de muchos padres y niños que viven una situación provocada por una separación. Ella misma reconoce que ha sido duro darle forma, 'llevaba desde casi año con la idea y no terminaba de encontrar el momento, pero finalmente lo he hecho porque me ha parecido que podía resultar de utilidad', pero aquí está.
1. ¿Con quién quieres ir, con papá o con mamá?
Esa pregunta me la hicieron cuando tenía ocho años y aún retumba en mi cabeza. Esa decisión la toman los adultos, no los niños; y deben hacerlo en función de sus circunstancias y en beneficio del niño, Si le preguntas eso a un niño, a bocajarro, puedes crear una especie de sentimiento de lealtad hacia uno u otro, lo que le generará un conflicto interior. ¿Os imagináis que os lo pregunten a vosotros de vuestros hijos?
2. Papá/mamá me ha demandado para que nos divorciemos
Si se comunica la decisión de esa forma se está culpabilizando a uno de los progenitores de haberla tomado y se está orientando lo que debe sentir el niño. Se les debe informar, pero con cariño y de modo aséptico. Yo soy más partidaria de decir cosas como 'ya nos somos novios y preferimos vivir cada uno en otra casa', o bien 'hemos dejado de entendernos o compartir las mismas cosas'... Pero nunca focalizarlo en uno de ellos.
3. Papá/mamá nos ha abandonado
Esta frase es demoledora para el desarrollo emocional de un niño. Si el adulto se siente así, que supere el duelo, pero no se puede pretender compartir un sentimiento de ese calibre con alguien que tiene un referente claro en ambas figuras. Aunque se sienta que el otro progenitor es un mal bicho, es una idea o sensación que tendrá que compartirse con amigos, padres, psicólogo o la almohada. Si el niño debe descubrir que es un mal bicho, que lo haga él solo. Al fin y al cabo no deja de ser una apreciación subjetiva.
4. Tu padre/madre me hacía... me decía...
Los motivos o conflictos de la separación es algo que no deben saber los niños. Cuando crezcan y pregunten, si se quiere se comparte la información, mientras sean niños no debería hablarse mal del otro progenitor. El cuidado y asistencia de los padres es un derecho-deber. Se debe disfrutar, pero también es una responsabilidad que debe asumirse. ¿Cómo podría efectuarse correctamente si el niño va a casa de quien piensa que es o ha sido un monstruo con su otro progenitor?
5. Yo lo haría, cariño, pero tu padre/madre no quiere
Si hay discrepancias entre los padres sobre alguna decisión no debería comunicarse así a los niños, muchísimo menos si hay separación por medio y un conflicto latente, porque genera resquemor del niño sobre la otra persona. En caso de conflicto sobre algún tema creo que es mejor decirles de modo objetivo que no estáis de acuerdo en ese tema y que lo estáis hablando para solucionarlo del mejor modo posible, sin culpabilizar y sin involucrar al niño.
6. Eso díselo a tu madre/padre
No, no creo que los niños sean quienes deban comunicar alguna controversia existente entre los padres. Creo que es mejor contestar algo del estilo 'bien, ya lo hablaremos papa/mamá y yo y a ver qué solución tomamos'.
7. Voy al juzgado porque...
Esta información, al igual que las palabras demanda, denuncia, abogado y demás términos legales los niños no tienen por qué escucharlas ni conocerlas. Solo en el caso de que tengan que acudir al juzgado para declarar. En esos casos, creo que lo mejor es intentar anticiparles cómo es el edificio, dónde van a contar su historia ('declarar' no, es demasiado técnico para ellos), con quién hablarán... Incluso hacer un teatrillo con playmobils en casa con los distintos personajes. También me parece muy importante quitarle hierro al asunto, que no sienta que su declaración es trascendental para el orden mundial (para un niño es eso precisamente el desarrollo de su vida en la familia).
8. Tu madre/padre no nos quiere
No, eso no se le puede decir nunca a un niño. Puede que ya no te quiera a ti, y puede resultar dolorosísimo que así sea, pero no le digas una cosa así a tu hijo jamás. Seguramente su progenitor sí le quiera y, en caso contrario, que lo descubra él.
9. No puedo porque papá/mamá no me paga la pensión
Los problemas económicos de los adultos no deberían compartirse con los niños, si ese problema se origina por la conducta de uno de ellos con mayor motivo. Si fuera así, que lo descubra el niño con el tiempo.
10. Nos ha dejado por otro/otra
Insisto q los motivos de la separación no deberían comunicarse a los niños, pero este en particular en menor medida porque ese 'otro/otra' puede acabar siendo el padrastro o madrastra del niño y tener una mala percepción de esa figura no procede.
Lady Crocs no pretender ser lo que no es, psicóloga, simplemente habla de algo que ha vivido en sus propias carnes y que por su trabajo en los juzgados ve a diario. 'Son pequeñas pautas basadas en lo que me hubiera gustado que mis padres hicieran, en lo que me gustaría ver en los juzgados y de lo que yo intento poner en práctica con mi vida'.
Cómo puede afectar el divorcio a los niños según su edad
Los psicólogos destacan la importancia de que los padres mantengan una correcta conducta y comportamiento en situaciones de separación y divorcio, que demuestren que son personas civilizadas. Su actos van a repercutir en el niño y su impacto en este dependerá de cómo sea este proceso y, también, de la edad del niño. Así afecta un proceso del divorcio según la edad del niño.
- Hasta los tres años
Los bebés no entienden lo que está ocurriendo a su alrededor, pero sí sienten y perciben las cosas que están a su alrededor. Si hay una atmósfera relajada, él estará feliz; en cambio si cuesta hasta respirar, el comportamiento del niño será otro. Por eso, igual que intentaremos no discutir y gritar delante de los niños más mayores, hagamos lo mismos con los más pequeños.
Por otro lado hay que destacar que notarán la ausencia de uno de los progenitores y puede que se muestren irritables. El miedo al abandono, típico de esta franja de edad, se puede acrecentar y verse alimentado. Consejo: no variarle las rutinas para que sienta que todo 'sigue igual'.
En el caso de niños que están entre los 2 y los 3 años, época en la que el niño está en proceso de hacer grandes progresos (comer solo, hablar, dejar el pañal...), un divorcio o separación puede frenarle o tener lo que se conoce como regresiones, por ejemplo, volver a hacerse pis en la cama o tartamudear.
Sus emociones, las conoce, identifica o maneja, se subirán a una montaña rusa y notaremos cambios de humor muy bruscos. Los padres debemos no intentar enfadarnos con él y ayudarle a canalizar sus sentimientos.
- De 3 a 5 años
En esta fase de desarrollo, el niño tiene un especial curiosidad por todo lo que hay a su alrededor y no deja de hacer preguntas. Puede que, con su lengua de trapo, os pregunte qué pasa. Lo más importante en estos casos es transmitirle el mensaje de que él no es culpable de nada. Consejo: observa si cambia su comportamiento contigo, con los abuelos o en el colegio y apórtale seguridad.
- De 6 a 12 años
Tristes, traicionados y rabiosos... Así es como se siente un niño entre 6 y 12 años cuando sus padres le comunican la noticia. Les cuesta aceptar la situación porque para ellos es la única vía posible y no se imaginan la vida sin uno de sus progenitores. Será momento de hablar mucho con él y de explicarle todo muchas veces. Consejo: habla con sus profesores del colegio por si notan algo raro.
- Adolescencia
En una época es la que están mostrando cuál es el su propia personalidad, el divorcio hace que el mundo del niño se tambalee. Puede que os ponga al límite y que haga 'alguna locura' para llamar la atención e intentar que deis marcha atrás con la decisión. Consejos: hablar con los profesores y también con sus amigos. ¡Ahora con uno de sus grandes puntos de apoyo!
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