Carta de una mamá soltera a sus hijos - Sí, hago mi mejor esfuerzo

Ser mamá no es nada sencillo: es una gran responsabilidad desde que sabemos que estamos embarazadas. Pensamos en que debemos comer bien para nutrir al bebé que llevamos en el vientre, buscamos la información para que todo salga bien y planeamos al detalle lo necesario para la llegada del bebé. Pero ¿qué pasa cuando a todo esto se suma la realidad de maternar en solitario? Pues que se vuelve mucho menos sencillo porque no hay una figura paterna. ¿Quieres saber el secreto de las madres solteras? El amor y la fortaleza que solo viene de sus pequeños y eso lo detallamos en esta carta de una mamá soltera a sus hijos - Sí, hago mi mejor esfuerzo.

Emotiva carta de una mamá soltera para sus hijos

Queridos hijos,

No es nada fácil sentarme aquí y escribir esto. Hay días, noches (¡muchas!) que un nudo en la garganta se me atraviesa y simplemente quiero llorar. ¿Por qué? Porque no hay nada que desee tanto en el mundo que haber podido darles una familia. ¡Ya sé que somos una! Pero ustedes saben a qué me refiero: que su papá esté aquí con ustedes, conmigo, con nosotros...

Pero no siempre se puede tener todo. Alguna vez leí por ahí: 'A veces la mejor familia es solo una madre y sus hijos' y esa es la realidad que nos tocó. Lo que sí quiero decirles es que el no estar en la familia tradicional NO es su culpa, ¡es más ni mía, ni de su papá! Simplemente no estábamos hechos para estar juntos y así debía ser: solo tocaba estar juntos para tenerlos a ustedes.

Mis niños, mis queridos niños: quiero decirles que sí, hago mi mejor esfuerzo en todo. Desde que me levanto a tener lista su comida, sus uniformes y alistarlos para llevarlos puntualmente a la escuela, para poder trabajar en lo que ustedes están en el colegio, hasta partirme en mil pedazos para llegar a tiempo por ustedes y ayudarles en sus tareas.

Que no importa si a ustedes les piden material en la escuela o ya hay que comprar zapatos y ropa, a ustedes nos les falta nada porque aquí está mamá. Que de mí depende su felicidad a través de un postre o un dulce que se les antoje y que no se queden con las ganas de comerlo, que de mi parte trato de que nunca escuchen un 'no lo puedo pagar', sino un '¿lo compramos el fin de semana?'.

Quiero y no puedo: me falta el tiempo que deseo dar a mis niños

Justo necesito más tiempo para generar los medios suficientes para que no les falte nada, aunque muchas veces ese mismo tiempo es el que quiero pasar con ustedes jugando. No me gusta ser una mamá a veces ausente en la misma casa, pero me toca trabajar, porque si no ¿cómo puedo pagar las entradas al cine? ¿Cómo pagaré los materiales de la escuela? ¿Con qué compraré la comida?

Sé que esta es una lucha mía, pero quiero que sepan que me quebré la cabeza pensando cómo sería mi trabajo ideal para estar más tiempo a su lado, para verlos crecer y estar siempre ahí. Y lo encontré. Es uno que me permite verlos cada mañana despertar, llevarlos a la escuela, estar diario a la salida y hablar con sus maestras. Que me deja comer a diario en la misma mesa que ustedes y que me llena de satisfacción.

Pensando en ustedes dejé atrás lo que han conocido de mí, que siempre estoy trabajando, que nunca estoy ahí, que he sido más mamá ausente y que la neurosis se apoderó de mí. No quiero que tengan esa imagen de mí, quiero que me vean riendo por una tontería, que me abracen cada día nada más al despertar y que sigamos nuestros rituales de sentarnos a ver una película.

No sé si lo estoy haciendo bien, pero jamás he querido reemplazar, sustituir o borrar de su memoria la presencia de su papá, es más, ni engrandecer su ausencia. Siempre hemos sido solo nosotros y así es nuestra pequeña gran familia. Soy una mamá con defectos, con muchos, pero gracias a ustedes es que procuro ser mejor cada día en todo ¡y creo que lo estoy logrando!

Mi mejor enseñanza, queridos hijos, es que vean el ejemplo de su madre que aunque muerta de miedo, sin dirección y sin saber ser mamá hay algo de lo que jamás dudó: el amor profundo, incondicional y más grande que ha sentido jamás, y ese es solo por ustedes. Porque los quise tanto desde que nacieron que por esa misma razón es que decidí seguir sola... sola con ustedes a mi lado.

Ser mamá soltera NO es un fracaso, es otro estilo de vida

Las mamás solteras cargamos siempre con un estigma: el del fracaso. Porque fracasamos en ser parejas y hasta en encontrar otra, pero ¿saben qué? ¡Eso no es verdad! Fracasamos si nos damos por vencidas, si no cambiamos ni luchamos por el bienestar de nuestros o si elegimos a las desesperadas a otra pareja creyendo que será la figura paterna que a ustedes les falta. Ahí sí sería un gran fracaso.

Pero, mis niños, nuestra familia es suficiente, porque ustedes y yo la hemos construido con amor y por eso quiero decirles ¡gracias! Gracias por echarme porras cuando siento que ya no puedo más, cuando dicen que mi comida está rica cuando no es más que un experimento de un tutorial, cuando me he quedado dormida y no hemos terminado de ver un programa o cuando a fin de mes me agobian las cuentas.

Ustedes también me han visto deprimirme, llorar sin razón y hacer malabares con el tiempo, con el dinero y con la casa, pero jamás han sido jueces cuando los trastes no se han lavado o cuando una cama no se ha arreglado. Aunque yo me sienta derrumbarme y no tengo a quién contarle mis problemas, porque no hay una pareja a mi lado, ustedes me han enseñado que el apoyo a veces es sin palabras.

Un pequeño abrazo, un sincero beso y verlos sanos es todo lo que una mamá soltera como yo necesita: todo se olvida cuando los veo tranquilos, jugando, ser traviesos y sin un dolorcito por pequeño que sea. Ver su sonrisa, saberlos alegres y decirles cada noche 'te amo' antes de dormir, es lo único que necesito para despertar un día más y para decir que sí, sí hago mi mejor esfuerzo...

¡Gracias, mis pedacitos de cielo!

Con amor, mamá.

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