La madre perfecta NO existe - ¿Cómo liberarte de la culpa que genera?

Te explicamos por qué la falsa idea de ser la madre perfecta tiene un gran impacto en la crianza de tus hijos

Ivana Jauregui, Asesora de familias
En este artículo
  1. Por qué ser una buena madre NO es sinónimo de ser una madre perfecta
  2. 'Soy la mejor madre que puedo ser' - Los errores son parte de la maternidad
  3. Aléjate de la falsa idea de ser la madre perfecta y la culpa que te causa

Vivimos en una sociedad que, a pesar de todos los avances que se han logrado en derechos y visibilidad de la maternidad, se siguen imponiendo expectativas altísimas sobre cómo criar a nuestros hijos. La idea de la 'madre perfecta' ha tomado cada vez más fuerza, incluso en el entorno más cotidiano como las redes sociales o las propias reuniones familiares. Hablemos de que la madre perfecta NO existe o ¿cómo liberarte de la culpa que genera?

Por qué ser una buena madre NO es sinónimo de ser una madre perfecta

La madre perfecta NO existe

Este es un error bastante común entre las mujeres. Hoy más que nunca es importante hablar del peligro de idealizar la maternidad y de lo necesario que es permitirnos ser humanas. Porque, aunque cueste admitirlo, ser madre también es equivocarse, es aprender y reconstruirse cada día. Actualmente veo que la maternidad se idealiza desde una perspectiva muy exigente, a veces, demasiado.

Muchas madres (incluso desde el embarazo) quieren llegar a ser la madre perfecta y hacen todo por aspirar a ese ideal… pero, aquí la noticia es que simplemente la madre perfecta no existe. Paradójicamente, al mismo tiempo, sí existe, porque esa madre 'perfecta' es aquella que comete errores, que a veces acierta y otras se equivoca, que un día grita y al siguiente acaricia.

En resumen: la madre perfecta es la que está aprendiendo, es decir, ese ideal al que queremos llegar como madres es, en realidad, una construcción continua. Y es interesante ver cómo, en las redes sociales o hasta en las reuniones familiares, muchas se esfuerzan por mostrar esa imagen de 'buena madre' o 'madre perfecta'. Pero en casa, muchas veces, eso no es lo que realmente pasa.

Justo por lo anterior es que aparece un sentimiento muy contradictorio: demasiada frustración. Muchas mujeres piensan: '¡Caramba, no soy la madre que sueño ser!' Pero esa madre que 'soñamos ser' no es más que un personaje inventado porque esa figura idealizada no existe. Ninguna madre, ninguna, va a criar a sus hijos sin causarles alguna herida emocional o sin cometer errores.

'Soy la mejor madre que puedo ser' - Los errores son parte de la maternidad

Los errores de la maternidad

Sí, estoy segura que lo anterior lo has leído incrédula, pero es la verdad: por más que estudies y trabajes para hacerlo lo mejor posible, igual vas a cometer errores, porque las madres son seres humanos. Y los seres humanos estamos en constante evolución. Así que todas las mamás de este mundo de una u otra forma les causamos a los hijos alguna herida (sin querer, claro) y erramos.

Miremos el recorrido de la humanidad: hemos ido cambiando, aprendiendo. Si tú estás en evolución, es porque estás incorporando cosas nuevas que antes no sabías, ¿correcto? Y eso implica que, hoy, posiblemente estás haciendo algo que mañana descubrirás que no era lo más adecuado. En términos sencillos, podríamos decir que la maternidad es un caso de 'prueba y error'.

La meta es decir: 'hoy soy la mejor madre que puedo ser, con lo que sé, con lo que siento, con mis herramientas actuales. Pero también sé que estoy cometiendo errores. Porque si estoy aprendiendo, es que mañana descubriré algo que hoy estoy haciendo mal'. Nadie tiene la fórmula para ser una buena madre, nadie nos lo enseña. Podemos ver modelos en nuestra madre o tías, pero no seremos iguales.

El ideal de madre perfecta no solo es inalcanzable, sino que niega lo que es ser humano, ya que, por naturaleza el ser humano está aprendiendo constantemente. Y ese ideal de perfección en la maternidad es el que hace que muchas mamás se sientan culpables al darse cuenta de que hicieron algo mal o que no llenaron las expectativas... sus propias expectativas, que son más dañinas que favorables.

Aléjate de la falsa idea de ser la madre perfecta y la culpa que te causa

La falsa idea de ser una mamá perfecta

Cuando comparto algunos videos, muchas madres me dicen que, al tomar conciencia de algo que hicieron, sienten muchísima culpa. ¿Por qué? Porque creen que equivocarse está mal. Y ahí es donde yo les digo: el ideal de madre perfecta niega la esencia del ser humano, que es estar en evolución. Mientras estés creciendo, vas a seguir errando: cometer errores forma parte del proceso.

Y creo que eso es uno de los aspectos más duros de la maternidad, especialmente desde que una mujer comienza su embarazo y hasta antes de que nazca el bebé. Es el momento donde más se compra esa idea de perfección. Suelen decir frases como: 'cuando yo sea madre no voy a ser como la mía', 'yo no le voy a dar pantallas a mi hijo, no le voy a gritar, lo voy a hacer todo distinto', son parte de esa construcción.

Así, casi sin darse cuenta es que se va formando ese ideal de madre perfecta, el cual es bastante dañino. Pero todas las que ya somos madres (no importa si de uno o más hijos) sabemos que esa idea se derrumba muy rápido y prácticamente en poco tiempo, por ejemplo, cuando el niño cumple los dos años empieza a mostrar su personalidad y nos rompe los esquemas. Ahí, se cae todo ese ideal.

Podemos decir que ese ideal no es real, y es la causa de mucha culpa, de mucho sufrimiento y tortura interna. Las madres necesitan sus propios espacios donde puedan expresar sus emociones sin miedo a ser juzgadas por no sentirse 'perfectas' o por no cumplir 'lo que se espera de ellas' al convertirse en mamás. En vez de ello, debemos decirles: 'Lo estás haciendo bien, incluso cuando sientes que no puedes más'.

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