Las 6 necesidades básicas de los niños que los padres NO pueden ignorar

Todos los padres tenemos el objetivo de que nuestros hijos sean felices, se sientan completos y satisfechos y únicos. Pero, ¿cuáles son esas necesidades básicas de los niños que debemos ocuparnos de cubrir? Lo primero que debemos recordar es que, para poder ofrecer estos cuidados a nuestros hijos, los padres y madres debemos cuidarnos y dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Y es que la maternidad y la paternidad son un continuo reto.

Necesidades básicas de los niños que los padres debemos cubrir

Estas necesidades se pueden resumir en 6 puntos que ayudarán a determinar el bienestar de los hijos y que, como ya se mencionó antes, no se pueden comprar.

1. Los niños necesitan la presencia paterna
Por ello, los padres y las madres deben reflexionar sobre el tiempo de calidad que pasan junto a tus hijos y cómo lo aprovechan. Se trata de estar presentes en esos momentos, lo que significa, entre otras cosas, dejar el móvil lejos. El cariño y el amor son necesarios para que los niños crezcan.

2. Cuidados del sueño y la alimentación
Estos representan los pilares del cuidado para cualquier niño o niña. Por lo tanto, se trata de un asunto de la salud infantil del que los padres también nos debemos ocupar de forma activa.

3. Desarrollo de la autonomía
Los padres debemos buscar formas de estimular a los pequeños para que sean independientes.

4. Los niños necesitan límites
Debemos enseñar normas a nuestros hijos y hacerles comprender por qué son importantes para la vida diaria. Con los límites se logra una adecuada adaptación a la sociedad, además que ayudan a los niños a sentirse seguros dado que saben lo que está bien y lo que está mal.

5. Debemos 'dejar ser' a los hijos
Hace referencia a crear espacios donde los niños puedan ser ellos mismos, lejos de las exigencias de los adultos y el ajetreo de la rutina. Puede parecer algo baladí, pero lo cierto es que es una necesidad para los niños.

6. Bienestar de la familia
Debemos esforzarnos en educar de forma que todos seamos conscientes de que la familia está compuesta de integrantes diferentes, con características particulares que deben respetarse, pero que no tienen que ser impedimento para la armonía familiar.

Cómo asegurarnos de que cubrimos las necesidades infantiles

Una vez que ya conocemos estas seis necesidades que los niños tienen (y que los padres debemos cubrir), es normal preguntarse: ¿y cómo se hace? Pues bien, para poder ofrecer la mejor educación a nuestros hijos, debemos trabajar en la mejor versión de nosotros mismos. Y eso supone, preocuparnos por nuestro bienestar. Seguro que has oído eso de: 'cuídate para poder cuidar'.

Cuando nos enfocamos todo el tiempo en los hijos, dejamos de lado muchos aspectos, como nuestra vida de pareja, laboral, social y personal. Esto, acaba también influyendo en los niños pues los padres no nos sentimos bien. Esto genera un estrés dentro de la familia, evitando que descansemos, y al no hacerlo, entonces es imposible cuidar bien de nuestra familia.

Una buena recomendación para estos casos es sentarse a hablar entre todos. Se puede organizar una pequeña asamblea familiar donde cada uno plantea sus necesidades, de manera que el resto esté al tanto de ellas y puedan colaborar para su cumplimiento. Después se puede establecer horarios en donde practicar esas cosas que necesitamos. Esto ayudará a toda la familia a ser más empática con el resto de los miembros, pero también ayudará a que cada uno nos sintamos mejor.

Los padres y madres necesitamos dedicarnos autocuidado

Es muy común también que en la maternidad la identidad de las mujeres cambie. Es común, por ejemplo, que dejen de ser quienes son (incluso de tener su propio nombre) para convertirse en 'la mamá de tal Mateo' o 'la madre de Olivia'. Por otro lado, es común que las madres se sientan un poco perdidas porque reciben información de todos sitios en referencia a la crianza de los niños.

Esto es algo normal que se presenta en el 'camino de ser padres', pero que es importante no permanecer allí mucho tiempo, porque entonces ya solo somos padres y dejamos de ser esos hombres y esas mujeres que éramos antes de la paternidad o la maternidad. Todos los padres necesitan tener un momento para ellos, a solas y fuera de la casa para reencontrarse consigo mismos.

¿Por qué? Porque para los niños es importante ver a sus padres bien. Esto se logra cuando no abandonamos toda nuestra identidad, sí, somos padres y eso es maravilloso, pero también somos más que eso: somos Ares, María, Manuel, Lucía... Una vez que comprendemos y llevamos a cabo la importancia del autocuidado, podremos recargar energía pero también le estaremos dando buen ejemplo a nuestros hijos e hijas.

Los retos de los padres en la maternidad y la paternidad

En nuestro camino en la maternidad y la paternidad, vamos a enfrentarnos a distintos retos. Aquí van algunos de ellos, sobre los que tenemos que reflexionar:

- El exceso de información
Esto, que en principio parece muy positivo, se convierte en una trampa, porque se sale del control de los padres. A veces dedicamos demasiado tiempo a cosas que son secundarias, en lugar de priorizar lo más importante.

- La falta de prioridades
Esto suele ocurrir porque prestamos más atención a lo que dicen otros padres, que son cercanos a nosotros, como familiares o amigos que difieren entre ellos mismos. Hay que recordar que nuestro tiempo es limitado y por ello debemos establecer prioridades.

- El síndrome de la madre perfecta
Este es un término que hace referencia a la 'exigencia que la sociedad tiene con las mujeres sobre ser madres perfectas'. Es decir, que puedan hacerlo todo y hacerlo bien. Esto lo que trae son consecuencias muy nocivas sobre el papel de la maternidad que, en lugar de disfrutarlo se perciba como una carga imposible.

Este es un síndrome que recae sobre todo en las mujeres y puede afectar su vida diaria, ya que se les atribuyen responsabilidades que no son únicas de ellas, sino que deben compartirse con su pareja. Este puede llegar a general estrés, cansancio, malestar físico y emociones negativas que impiden disfrutar de la crianza, entre ellas, la terrible culpa.

Cada crianza es personal, por ello es importante que como madres y padres, entiendan que esto es un proceso donde se van a equivocar porque es un aprendizaje continuo. Admitir esto y enfocarse en buscar soluciones es lo que llevará a una mejor paternidad y maternidad.

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