Preguntas con las que llamarás la atención de tu hijo
El secreto para llamar la atención de nuestros hijos y que nos hagan caso cuando les hablamos
- Cómo se desarrolla la capacidad de atención de los niños
- Cómo hacer preguntas que interesen a nuestros hijos
No hay nada más frustrante para una madre o un padre que le preguntes algo a tu hijo y te conteste con un monosílabo, o simplemente pase de ti y se ponga a jugar con otra cosa... ¿Te suena? Seguro que sí, porque me atrevería a decir que el 99,99% de los padres hemos sufrido más de una vez de la falta de atención de nuestros hijos... ¡hasta hora! Te damos las clavas para hacer preguntas con las que llamarás la atención de tu hijo.
Cómo se desarrolla la capacidad de atención de los niños
Es algo natural, y es que en realidad la capacidad de atención se va adquiriendo a lo largo del desarrollo infantil, por lo que, como se suele decir un refrán español, tampoco le podemos pedir peras al olmo. Nuestros hijos podrán prestarnos más o menos atención, pero hay que tener en cuenta siempre sus capacidades en función de su edad.
Resulta que a los padres se nos olvida (la mayoría de las veces) que el cerebro de los niños funciona un poco diferente al de los adultos. Su lenguaje es mucho más limitado y su percepción del mismo varía mucho. En general, los niños son bastante literales, por lo que si les preguntas ‘¿qué tal te ha ido en la escuela?’ te contestarán con un escueto ‘bien’ o ‘mal’ (advertimos que esto no aplica con niños parlanchines por naturaleza). Es decir, te contestarán simple y llanamente lo que les estás preguntando.
[Leer más: Lo que ocurre en el cerebro de los niños cuando juegan]
Por tanto, lo importante es hacer preguntas más abiertas, que permitan contestaciones más largas y profundas, pero que sean lo suficientemente sencillas para que el niño se sienta capaz de contestarla con su propio lenguaje. Parece sencillo, pero la verdad es que no lo es tanto.
Si estás leyendo estas líneas, nuestro primer consejo es que la mejor actitud ante esto es aceptar que nos pasa a todos, y que no queda de otra que respirar hondo, armarnos de paciencia y seguir intentándolo. Sin embargo, ¡no todo está perdido!
Y, cómo dice Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, en su libro 'El cerebro de los niños explicado para los padres', 'Una atención plena es aquella que es amplia, calmada y que se sostiene hasta el final. Evitar el contacto de tus hijos con las pantallas es la primera estrategia para proteger el desarrollo normal de su atención. Ayudarlo a permanecer concentrado, desarrollar un estilo de conversación en el que no haya saltos, realizar ejercicio físico o crear una atmósfera adecuada puede contribuir a conseguirlo'.
Cómo hacer preguntas que interesen a nuestros hijos
Hay diferentes técnicas para llamar la atención de nuestros hijos, desde mirarlos fijamente a los ojos, pasando por estrategias divertidas (cuentos, juegos, frases mnemotécnicas...) hasta el método del que hablaremos hoy, las preguntas.
Hay que reconocer que pocos padres sabemos de un principio hacer preguntas que de verdad llamen la atención de nuestros hijos, hasta que, tras mil intentos de ensayo y error, aprendemos a intuir cuáles son las cuestiones a las que nuestros hijos hacen más caso.
Para ahorrarte un poco todo este camino lleno de frustraciones, queremos darte algunos consejos. Eso sí, no esperes la pregunta mágica que hará que tu hijo o hija te preste atención al instante, porque no existe (a no ser que tú ya la hayas descubierto, en tal caso, por favor, compártela en los comentarios).
Eso sí, hay algunas claves que hacen que las preguntas sean mejor recibidas por nuestros hijos. Así, aprender a hacer las preguntas correctas es, en definitiva, el secreto para que nuestros hijos nos presten más atención.
Para que puedas ir practicando vamos a poner tres ejemplos de situaciones comunes que suelen sucedernos con nuestros hijos:
- A la salida de la escuela
Es normal querer saber cómo le ha ido a nuestros hijos en la escuela: si tiene amigos, si se relaciona bien con los demás niños, si atiende en clase... Con la clásica pregunta ‘¿qué tal la escuela?’ es difícil conseguir mucha información, pero si usamos otro tipo de preguntas como ‘¿a qué habéis jugado hoy en el recreo?’ o ‘¿cuál fue el momento en el que te sentiste mejor/peor en el recreo?’ será mucho más probable que nuestro hijo o hija nos cuente alguna cosa más sobre su día.
Aún así, has de ser paciente porque como individuo a veces a nuestros hijos no les apetece contarnos algo y si le avasallamos de preguntas, probablemente consigamos el efecto contrario al deseado. Así que, una vez más, necesitaremos paciencia y comprensión.
[Leer más: El método de la espina y la rosa para saber cómo le fue al niño en la escuela]
- Cuando queremos que haga una tarea
Es común pedirle a tus hijos que recojan sus juguetes y que al final se les olvide. Y nuestra pregunta clásica ante esta situación suele ser ‘¿por qué no has recogido los juguetes?’, que en este caso podría equivaler a ‘¿por qué se te ha olvidado?’.
Si alguna vez te han hecho esa pregunta, la única respuesta posible es porque estabas haciendo otra cosa, porque cuando se te olvida algo no lo puedes controlar conscientemente, ¿verdad? Pues a los niños les pasa lo mismo, mucho más con algo que les interesa más bien poco como recoger sus juguetes. Entonces, la estrategia de las preguntas puede servirnos antes y después de que jueguen.
Cuando vayan a jugar puedes preguntar algo como ‘¿cómo crees que podrías acordarte de recoger los juguetes después?’, quizás a tu hijo o hija se le ocurra algo divertido para recordar que debe hacerlo. En los casos en que dejan de jugar y lo dejan todo por medio, puede ser más útil decirles ‘me parece que te has olvidado de algo, ¿qué podría ser?’.
No te sorprendas si en un primer momento no se acuerdan, si se han olvidado se han olvidado, pero esta pregunta les hace parar y replantearse qué es aquello que debían haber hecho. Dicho de otro modo, les llama la atención lo suficiente como para pensar y recordar.
- En la consulta del médico (o similar)
Puede que te hayas llevado a tu peque al dentista y lleváis más de media hora esperando, pero parece que se puede alargar otra media hora o más. Tu hijo ya jugó todo lo que pudo con su muñeco, se está aburriendo y empieza a estar intranquilo. Si es un poco travieso, querrá empezar a mirar todas las revistas y corretear molestando a las demás personas en espera. ¡Necesitas urgentemente llamar su atención antes de que la líe!
Una de las mejores maneras es tratar de tener una conversación, aunque para ello necesitarás empezar a hablar de algo que realmente le guste como para hablar y hablar sobre ello. En este caso, lo mejor será preguntarle cosas sobre su vida como niño: ‘¿cuál es tu caricatura favorita?, ¿de qué trata?’ Es una de las más recurrentes, le puedes pedir que te cuente el último capítulo o la última película que vio (si tú no la viste también).
Otras ideas para llamar su atención con preguntas en ese momento podrían ser: ‘¿a qué te gustaría que jugáramos mientras esperamos?’, ‘¿qué regalo podríamos comprar a tu amigo que cumple años?’, ¿a dónde te gustaría ir si pudieras en este momento?’. La idea es poder propiciar una conversación activa, por lo que tu papel será en todo momento hacer preguntas y también participar de vez en cuando, para que tu hijo se sienta escuchado y motivado a seguir conversando.
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