Tips para una buena corresponsabilidad de tareas de casa con la pareja

La distribución equitativa de las tareas del hogar es fundamental para una relación saludable. Por eso Nacho Tornel, asesor de familias y autor del libro RelacioArte, te da estos tips para una buena corresponsabilidad de tareas de casa con la pareja. Se trata de valiosos consejos para que tú y tu pareja puedan repartir los quehaceres domésticos de forma justa y equitativa.

Consejos para una buena corresponsabilidad en pareja con las tareas de casa

Podemos definir la corresponsabilidad como el reparto equilibrado de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos, es decir, que no todo recaiga en la madre o el padre, sino que sea por igual la responsabilidad. Y para que así se cumpla, ambos deben poner de su parte para que de verdad funcione. Aquí los tips que les ayudarán a lograr ese propósito:

Habla con tu pareja sobre lo que significa el reparto de tareas del hogar

Entiende y hazle comprender a tu pareja que todas las tareas domésticas no deben recaer sobre ti. Busca un momento y un lugar tranquilos para comentar con tu pareja que tú sola no puedes con todo, que cuando formaron esta familia pensabas que las cosas iban a ser diferentes y que tú también necesitas tiempo para ti, para descansar o sencillamente para comer o cenar sin prisas.

Establece un plan de reparto tareas

Quizá repartirse las tareas del hogar 50-50 no sea lo más realista, pero sí que puede ser de mucha ayuda crear un calendario con el reparto, por ejemplo, el lunes le toca a él recoger a los niños de la escuela porque llega pronto del trabajo, el martes tú los llevarás al trabajo y tu pareja se encargará de hacer la compra por la tarde. De este modo todo no va a recaer sobre la misma persona. Puedes pedir consejo a tus amigas de confianza, pero recuerda que cada pareja se organiza de una manera y que por eso mismo ustedes deben buscar un plan que los haga estar a gusto y les brinde momentos para relajarse.

Evita la culpa y echar cosas en cara

Procura que esta conversación tan necesaria sea amistosa, es decir, evita las culpas, así como echar cosas en cara. Se trata de que cada uno se exprese y de que a partir de ahora las cosas vayan a mejor para que tú tengas menos cargas y puedas sentirte más descansada y feliz. Ahora bien, las circunstancias pueden cambiar, por lo que deben ser apoyo el uno para el otro. Con esto queremos decir que deben ser compañeros y saber adaptarse a las novedades, estar ahí el uno para el otro para que todo vaya bien, en especial en lo referente al cuidado de los hijos.

Aprendan a escucharse y valorar lo bueno que hay en su vida

También es importante escucharse para poder diseñar una estrategia que respete y respalde a toda la familia. Juntos van a decidir de qué modo van a entender las distintas facetas de su vida como familia y ahí vas a empezar a notar cómo las cosas van a mejor. Por mucho que haya cambiado la sociedad, las tareas domésticas y el cuidado de los hijos siguen recayendo en gran medida sobre la mujer, por eso es tan necesario que si tú como madre y mujer sientes que tu pareja no colabora ni se implica lo suficiente, hables con ella y le expliques con sinceridad cómo te sientes y lo mucho que valoras que ponga de su parte para que las cosas cambien.

Importancia de distribuir la carga de las tareas del hogar de forma equitativa

La importancia de distribuir las tareas del hogar de la forma más equitativa posible no radica solo en el enorme peso para una de las partes si el reparto no se hace. Esta colaboración mutua en el cuidado de los hijos y del hogar también es fundamental para la buena relación de pareja.

A su vez, sirve de buen ejemplo a los hijos: si ven que tanto mamá como papá hacen la colada, que son los dos quienes les ayudan con la tarea o les recogen del colegio, comprenderán e interiorizarán que esta es la forma correcta de hacer las cosas y, el día de mañana, actuarán de un modo muy similar.

¿Por qué es necesario no decir que la pareja ayuda, sino colabora? Atrás quedan los días en los que la mujer es encargaba del hogar y el hombre ayudaba puntualmente. Y es que es precisamente el verbo 'ayudar' el que se debe reemplazar por 'colaborar', pues todo lo que hay que hacer dentro de un hogar es responsabilidad de todos los que viven en él.

No tiene sentido alguno hablar de que el marido ayuda a su esposa en el hogar. Hay que entender que los dos son cabeza de familia, que los dos trabajan fuera del hogar y que por ello ambos deben hacer cosas en casa de manera equitativa. En resumen:

• No toda la responsabilidad es de la mujer.
• La pareja no 'ayuda', colabora.
• El ejemplo que pongan los padres es fundamental para los hijos.
• Se debe establecer un reparto justo de tareas y cuidado de los niños.
• Ambos deben ser conscientes de esa corresponsabilidad para lograr el éxito.

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