Los abuelos, por lo general, suelen tener más tiempo, más paciencia y más disponibilidad. Por lo tanto, en muchas familias son los abuelos que se responsabilizan en ayudar a los nietos con sus deberes escolares.
Las actividades que envuelven el cuidado de plantas, de flores y de un jardín son muy estimulantes y relajantes tanto para los abuelos como para los nietos. Cuidar de plantas es una forma ideal para que los niños adquieran uno de los valores más importantes: el amor por la naturaleza.
No hay nada más excitante para un niño que jugar a ser 'Indiana Jones' o a ser explorador en la naturaleza. Un sombrero y unos prismáticos no pueden faltar a las aventuras que montan los abuelos a los nietos. Una forma de hacer con que los niños descubran rincones y paisajes espectaculares en la naturaleza.
Una de las actividades más relajantes para los abuelos es la pesca. Así que hay muchos abuelos que introducen a sus nietos en esta actividad como forma de crear un vínculo duradero con ellos. Es que los abuelos tienen muchas cosas para enseñar a los nietos.
Hay abuelos que tienen por costumbre llevar a los nietos de viaje, en vacaciones, todos los años. A los niños les estimula probar viajes en coche, en tren, en autocar o avión con sus abuelos. Con los abuelos ellos experimentan viajes diferentes. Un viaje siempre será una actividad estimulante tanto para los niños como para los abuelos.
Muchos abuelos, por todo lo que han vivido y pasado en sus vidas, poseen muchas experiencias a transmitir a sus nietos. No hay nada más estimulante para los niños que charlar con sus abuelos, contarles sus cositas, sus aventuras, y escuchar los consejos que ellos tienen guardados para sus nietos.
Los abuelos cuando están con los nietos quieren disfrutar del aire libre, de la naturaleza y compartir con ellos actividades divertidas y sencillas como llevarles al hombre para hacerles sentir el aire del campo, como si estuvieran montando en un caballo. A los niños les encantan sentir y ver todo desde arriba del hombro de sus abuelos.
Los abuelos son un perfecto hombro en el que llorar y sus brazos son el lugar perfecto para recibir amor y cariño. Los besos y abrazos de los abuelos son una prueba de lo que sienten por sus nietos. El afecto construye la confianza y la amistad.
Los abuelos tienen miles de historias para contar a sus nietos, además pueden ser unos perfectos cuentacuentos. Sentarse en el regazo del abuelo o la abuela a escuchar un cuento es un placer y un estímulo al vínculo familiar.
Los abuelos y abuelas se preocupan especialmente cuando sus nietos están enfermos, les hacen caldos, vigilan que no les suba mucho la fiebre, están muy atentos a sus necesidades y son unos médicos improvisados estupendos.
Las recetas de la abuela son las más ricas, sanas y nutritivas. Sólo ellas saben cómo preparar exquisitos guisos y platos a los nietos. Les cocinan sus recetas favoritas y todo ello... .¡con mucho amor!
Los abuelos pierden años cuando juegan y pasan un momento con sus nietos. Se vuelven un poco niños y son capaces de regresar a su infancia. Y hay nietos que se divierten mucho con sus abuelos, proponiéndoles nuevas y entretenidas experiencias.
Los niños están a la última en cuestión de nuevas tecnologías. Aprenden casi sin darse cuenta a utilizar un tablet o un ordenador. Por ello, cada vez más abuelos se ponen al día y aprenden a manejar las nuevas tecnologías para poder comunicarse con sus nietos y estar al día.
Un garabato, un dibujo, una manualidad, una flor que el nieto recoge en el parque... Cualquier cosa que haga un nieto para su abuelo se convierte en un auténtico tesoro que guarda como oro en paño. Además, pueden pasar un rato muy entretenido haciendo alguna actividad juntos.
Muchos abuelos, ante la ausencia del padre o la madre debido al trabajo, pasan la tarde con los nietos. Les llevan al parque, juegan en los columpios, montan en bicicleta o disfrutan del campo y de la natureza con sus nietos. No hay nada más estimulante para los niños que compartir juegos al aire libre con sus abuelos.