Mantener las rutinas y hábitos de los niños en Navidad siendo flexibles
En navidades podemos ser más flexibles con los horarios de nuestros hijos (¡y los nuestros!)
- ¿Se pueden tener rutinas y hábitos con los niños en Navidad?
- En Navidad podemos ser más flexibles con las rutinas de los niños
Se acerca la Navidad y con ella las vacaciones de los niños. Este es un periodo que, a pesar de todas las preocupaciones que hemos tenido durante el año, vamos a vivirlo con la máxima alegría. Lo viviremos con tanta ilusión que es entendible que los horarios, las rutinas y los hábitos de los niños en Navidad queden en un segundo plano, trastocándose por completo. Y, entonces, ¿qué hacemos ahora?, ¿debemos ser flexibles?
¿Se pueden tener rutinas y hábitos con los niños en Navidad?
Niños durmiéndose tardísimo, despertándose a las tantas, comiendo a deshora, descuidando la alimentación saludable, padres con los nervios de punta... Os suena, ¿verdad?
No os preocupéis, a continuación, os damos unos consejos útiles para que disfrutéis mucho de esta Navidad. Involucrar a nuestros niños en las celebraciones navideñas sin morir en el intento es posible. Eso sí, esta situación será factible siempre y cuando se tomen en consideración una serie de premisas:
1. En primerísimo lugar, seamos flexibles, comprensivos y tengamos paciencia
Los cambios, la novedad, los nuevos estímulos... siempre ponen a los niños -y a los padres- más irascibles, nerviosos e intranquilos. Cuenta hasta diez antes de enfadarte y sentirte mal, ¡recuerda que de nada sirve!
2. No te exijas demasiado
Tampoco te crees grandes expectativas alrededor de los horarios. Recuerda que no es lo mismo horario, que rutina. 'Horario', como la misma palabra indica, hace referencia a la 'hora', y eso a veces no está bajo nuestro control, pues pueden surgir diferentes situaciones en nuestro día a día que trastocan los horarios. Pero mantengamos lo que sí está en nuestra mano: las rutinas.
Rutinas diarias como poner la mesa, comer juntos y ayudar a recoger. Rutinas semanales como, por ejemplo, desayunar tortitas los domingos, ver una película navideña con palomitas los viernes, salir al parque con la bicicleta después de la siesta...
Acostarse a las 00.00 h, levantarse a las 11:00 h.... Es posible siempre y cuando se respete la rutina (cenar, ducharse, ponerse el pijama, leer un cuento de Navidad con la luz auxiliar, etc.). ¡Ojo! No te olvides de que si cambia el horario o el día no tiene importancia, la vida sigue, eso sí, estad atentos al siguiente punto.
En Navidad podemos ser más flexibles con las rutinas de los niños
Además de las claves anteriores, tener en cuenta las siguientes consideraciones también te ayudará a mantener las rutinas y los hábitos de los niños esta Navidad, siendo flexibles y sin sufrir.
3. Anticípate
Soy maestra de educación especial y con los años he aprendido que los niños y, por qué no decirlo, los adultos, funcionan mejor cuando saben lo que va a ocurrir o al menos se le da la oportunidad de preverlo. 'Mañana iremos a casa de la tita después de comer' o 'vamos a cambiar el plan del parque de mañana por ir a ayudar a los abuelos con la cena de Nochebuena'.
Avanzarles la información, los prepara para aquello que va a suceder, tranquilizándolos ante la incertidumbre y concediéndoles además la confianza y seguridad del que sabe.
[Leer +: ¿Hay que relajar los límites y normas en Navidad?]
4. Haz partícipes a los niños en la medida de lo posible
Poner la mesa, recoger los platos, elegir la decoración de la cena de Nochebuena, preparar un bizcocho de Navidad juntos... Asimismo, esta última puede ser una excusa perfecta para mantener una alimentación saludable también en estas fechas, pudiendo elegir los ingredientes y desechando azúcares refinados, aceites, etc.
Recuerda que es importante que los padres estemos realmente presentes en estos días. Y nos referimos a una presencia real (sin móviles); de tiempo de calidad.
5. Buscar el consenso de la familia
Al hilo de las dos premisas anteriores, y dependiendo del nivel de desarrollo madurativo que tengan tus hijos, no podemos dejar de lado el consenso. Consensuar con nuestros hijos los planes navideños, decidir entre todos qué hacer o qué no hacer, elegir entre varias ideas... es imprescindible no solo en fechas señaladas, sino en el día a día.
6. No fuerces a tus hijos a hacer algo que no quieran
Cuando tu hijo o hija tenga realmente sueño se dormirá, cuando tenga hambre comerá... Si en ese momento 'es la hora' y no lo hace, es porque está jugando con su prima o pendiente al villancico que está sonando, pero terminará haciendo.
7. Disfruta
En último lugar, aunque no menos importante, DISFRUTA. Todos nos merecemos dejarnos llevar, evadirnos, desconectar, resetear y pasarlo bien en familia.
Y vosotros, ¿qué receta mágica utilizáis para mantener las rutinas y los horarios en festividades como la Navidad?
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