Las letras que forman los nombres para niños determinan su personalidad

¿Crees que una rosa olería igual de dulce si no la llamáramos 'rosa'? Shakespeare sí lo creía y los creadores del estudio del que aquí vamos a hablar también. Y es que, parece ser, que los sonidos y las letras que forman los nombres para niños nos ayudan a crearnos una idea de cómo será la personalidad de ese bebé. ¿Quieres saber lo que el nombre de tu hijo transmite según cómo suene?

Lo que transmiten las letras que forman los nombres para niños

Siempre ha habido un gran interés en cómo el nombre de una cosa o una persona influye en la interpretación o en la percepción que tenemos del él. Por ejemplo, si vas a conocer a alguien que se llame Pedro, Alba, Ana o Kate, ¿te harías una idea de cómo pueden ser tan solo por el sonido de sus nombres?

Esto es lo que han averiguado en tres experimentos realizados en la Universidad de Calgary. Descubrieron que se esperaba que las personas con nombres suaves como, por ejemplo el nombre de Ana, fueran más agradables, emotivas e incluso trabajadoras. Por otro lado, se esperaba que las personas con nombres más fuertes como Kate o Kirk fueran más extrovertidas. ¿A que resulta muy curioso?

¿Por qué un nombre sugiere diferentes tipos de personalidad?

Investigaciones anteriores sobre el simbolismo del sonido han demostrado que las personas tienden a asociar ciertos sonidos del lenguaje con cualidades concretas y esto se cumple ya se trate de objetos o de personas (o los nombres de los niños).

Volviendo a los experimentos de los que hablábamos antes, los autores compararon nombres que contienen lo que se llaman consonantes sonoras, es decir, la M o L, con los que contienen consonantes no tan sonoras como K o T. Las primeras se caracterizan por un sonido más suave y continuo, mientras que las segundas son más abruptas.

Compara la palabra 'mamá' con la palabra 'toco', ¿a qué una suena mucho más suave que la otra? Pues en el caso de los nombres ocurre lo mismo. Apodos como Kirk, Kurt o Tate suenan diferentes a Noa, Ana, Lúa, ¿cierto? Pues los investigadores además afirman que solo por esa diferencia de sonido se le atribuye a cada nombre una personalidad distinta.

La otra parte del estudio consistía en preguntar a un grupo de personas qué le inspiraban ciertos nombres. La mayoría de los participantes estaban convencidos de que las personas con nombres como Ana o Matías serían amables, sensibles y trabajadores. En cambio, afirmaban que las que se llamaban Kate, Robert o Quique serían fuertes y de un carácter extrovertido.

¿Los nombres determinan la personalidad de los niños?

Si estás buscando nombre para tu hijo o quieres saber lo que el apodo de tu pequeño transmite, solo tienes que seguir los pasos de este curioso estudio. Todo apunta a que la forma de ser y la personalidad están marcadas de ante mano por el nombre, o más bien por cómo suena.

Claro está, y esto también viene detallado en el estudio, no hay evidencia científica de que Ana sea más amable o trabajadora que Kate simplemente por llamarse así. O al menos así lo comprobaron al preguntar a más de mil personas su nombre, su personalidad y su forma de ser.

No es cierto entonces que si le pones a tu hijo Alberto o Hugo vaya a ser más o menos sociable; pero sí que es verdad que los nombres de personas, al igual que ocurre con la rosa de Shakespeare, pueden despertar en los demás ciertas sensaciones, sentimientos o ideas.

Hasta ahí todos de acuerdo, ¿verdad? Pero, ¿y si resulta que tratamos de forma diferente a los demás tan solo por la predisposición que nos hacemos de ellos? ¿Y si las personas, niños incluidos, saben que los demás esperan de ellos que sean amables y actúan de esta forma?

Nombres para bebés y niños, lo que transmiten por el sonido

El efecto que nos creamos en la mente viene de los sonidos de los nombres, pero no tiene por qué asociarse realmente con la personalidad de las personas. Entonces, ¿qué tiene el sonido en el nombre Ana que lo hace parecer especialmente amable? Este efecto se explica por una especie de extensión metafórica de las cualidades de los sonidos o sentimientos de las palabras a las formas.

Los resultados sugieren que los nombres propios contienen información que influye en lo que esperamos que sea alguien en términos de su personalidad. Pero, ojo, que las apariencias engañan.

¿Qué opinas tú de este estudio? ¿Crees que el nombre de tu hijo transmite ciertas sensaciones solo por cómo suena? ¡Bienvenida al debate!

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