Por qué deberías ir de camping con tus hijos al menos una vez en la vida
Lo que necesitas tener y saber para organizar una acampada en familia
- Las ventajas de ir de camping con los niños
- Cómo prepararnos para ir de acampada con los niños
Si tuviste la oportunidad de ir de camping con tus padres cuando eras pequeño, seguro que no lo has olvidado, y es que ir de camping en familia es una de las experiencias más positivas, emocionantes y bonitas de la infancia. Por ello, si queremos proporcionarles un poquito de felicidad extra a nuestros pequeños y pequeñas, una gran idea es ir de acampada juntos niños y padres juntos. ¡Os lo pasaréis en grande!
Las ventajas de ir de camping con los niños
Según el informe 'Trabajando el acercamiento a la naturaleza de los niños y niñas en el Grado de Educación Infantil. Crucial en la sociedad actual', el distanciamiento de la naturaleza en niños y adultos podría ser el desencadenante de distintas dolencias frecuentes actuales como la depresión, el estrés, el déficit de atención-hiperactividad o la ansiedad, englobando este hecho en lo que ha denominado trastorno por déficit de naturaleza, concluyendo que salir al campo y estar en contacto con la naturaleza puede tener ventajas.
Pasar unos días en la naturaleza es gratificante para cualquiera, niños y mayores, pero hacerlo en familia y con ese espíritu aventurero que tiene cualquier camping tiene infinidad de beneficios para nuestros hijos. Te contamos cuáles son:
- Mantienen un contacto constante con la naturaleza
Lo que les ayuda a aprender de ella, valorar el mundo natural, así como respetar y amar el medio ambiente.
- Se sienten libres
La oportunidad que un camping da a los niños de poder correr, jugar, ensuciarse, mojarse o explorar es única. Pocas veces, sobre todo si viven en ciudades, tienen la oportunidad de sentirse con esta libertad que está más cercana a sus instintos naturales.
- Activan los cinco sentidos
En el campo no hay ruidos de coches, televisión o cualquier ruido distractor. Los niños pueden sentirse en cierta paz, una paz que les permite poder hacer mucho más caso a sus sentidos. Escuchar el canto de los pájaros y los pinos en movimiento con el aire, ver una ardilla mimetizada con un árbol, oler flores y plantas, tocar hojas y cortezas de árboles o saborear frutos recolectados por ellos mismos.
- Aprenden a valorar lo más sencillo
No se necesita mucho para ser feliz, y eso es lo que una acampada les enseña a los más pequeños. Con tener la oportunidad de pasar unos días de vacaciones en familia y poder moverte con cierta libertad, es suficiente para sentir plena felicidad, ¿verdad?Habilidades sociales: en la mayoría de los campings los niños siempre hacen amigos. La relajación y libertad que la naturaleza proporciona permite a lo más pequeños deshinibirse y desarrollar sus habilidades sociales con otros niños, lejos de presiones de ningún tipo.
- Desarrollan el trabajo en equipo
Normalmente siempre hay actividades en las que la familia necesita trabajar en equipo para salir adelante. Por ejemplo, montar la tienda de campaña para poder dormir cobijados esa noche, encender la barbacoa para poder comer... (si se puede, porque no siempre está permitido). Si involucramos a los niños en todo ese proceso, les estaremos enseñando a trabajar en equipo (además, les encanta hacerlo).
- Se fomenta la unión familiar
Las acampadas unen, eso es innegable. Cualquier familia que va de acampada pasa unos días inolvidables en el los que los lazos afectivos siempre se fortalecen. Es muy natural que en un camping los niños se sinceren respecto a sus sentimientos con los padres o viceversa, que la confianza se afiance o las risas aporten a toda la familia unos minutos de felicidad absoluta.
- Realizan un desconexión total
Toda la familia es capaz de desconectar por completo durante unos días. Sin móviles, sin problemas, sin obligaciones… Unos días para disfrutar, dejar de lado el estrés y sentirse bien en familia. Es ideal para los padres porque les ayuda a evadirse un poco del día a día, pero a los niños también les ayuda mucho esta sensación de desconexión; por ejemplo, les ayuda a mejorar el sueño y funciona como una terapia mental fabulosa.
Cómo prepararnos para ir de acampada con los niños
Antes de comenzar a preparar una aventura de camping en familia es importante tener en cuenta algunas cuestiones importantes que harán que la experiencia sea mucho más increíble. ¡Toma nota!
- Elegir el tipo de camping que mejor va con vosotros
El tipo de camping elegido dependerá de varios factores. El principal es qué tipo de familia sois. Si sois una familia muy urbanita, está claro que acampar en pleno bosque quizás no sea lo más apropiado. Existen diversos campings bien gestionados en los que puedes encontrar los servicios mínimos como baños, duchas, luz e incluso otros en el que puedes encontrar restaurantes, piscina, área de juegos.
En cambio, si sois una familia aventurera, tal vez prefiráis un entorno mucho más salvaje y natural, donde podáis pescar, hacer rafting o perderos por los senderos en el bosque. Si lo que os gusta es el mar, también hay opciones de campings en la cosa para pasar unas vacaciones de verano inolvidables. Es importante que tengáis en cuenta esto, porque si os adentráis a la naturaleza sin estar demasiado acostumbrados, puede que la experiencia resulte peor de lo que pensabais.
- Preparar la maleta
Aquí la premisa debe ser: lo justo y necesario. ¡Llevar una casa a cuestas no es ir de camping! La gracia de acampar es aprender a vivir con menos cosas y llevar lo justo y necesario. La cantidad de cosas que llevéis dependerá bastante del tiempo que acamparéis, pero también del plan familiar que queréis tener en el camping y el número de personas.
Por ejemplo, si deseáis cocinar todos los días, entonces necesitaréis provisiones y quizás un hornillo de gas. Pero si vais a algún camping donde podáis comer en restaurantes de las ciudades cercanas, quizás no es tan necesario. Lo básico siempre es una tienda de campaña en la que quepáis todos, sacos de dormir, esterilla para debajo del saco, una linterna, ropa cómoda y apropiada para el lugar, un pequeño neceser de aseo y comida y agua si es necesario.
Todo lo demás puede ser opcional y dependerá un poco de los planes: nevera portátil, sillas plegables, ollas y sartenes para cocinar, platos reutilizables, mapa, brújula… Además, siempre se pueden llevar algunas cosas por prevención: botiquín de primeros auxilios, navaja multiusos, impermeable por si llueva, crema solar, gorra, gafas de sol, cantimplora, spray contra insectos, cuerdas y pinzas para tender la ropa (para campings de larga duración).
- Tener pensado juegos para el día o la noche
Una buena recomendación es llevar preparados algunas ideas de juegos para jugar en familia durante los días de acampada. Así, en los momentos en que no se os ocurra nada, podéis echar mano de algún juego divertido con el que os lo pasaréis en grande. No hace falta que sean juegos físicos, puede ser algo que sea más dinámico y fácil de jugar, como el escondite, capturar la bandera o identificación de especies...
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