Aprender a cocinar, el mejor ejercicio de autonomía para los niños
La cocina puede ser un elemento de independencia de los niños
- La cocina promueve la autonomía de los niños
- ¿Cómo podemos enseñar a cocinar a los pequeños?
- Beneficios a largo plazo de aprender a cocinar
La cocina es el ambiente familiar por excelencia; es el lugar donde la familia se reúne para compartir, reír y disfrutar de la comida juntos. Pero esta también propone un ejercicio de autonomía para los niños que estimula su independencia y su carácter, cualidades que necesitarán en un futuro y mientras más las practiquen y las hagan suyas, mejores habilidades de autonomía podrán gozar en el futuro cuando llegue el momento de dejar el hogar.
Expertos en pedagogía, como lo fue la reconocida María Montessori, sostenía fervientemente la importancia de formar la independencia desde edades tempranas, ya que es la mejor forma en que los niños pueden nutrirse y aprender del mundo exterior, pero además es la manera más ideal y menos traumatizante de desprenderse del núcleo familiar.
La cocina promueve la autonomía de los niños
A parte de lo previamente mencionado, la cocina puede ser un espacio para enseñar a los niños sobre respeto, aprecio a las cosas, ahorro, autoconfianza y creatividad por todas las recetas que pueden crear por su cuenta en un futuro. También se afianzan las habilidades mentales superiores como la atención, concentración, resolución de problemas, razonamiento y memoria.
Aunque muchos desestiman las complejidades de la cocina, para crear platos exquisitos y hermosos se necesita seguir al pie de la letra una serie de pasos y hacerlo con cuidado para tener grandes resultados.
¿Cómo podemos enseñar a cocinar a los pequeños?
Primero que todo, pídeles que te acompañen en la cocina mientras estés preparando las comidas del día a día. Solamente con sentarse a observar desarrollará en ellos la curiosidad para hacer lo mismo que tu estés haciendo.
Háblales sobre lo que estás haciendo, por qué lo estás haciendo y con qué ingredientes lo haces, de esa forma pueden familiarizarse con todo lo que pueden encontrar en la cocina.
Luego, puedes incluirlos en la preparación de las comidas, seleccionando los alimentos e ingredientes a necesitar, ordenando el área de cocinado, lavando las verduras, eligiendo los utensilios, etc. Eso sí, deben estar siempre bajo tu supervisión para evitar algún accidente, incluso, con mucho cuidado puedes pedir que te ayuden directamente a cocinar los alimentos.
Es importante resaltar que debes conversar con ellos sobre el respeto hacia los ingredientes y su uso, la forma en que deben cocinarlos y los peligros que esto conlleva. De esta forma se harán conscientes de los cuidados y la responsabilidad que deben tener.
Beneficios a largo plazo de aprender a cocinar
¿Cuáles son los beneficios de animar a los niños a que participen en las labores de la cocina? ¡Todos estos!
1. Forman la autonomía
Como lo mencioné antes, una de las características principales y muy necesarias para independizarse es saber cocinar. Por lo que representa una habilidad que tus hijos agradecerán en el futuro, pues no necesitarán depender de alguien para tener alimento.
2. Desarrolla la autoestima
El lograr hacer algo a la perfección, hace sentir a los niños orgullosos de sí mismos y se creen con la capacidad de lograr cualquier cosa que se propongan. Así que puedes imaginarte cómo el hacer un postre delicioso o una comida casera por ellos mismos y recibir elogios por ello, ayudará con su confianza propia. Pero también es el escenario perfecto para aprender de los errores, cuando algo se queme o no salga del todo bien y cómo arreglarlos.
3. Activa la creatividad
Con el paso del tiempo, los niños pueden interesarse en crear nuevas recetas, experimentar con las decoraciones y tomar decisiones con diferentes técnicas con respecto a la cocina, despertando así su lado creativo que pueden poner a prueba en otros ámbitos de su vida y el cual se les hará bastante fácil.
4. Ayuda al desarrollo psicomotriz y sensorial
Como se manipulan constantemente herramientas y alimentos que requieren de toda la atención y coordinación de las manos, la cocina es un excelente campo de entrenamiento para desarrollar habilidades de motricidad gruesa y fina, pero además también ayuda a desarrollar las habilidades sensoriales, gracias a los olores, texturas, cambios de temperaturas y localización de espacio al que deben adaptarse.
5. Aprecian mejor las cosas
La cocina nos hace tremendamente humildes y agradecidos con lo que poseemos y lo que podemos realizar con todo ello, por lo que los niños tienen la oportunidad de desarrollar su empatía, cariño y aprecio por las cosas, especialmente si esto cambia en el futuro. También tienen la oportunidad de aprender a respetar a sus mayores en las lecciones que les otorgan, ser cuidadosos con lo que hacen y tener más consciencia de sí mismos.
Así que aprovecha cualquier oportunidad que tengas y lleva a tus hijos a la cocina para que sean personas independientes que tengan un futuro prometedor.
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