3 cuentos cortos de trabalenguas y animales para practicar con los niños

Estos 3 cuentos cortos de trabalenguas y animales para niños para practicar, son ideales para los niños para que puedan pronunciar bien las palabras, conozcan el ritmo y entonación y aprendan las grafías correctas. Así que con estos cuentos breves tu hijo se divertirá mucho porque además se trata de simpáticos animales que seguro le gustarán.

Acompañen a un sapito, un loro y a una astuta ardilla en esta aventura de trabalenguas y, de pasada, lean acerca los beneficios que estos tienen para los niños que cursan la primaria, así como de una selección de trabalenguas en inglés y en español. Con ellos tu pequeño tendrá aún más agudeza mental y su cerebro se ejercitará. ¿Ya quieren leer?

Lalo Lentejas, el loro de lengua enredada - Cuento con trabalenguas

En un pueblo llamado Pachaplancha, un niño llamado Tristán Trepador, tenía una habilidad para enredar y desenredar palabras. Un día, por el parque Pispás, Tristán conoció a Clarita Clarinete. Clarita le contó que en Pachaplancha había un problema: el loro Lalo Lentejas había perdido su capacidad para hablar.

Tristán Trepador, acompañó a Clarita Clarinete a visitar al loro Lalo Lentejas. Cuando llegaron a la casa de Lalo, lo encontraron llorando muy triste. Tristán le preguntó qué había ocurrido, y Lalo Lentejas dijo que al intentar repetir un trabalenguas, su lengua se había enredado tanto que ya no podía hablar.

Tristán, decidido a desenredar la lengua del loro con un trabalenguas más sencillo: 'Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal'. Lalo lo intentó y con dificultad, logró decirlo. Luego, Tristán enseñó a Lalo otro trabalenguas: 'El perro de San Roque no tiene rabo, porque Ramón Ramírez se lo ha robado'.

Lalo repitió el trabalenguas y poco a poco su lengua fue desenredándose. Finalmente Tristán desafió a Lalo a decir: 'Pepe Pecas pica papas con un pico, con un pico pica papas Pepe Pecas'. Lalo Lentejas repitió el trabalenguas y su lengua quedó desenredada. ¡Por fin Lalo Lentejas podía hablar! Y todo gracias a los trabalenguas.

El Sapito Salomón Salitre busca su voz - Cuento corto con trabalenguas para niños

Había una vez en el pueblo llamado Mimimomo, una niña llamada Rita Rimarimba, que era muy buena para encontrar rimas en las palabras que escuchaba. Un día Rita conoció a un conejo llamado Cocolino Coliflor. Cocolino le contó que en Mimimomo había un problema: el sapito Salomón Salitre había perdido su voz y su capacidad para cantar.

Rita Rimarimba y Cocolino Coliflor fueron a visitar al sapito Salomón Salitre a su hogar. Cuando llegaron al estanque lo encontraron muy triste y callado. Rita le preguntó qué había ocurrido, y Salomón dijo que había perdido su voz. Rita le propuso a Salomón Salitre que probara con una canción sencilla: 'Una rana en el agua, cantaba sin parar, su voz alegre y clara, hacía eco al vibrar'.

Salomón lo intentó, pero no pudo. Entonces Rita y Cocolino empezaron a cantar: 'El grillo y el saltamontes, juntos alegres cantan, en el campo verde, sus voces se levantan'. Salomón intentó repetir la canción, pero su voz simplemente no salía, ¡se sentía frustrado! Entonces Rita intentó con un trabalenguas: 'Si Sansón no sazona su salsa con sal, le sale sosa; le sale sosa la salsa a Sansón si la sazona sin sal'.

El sapito Salomón Salitre recitó el trabalenguas con éxito y recuperó su voz. Desde ese día Cocolino Coliflor y Rita Rimarimba, junto al sapito Salomón Salitre, iban juntos por el pueblo de Mimimomo, compartiendo trabalenguas a todos los habitantes del lugar.

La hábil ardilla Amelia Amelga - Cuento infantil de animales y trabalenguas para practicar

En el pueblo mágico y lejano de Chirriplín, vivía Pedro Peralta, un niño que siempre jugaba con palabras y formaba trabalenguas. Un día, Pedro fue al bosque parlanchín en busca de nuevas palabras para crear sus divertidos trabalenguas. Ahí se encontró con una astuta ardilla llamada Amelia Amelga.

Cuando Pedro platicó con ella, Amelia se dio cuenta que les gustaban las mismas cosas: los trabalenguas, así que retó a Pedro a decir los mejores y que se equivocara, perdía. Pedro aceptó el reto y empezó a decir: 'Poquito a poquito, Paquito empaca copitos en pocos paquetes'. Amelia lo repitió sin problema y ahora era su turno: 'La cara del loro se aclara con cloro, claro, con cloro se aclara la cara del loro'.

Pedro lo repitió con maestría y le dijo uno más: '¿Cómo quieres que te quiera si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera?' Amelia una vez más lo dijo sin equivocarse y regresó con otro trabalenguas. Habían pasado ya varias horas de estar diciendo trabalenguas sin equivocarse, hasta que fue otra vez el turno de Amelia.

Entonces ella dijo: 'Hugo tuvo un tubo, pero el tubo que tuvo se le rompió. Para recuperar el tubo que tuvo, tuvo que comprar un tubo igual al tubo que tuvo'. Pedro comenzó bien, pero de pronto titubeó y finalmente no lo pudo repetir. ¡La hábil ardilla Amelia había ganado! Pedro le propuso practicar con más trabalenguas y la ardilla aceptó. Desde entonces uno y otro dice un trabalenguas esperando que alguien se equivoque.

Grandes beneficios para los niños al practicar trabalenguas

Los trabalenguas son una herramienta divertida y efectiva para enseñar a los niños habilidades lingüísticas, por ejemplo, el ayudarles a practicar y perfeccionar la pronunciación de sonidos y palabras, desarrollando una dicción más clara y precisa.

Esto se complementa con la fluidez verbal, ya que al repetir trabalenguas rápidamente y sin errores mejora la velocidad al hablar. También, los trabalenguas incluyen palabras y expresiones poco comunes o desconocidas, lo que contribuye a ampliar su vocabulario.

Por otro lado, se estimula su memoria, porque al recitar trabalenguas se refuerza la capacidad de retención mental de los niños, lo que ayuda en su aprendizaje, mejorando la atención y concentración para pronunciar correctamente las palabras y evitar errores.

Por último se fomenta el pensamiento lógico, debido a que al resolver trabalenguas y comprender su estructura y significado, se estimula la capacidad de análisis de los niños. Esto deriva en una mayor socialización y diversión logrando una gran interacción entre los pequeños que los practican.

Otros trabalenguas en español e inglés para practicar con los niños

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