6 cuentos personalizados con el nombre Emma para la hora de dormir

¿Quieres compartir un momento muy especial con tu pequeña Emma antes de dormir? ¡Tenemos la selección de cuentos personalizados con el nombre de Emma que estás buscando! Son historias para leer a la hora de dormir que invitarán a tu hija a soñar con ratonas traviesas, unicornios simpáticos y abuelas Nube. Comparte con tu niña Emma estos preciosos cuentos que le ayudarán a tener felices sueños.

Por cierto, ¿sabías que el nombre Emma viene del alemán y significa 'universal'. Y ahora que ya lo sabes... comenzamos con los mejores relatos para dormir mejor. A través de estos bellos cuentos infantiles podrás relajar a tu hija Emma y predisponerla a tener dulces sueños. ¡Buenas noches!

Cuentos personalizados para el nombre Emma - Felices sueños

Emma era una niña soñadora y curiosa. Tenía un sueño muy especial: quería volar entre las nubes del cielo. Todas las noches, cuando llegaba la hora de dormir, Emma cerraba los ojos y se imaginaba volando muy alto, saltando entre algodones...

Una noche, cuando iba a la cama después de lavarse los dientes, vio que una luz brillante provenía de la puerta cerrada de su habitación. Tuvo que parpadear un par de veces para confirmar lo que estaba viendo. De repente, al abrir la puerta, vio ante sí un enorme arcoíris, con los colores más bonitos del mundo.

Empezó a caminar sobre el arcoíris y al otro lado encontró un campo de nubes algodonosas. En cuanto puso un pie sobre ellas, se dio cuenta de que eran blandas y mullidas. ¡Y olían a algodón de azúcar!

Emma saltó de una nube a otra, flotando, riendo y jugando. Un simpático pajarito azul y cantarín se acercó a la niña y le invitó a conocer la casa de la abuela Nube, la nube más mayor y entrañable de todo el cielo.

Cuando llegó a su hogar, la abuela Nube estaba leyendo cuentos de la luna a otros seres celestes como angelitos, estrellas, pájaros... Emma estaba ensimismada escuchando las bellas historias de la abuela Nube cuando, de repente, escuchó:

- Emma, cariño, despierta que es hora de ir al colegio.

Era la voz de su mamá, que se agachaba sobre ella para darle un beso. ¡Había sido un sueño!

Cuento infantil para irse a dormir pronto - La ratona Emma

Había una vez una ratona llamada Emma que vivía en una casita llena de amor y alegría. A Emma le encantaba jugar y pasarlo bien junto a sus hermanos ratones, por eso, cuando llegaba la hora de dormir nunca quería acostarse. Por mucho que sus padres trataban de convencerla para que se fuera a la cama, Emma siempre se enfadaba y lloraba porque quería seguir jugando.

Un día, decidió quedarse despierta toda la noche para poder disfrutar más con sus juguetes. Al principio, fue muy divertido: pudo jugar con las casitas, con el balón, con los coches, con sus muñecas... Sin embargo, según pasaban las horas, estaba más y más cansada. Le costaba mantener los ojos abiertos y solo quería echarse a dormir junto a sus peluches.

Al día siguiente, en el colegio, Emma tenía mucho sueño, tanto que no consiguió concentrarse para hacer ninguna suma bien. Y estaba tan cansada que no tenía fuerza ni para meter una canasta.

Cuando Emma regresó a casa, la mamá ratona le explicó que dormir es importante para que nuestro cuerpo y mente descansen. Le contó que cuando dormimos, recargamos nuestras energías para poder aprender, jugar y ser felices al día siguiente.

Emma comprendió que irse a dormir a tiempo era necesario para disfrutar de su día al máximo. Si no descansaba por la noche, ni siquiera podría jugar al día siguiente con sus juguetes. A partir de esa noche, Emma comprendió que tenía que acostarse pronto. ¡Felices sueños!

Fábulas y cuentos para la hora de dormir (con moraleja)

Había una vez una cervatilla llamada Emma que vivía en un pequeño bosque rodeado de flores y árboles. Un día, Emma encontró un caracol que se arrastraba por el suelo muy muy despacio. Sobre su espalda, llevaba su casa, una gran concha en forma de espiral. Cuando Emma vio lo despacio que se movía, se empezó a reír de él:

- ¡Eres un lento!

El caracol se sintió muy triste y se escondió dentro de su casita. Un sabio búho, que observó todo desde un árbol, decidió hablar con Emma.

- Cervatilla Emma, no está bien que te rías de Col el caracol. Es verdad que se mueve muy lento, pero no te puedes olvidar que lleva su casa a cuestas y esta pesa mucho. Cada animal del bosque tiene habilidades diferentes y que todos merecen respeto. En el caso de Col, su habilidad no es la de moverse rápido, pero sí la de tener mucha fuerza. ¿Qué se te da bien a ti y qué se te da mal?

Emma pensó en lo que el búho le había dicho y se dio cuenta de que había sido injusta con el caracol. A ella se le daba muy bien correr entre los árboles, pero era malísima nadando... ¡Cada uno tiene una habilidad diferente y todo el mundo merece respeto por ella!

Decidió disculparse con Col el caracol; le dijo que cada uno era especial a su manera. El caracol aceptó sus disculpas y le invitó a dar un paseo junto a él.

- ¿Sabías que cuando te mueves despacio tienes más tiempo para admirar las bellas flores que te rodean? - le dijo Col.

¡Cuánta razón!

Moraleja: Siempre debemos respetar a los demás, pues cada uno es especial a su manera y tenemos mucho que aprender los unos de los otros.

Cuento infantil para Emma protagonizado por un unicornio

Había una vez una niña llamada Emma que vivía en un pequeño pueblo lleno de flores y mariposas. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un simpático unicornio de suave pelaje, crines color arcoíris y un cuerno brillante en la frente.

El unicornio invitó a Emma a dar un paseo por el bosque. Juntos, caminaron por senderos llenos de flores y vieron estrellas brillantes en el cielo. El unicornio le mostró a Emma las maravillas que la rodeaban, como el canto de los pájaros y el susurro de las hojas. ¡Qué espectáculo les ofreció la naturaleza!

Emma se dio cuenta de que había muchas cosas hermosas en las que antes no había reparado. Aprendió a valorar el perfume de las flores, el calor del sol en su piel y la luz que nos regalan las estrellas en la noche oscura... ¡Qué afortunada se sentía por poder disfrutar de todo aquello!

El unicornio le enseñó que las pequeñas cosas son las que hacen que la vida sea especial. Emma agradeció al unicornio por abrir sus ojos y llenar su corazón de gratitud.

Cuando regresó a su casa, Emma compartió con su familia lo que había aprendido del unicornio. Desde ese día, siempre se tomó un momento para apreciar las pequeñas cosas que le rodeaban. ¡Qué feliz era!

Puedes leer más artículos similares a 6 cuentos personalizados con el nombre Emma para la hora de dormir, en la categoría de Cuentos con nombres en Guiainfantil.com.