Adiós, chupete, adiós - Cuento para niños que no quieren dejar el chupón

La retirada del chupete puede ser, para algunos niños, un momento traumático. Para que este hecho se produzca sin traumas ni lloreras prolongadas por días y, sobre todo, sin ningún retroceso, te proponemos que te sientes una tarde que estéis ambos tranquilos en el sofá y le cuentes a tu pequeño la historia de Simón, el protagonista de Adiós, chupete, adiós, un cuento para niños que NO quieren dejar el chupón o chupete. En cuanto descubra la existencia del duende de los Chupetes, ¡todo será más fácil!

Cuento para que los niños dejen el chupón - Adiós, chupete, adiós

Simón era pequeño para algunas cosas y, sin embargo, ya era mayor para otras. Siempre andaba echo un lío:

- Simón, aún eres pequeño para usar el cuchillo
- Simón ya eres mayor para vestirte tú solito
- Simón, cuando seas mayor mamá te enseñará a patinar
- Simón, como ya eres mayor debes ser responsable de tus juguetes.

Y así todo el día.

Pero un día le dijeron algo que no comprendió:

- Simón, ya eres mayor y debes dejar de usar el chupete

- ¡Imposible!, pensó el pequeño. Y es que, el chupete siempre había estado a su lado, en lo bueno y en lo malo. La de siestas que habían pasado juntos y la de sustos que se había llevado al no encontrarlo cuando se le caía.

Simón siempre había querido ser mayor y poder hacer las cosas que ya sabía hacer su hermano Teo, pero si crecer significaba que debía abandonar su chupete para siempre, prefería seguir siendo pequeño, incluso, volver a ser bebé.

Sus padres trataron de explicarle que cuando nos hacemos mayores debemos dejar el chupete para que no nos haga daño en la boca, porque ya tenemos todos los dientes y éstos, junto a la lengua, pueden asustarse porque no queda espacio para todos y el chupete. Y entonces puede empezar a perder dientes. Y sin ellos no podrá comer las cosas ricas que tanto le gustan.

Sus abuelos le ofrecieron intercambiar el chupete por un juguete. Irían juntos a la tienda y Simón podría elegir el regalo que quisiera. Sin embargo, nada dio resultado. Incluso, sus amigos del colegio le dijeron que debía regalar su chupete a un bebé, porque él ya no lo necesitaba y los bebés sí. No obstante, por el contrario, Simón cada vez agarraba más fuerte su chupete por miedo a que se lo quitaran.

Finalmente fue Teo, su hermano mayor, quien consiguió convencerlo. Teo le contó que cuando él era pequeño también utilizaba chupete, pero un día escuchó hablar sobre el Duende de los Chupetes. Por lo visto era un ser mágico que solo visitaba a los niños por las noches. Y si encontraba un chupete bajo la almohada, este, con su magia, le otorgaba al niño un gran poder, un don.

Teo concluyó su relato recordando que cuando el entregó su chupete al Duende, empezó a correr más rápido, tanto, que ahora no había ningún niño que le ganara en una carrera.

Simón pasó todo el día pensando mucho en las palabras de su hermano y decidió que él quería ser un gran jugador de fútbol. Así, esa noche, Simón se despidió de su chupete y lo colocó bajo la almohada. A la mañana siguiente el chupete no estaba y, por la tarde, cuando jugó en el parque con sus amigos, Simón marcó tres goles que le dieron la victoria a su equipo.

Preguntas para saber qué ha entendido tu hijo de este cuento

Los cuentos son una excelente herramienta para enseñarles a los niños valores y, también, para intentar cambiar ciertas pautas en su comportamiento, en este caso, conseguir que el pequeño abandone el hábito del chupete.

Para asegurarnos de que esta historia le ha calado y ha podido producir efecto en él, nada mejor que hacerle tres sencillas preguntas con las que trabajaremos, además, la compresión lectora del pequeño.

1. ¿Qué le dicen los padres de Simón al pequeño que no le gusta nada?

2. ¿Quién es el Duende de los Chupetes?

3. ¿Qué quiere ser Simón de mayor? 

4. ¿Quién consigue convencer a Simón a dejar el chupón?

5. ¿Qué más te ha gustado de este cuento?

El uso del chupón o chupete en niños

El reflejo de succión no solo permite al bebé a alimentarse sino que le calma y tranquiliza. Por ello succionar el chupete o chupón es una práctica muy común entre los bebés. El uso del chupete tiene sus ventajas:

- Reduce la incidencia de muerte súbita
- Calma la ansiedad y el estrés
- Es un analgésico muy eficaz en procesos dolorosos

No hay ningún dato definitivo ni a favor ni en contra del uso del chupón. Sin embargo estaría bien considerar esos consejos sobre el uso del chupete por los niños:

- Intentar NO utilizar el chupete en los primeros días de vida. Mejor resistirse, dado que favorecerá la instauración de una lactancia materna eficaz. No iniciar el uso del chupón antes de que la lactancia materna esté establecida

- Evitar usar el chupete como método para poder retrasar una comida

- Parece mejor que su hijo utilice un chupete para saciar sus ganas de chupar, en lugar de uno de los dedos de su mano (el pulgar)

- Si su hijo utiliza chupón, no tenga uno solo, dado que es fácil que se pierda, lo cual, en algunos casos, supondrá llantos, pataletas, etc.

- Muchos niños utilizan el chupete para tranquilizarse, sobre todo en la época del destete o en ausencia de los padres. En niños mayores no los reprenda por su uso, ya que ello dificultará su retirada definitiva.

- Cuando llegue la hora de retirar el chupete, hay que hacerlo de forma voluntaria por el niño, sin traumas. Estaría bien aprovechar un cambio real como la ida a una escuela, o a un viaje, o el nacimiento de un hermano, etc., para hacerlo.

- Solo utilizar chupones o chupetes que cumplan normas de seguridad. Los mejores chupones son los de una sola pieza.

- NO usar la tetina del biberón como chupete

- Evitar colgar el chupete del cuello, muñeco o cuna, para prevenir accidentes. Fijarlo a la ropa con un imperdible también es arriesgado.

- Tener en cuenta el desgaste de los chupetes y renovarlos

- En los primeros 3 meses se debe esterilizar los chupetes

- Jamás ofrezca chupete mojado en zumo, leche o bebidas azucaradas a tu bebé.

Cuando el uso del chupete es un abuso a los niños

La edad ideal para quitar el chupete es hacia los 3 años. Claro que se debe ir acostumbrando al niño a usar el chupete sólo cuando se vaya a dormir o en situación de mucha tensión emocional. No hay una técnica específica porque cada niño es único; en cualquier caso sí que será aconsejable que los padres permanezcan más atentos en esos días para tranquilizar al niño y que éste no reclame su chupete.

Hay una serie de riesgos que piden a los padres ser prudentes con el uso del chupón:

- Interferencia con la lactancia materna
Se recomienda no iniciar el uso del chupete antes de los 15 días de vida, o hasta que la lactancia materna esté bien establecida.

- Problemas de maloclusiones de los dientes
El uso del chupete es considerado un hábito de succión no nutritiva y se ha relacionado con deformidades de la
boca. Su utilización después de los 3 años de edad puede ocasionar deformidades más permanentes que requieran de la intervención de un odontopediatra. El uso prolongado del chupete también se ha relacionado con la aparición de caries dentales, debido a la permanencia en el chupón de restos de alimento.

- Causas de otitis media aguda
El uso del chupete puede favorecer el paso de bacterias de la nariz y la garganta al oído medio a través de las llamadas trompas de Eustaquio, aumentando el riesgo de otitis. Muchos pediatras aconsejan restringir el
uso del chupete a los primeros 10 meses de vida, cuando la necesidad de succión es mayor y la otitis media aguda es más infrecuente.

- Accidentes infantiles
En una caída accidental, el borde del escudo de plástico rígido del chupete puede ocasionar heridas al chocar con la cara del niño. Un chupete sujeto con una cuerda o collar alrededor del cuello del niño ofrece riesgo de asfixia. Es importante cambiar con más frecuencia los chupetes cuando el niño empiece a tener dientes. Este podría mordisquearlo y tragar algunos fragmentos del chupón.

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