Caperucita Roja - Hermosa versión corta para bebés del cuento infantil

Ahora es el turno de los más pequeños de casa ¡los bebés! Gracias a este cuento corto de Caperucita Roja, hermosa versión corta para bebés del cuento infantil, tu hijo conocerá el clásico de Charles Perrault. Este relato breve es especial para los bebés entre los 10 y 24 meses de edad, se trata de una versión un poco distinta y muy linda especialmente creada para ellos. Es hora de incluir este cuento en la rutina de sueño de tu hijo, verás que le encantará.

Versión corta para bebés sobre el cuento Caperucita Roja

Había una vez, una linda niñita llamada Caperucita Roja, porque llevaba una caperucita o capa de ese color que le había tejido su abuelita con mucho amor. Un día, su mamá amaneció con tos y un poco de fiebre. Entonces le pidió un favor muy especial.

En una cestita iban ricas frutas y galletitas, y le dijo: 'Caperucita, mi amor, ¿puedes llevarle esto a tu abuelita? Yo no puedo ir porque tengo tos. Eso sí, recuerda no hablar con extraños y no te salgas del camino hacia el bosque'.

Caperucita, con su cestita en la mano, caminó con rumbo al bosque. Por el camino, se encontró al Lobo, él era muy grande pero un poco travieso. El Lobo, con la voz más suave que pudo, le preguntó: 'Hola hermosa Caperucita, ¿a dónde vas con esa cestita?'

Caperucita, olvidó lo que le dijo su mamá y le dijo que iba caminando por el sendero hacia la casa de su abuelita. El Lobo, muy astuto, se despidió de ella y se metió hacia el bosque para llegar antes a la casa de la abuelita.

Con lo que el Lobo no contaba es que ella se escondió antes de que el Lobo llegara. Cuando Caperucita llegó a la casa, se dio cuenta que algo andaba mal. El Lobo se metió a la cama, disfrazado de la abuelita y tranquilamente estaba esperando a Caperucita.

Caperucita, viendo que la abuelita se veía muy rara, le preguntó: 'Abuelita, ¿por qué tienes los ojos tan grandes?' El Lobo respondió con su voz de abuelita: 'Para verte mejor, mi niña'. Como la abuelita se había escondido, salió del armario y con la ayuda de un valiente cazador, sacaron al Lobo.

Al final, Caperucita Roja, su abuelita y el valiente cazador celebraron con la merienda deliciosa que la mamá de Caperucita había enviado. Desde ese día, Caperucita recordó siempre seguir los consejos de su mamá. Y vivieron felices, sin preocuparse porque el Lobo regresara del bosque.

La importancia de leer cuentos cortos a los bebés

Los cuentos para bebés ayudan mucho en el desarrollo temprano del pequeño. Si bien es cierto que los bebés todavía no comprenden las palabras o la trama completa de un cuento, escucharte leer en voz alta le brinda bastantes beneficios, por ejemplo, fomentar un fuerte vínculo entre tú y el bebé. El calor, la cercanía y la voz familiar dan un ambiente seguro y afectuoso que fortalece la relación.

A través de los cuentos, los bebés se exponen a un lenguaje rico y variado, estimulando su desarrollo lingüístico y que, a la larga, será la base de su vocabulario. Los cuentos introducen sonidos, palabras y estructuras que los bebés de cierta edad, particularmente después de los 12 meses, pueden comenzar a reconocer y aprender.

Por otro lado, los cuentos ayudan a que los bebés desarrollen sus habilidades de escucha y atención. Entre más tiempo le leas, tu bebé comienza a asociar la narración con imágenes, mejorando su comprensión visual y su capacidad de concentración. Por último, leer a los bebés desde temprana edad les fomenta el gusto por la lectura, se convierten en hábitos sanos y estimulan su desarrollo cognitivo y emocional.

¿Qué sucede en el cerebro de los bebés cuando les leen cuentos?

Contar cuentos a los bebés tiene un impacto particularmente significativo en su cerebro, porque estimulan sus procesos cognitivos y emocionales. Los bebés no comprenden completamente el lenguaje, pero sí pueden empezar a desarrollarlo a través de la imitación. Cuando los bebés escuchan cuentos, se exponen a un vocabulario amplio y a estructuras gramaticales específicas.

Empezar a leerles antes de los 24 meses es ideal porque el cerebro de un bebé es muy receptivo a los sonidos del lenguaje, y al escuchar cuentos, forman nuevas conexiones neuronales. También ayudan con las habilidades cognitivas y de atención. Al realizar una lectura, el cerebro de tu bebé trabaja para correlacionar los sonidos con las imágenes del libro, mejorando su habilidad para procesar información visual.

Finalmente al escuchar cuentos con imágenes grandes o los llamados libros sensoriales, con una trama atractiva y sencilla en la que se representen emociones y relaciones, los bebés empiezan a adquirir estos conceptos abstractos, dando como resultado un efecto profundo en su desarrollo cerebral, brindando herramientas que posteriormente serán útiles para su crecimiento y aprendizaje.

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