Carlos se pierde en la feria. Cuentos cortos para leer con los niños

La agonía que se siente cuando pierdes a tu hijo de vista cuando estás en un lugar público como una tienda, el supermercado, un centro comercial, la playa... ¡es horrible! Este es uno de los cuentos cortos que no puedes dejar de leer con tus niños, ya que les enseña qué hacer en caso de que se pierdan o se despisten y se alejen de nosotros. 'Carlos se pierde en la feria' es un cuento infantil que enseña a los niños qué hacer en caso de que se pierdan en un lugar multitudinario.

Hemos acompañado el cuento con algunas actividades de comprensión lectora para que los niños interioricen los aprendizajes del relato.

Cuento corto para enseñar a los niños qué hacer si se pierden

Esa tarde la feria estaba llena de gente. A pesar del ruido ensordecedor de las tómbolas y las atracciones a Carlos le encantaba ir allí a montar en el gusano loco y en los caballitos que suben y bajan. No supo en qué momento sucedió, pero cuando se volvió para decir algo a sus padres ya no estaban; se había perdido.

Alguna vez habían hablado de que si esto sucedía fuera a pedir ayuda a un policía. Miró a su alrededor pero no vio a ninguno por allí. Decidió no moverse de donde estaba; eso también le habían recomendado sus padres. Estaba allí, de pie, pegado a la atracción del tren de la bruja rodeado de gente extraña, y su familia no estaba.

Observó a los niños que decían adiós a sus padres subidos en el tren de la bruja. Sin saber muy bien qué hacer, a la vez que el tren dejaba de girar, las primeras lágrimas asomaron a sus ojos. Entonces ese hombre se acercó. No sabría decir si era joven o mayor.

- ¿Te has perdido, pequeño? - le preguntó amable.

Carlos se asustó y salió corriendo, pero al momento le vino a la cabeza la recomendación de su padre; no te muevas del lugar donde te despistes, nosotros iremos a buscarte. El hombre ya no estaba. Regresó y se quedó pegado al tren de la bruja.

La bruja daba escobazos a diestro y siniestro mientras el tren daba vueltas y más vueltas y desaparecía por un túnel oscuro. Los niños, algunos acompañados de sus padres, gritaban como locos, pero todos parecían pasarlo muy bien. A Carlos esa bruja repartiendo escobazos nunca le había hecho mucha gracia.

- Es un hombre disfrazado. No tengas miedo - le decía su madre cada año cuando paseaban por la feria.

Volvió a mirar a su alrededor. Había cientos de personas, pero no encontraba a sus padres. Los minutos se le hicieron horas. Esta vez lloró y lloró desconsoladamente.

- No tengas miedo pequeño. ¿Cómo te llamas? ¿Te has perdido? - le volvió a preguntar el mismo hombre, apareciendo de repente. El niño lo miró detenidamente pero esta vez no salió corriendo.

- Sí, - le contestó -. Me he perdido de mis padres.

El hombre le dijo:

- ¿Cómo te llamas? ¡Ven, tengo una idea!

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El hombre se acercó a la tómbola que estaba al lado y le dijo algo a una señora que estaba en el mostrador.
De repente se escuchó por los altavoces:

- ¡Aquí hay un niño llamado Carlos que se ha perdido de sus papás! ¡Está esperando en la taquilla del tren de la bruja! - y la señora lo repitió varias veces.

A los pocos minutos aparecieron sus padres y se abalanzaron sobre el niño.

¡Te estábamos buscando! ¿Estás bien? - le dijeron aliviados.

- ¡No había ningún policía! - les dijo Carlos aún con hipo.

Enseguida fueron a dar las gracias a la señora de la tómbola.

- No me lo agradezca a mí. Ha sido Juanjo el que ha encontrado al pequeño - les dijo la señora señalando la atracción del tren de la bruja. El hombre se quitó la careta y los saludó con la escoba en la mano. Carlos entonces se dio cuenta, ¡lo había encontrado la bruja!

Desde ese día acordaron que si alguno se perdía en la feria iría a la taquilla de esa atracción. Carlos se hizo amigo de Juanjo y empezó a subir en el tren de la bruja; de hecho se convirtió en una de sus atracciones preferidas de la feria.

Preguntas de comprensión lectora - Carlos se pierde en la feria

¿Os ha gustado este cuento corto? Lo cierto es que es de gran ayuda para que los niños aprendan una serie de recursos que pueden poner en marcha cuando se pierdan de sus padres. Para que interioricen lo que el relato les ha enseñado, a continuación te proponemos algunas actividades de comprensión lectora.

1. Cuestiones de comprensión lectora
En primer lugar te proponemos algunas preguntas que están basadas en la historia de Carlos y el día que se perdió en la feria. Si tu hijo o hija tiene dudas sobre las respuestas, podéis releer la historia.

- ¿Qué le ocurrió a Carlos en la feria?
- ¿Qué paso a paso recuerda Carlos que sus padres le habían dicho que debía hacer si algún día se perdía?
- ¿Cómo le ayudó el hombre?
- ¿Quién resultó ser ese hombre?

2. Buscar en el diccionario
Para asegurarnos de que nuestros niños y niñas comprenden todas las palabras y expresiones que aparecen en el cuento, les podemos animar que busquen en el diccionario aquellas que no comprendan. Estas son algunas de las más complicadas que aparecen en el cuento.

- Ensordecedor
- Tómbola
- Tren de la bruja
- Los minutos se le hicieron horas

Una vez que sepan qué significan, puedes pedirles que formen una frase en la que utilicen con sentido las palabras.

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3. ¿Qué harías tú si te pierdes?
Tras la lectura, es momento de asegurarnos de que nuestro hijo e hija ha comprendido y aprendido de memoria qué debe hacer en caso de que se pierda. Por eso, es momento de repasarlo, igual que hace Carlos a lo largo del cuento.

4. Hacer un dibujo de la historia
Y, por último, sacamos las pinturas de colores, un folio... ¡y vamos a dibujar a Carlos en la feria!

Cómo prevenir que los niños se pierdan en un lugar multitudinario

La lectura de los cuentos cortos permite a los niños aprender muchos recursos que les sirven en su día a día. En este caso, les enseñamos a los niños qué deben hacer en caso de que se pierdan, se despisten de nuestro lado, se alejen y luego no nos puedan encontrar... Recuerda las siguientes pautas.

- Explicaciones claras y sencillas
Si quieres que tu hijo aprenda, debes hablarle con palabras sencillas y adaptadas a su edad. En este caso, explícale que no se debe mover del lugar en el que hemos estado con ellos por última vez, porque nosotros volveremos al mismo lugar. Es importante explicarles que, si se pierden, busquen a alguien con un uniforme: un policía, guardia de seguridad, un empleado de la tienda...

- Enseñarles el número de teléfono y nombres de los padres
Para que te puedan llamar por teléfono, es importante que, desde que es pequeño, enseñes a tus hijos un número de teléfono y vuestros nombres (así como el suyo propio).

- Ponerle una pulsera con datos
Si tu hijo o hija es muy pequeño para memorizar todos esos datos, puedes escribirle tu número en el brazo o ponerle una pulsera con el mismo escrito.

- Vestirlo de color vistoso
Si vais a ir a un lugar multitudinario, vestir a los niños del mismo color te ayudará a reconocerlos desde lejos (sobre todo si hay varios hermanos en la familia). Además, mucho mejor si les pones ropa de un color brillante.

- Nunca decirle que los policías son malos
'Como te portes mal va a venir un policía y te va a llevar a la cárcel', '¿oyes esa sirena? Vienen los policías a por ti porque te estás portando mal'. Aunque a veces usamos estas frases en pleno momento de desesperación porque no podemos controlar la conducta de nuestros hijos, lo único que les generará es miedo y desconfianza hacia las autoridades. Cuando se pierdan y tengan que acudir a ellos, se sentirán temerosos.

Ojalá nunca tengamos que enfrentarnos a la desaparición momentánea de nuestros hijos en un lugar público. Pero, por si acaso se produce, es mejor que tanto los niños como los padres, estemos bien preparados para saber cómo actuar.

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