Cuento para enseñar a los niños que el fin no justifica los medios

¿Todo vale para conseguir lo que tanto deseamos? Esta cuestión filosófica nos aborda de manera más o menos frecuente a los adultos en nuestro día a día. Pero, ¿qué pasaría si le planteáramos esta pregunta a nuestros hijos? Esto es precisamente de lo que habla este cuento titulado 'La piedra del cocodrilo'. Esta historia invita a los niños (y a los padres) a reflexionar sobre si realmente el fin no justifica los medios para lograr algo que queremos.

¿El fin justifica los medios? Cuento para reflexionar con los niños

Todas las mañanas el cocodrilo tenía la misma rutina: caminaba un rato por la senda de tierra, comía, se daba un largo baño en el río, y se ponía a tomar el sol en una gran piedra que había en la orilla. Así pasaba feliz todos los días.

Una mañana, después de nadar en el río fue a tumbarse, como acostumbraba, para secarse al sol, y se llevó una sorpresa cuando vio que la piedra estaba ocupada por dos chimpancés.

Los observó un rato y como no parecían tener prisa se acercó a ellos.

- Buenos días - saludó educado.

- Buenos días - saludaron también educados los primates.

- Estáis sentados en mi piedra - dijo tratando de ocultar su nerviosismo. Los chimpancés se miraron uno a otro sin entender nada.

- ¡Esa piedra es mía! - Insistió- en ella tomo todos los días el sol.

- ¡Las piedras no tienen dueño! - dijo el chimpancé más grande.

El cocodrilo se enfadó mucho, y dando un rabotazo se alejó y se escondió detrás de unos árboles para ver qué hacían.

Primero se metió a nadar el chimpancé pequeño, mientras el otro guardaba el sitio. Al rato fue el grande el que se metió en el río, mientras el pequeño lo miraba sentado en la piedra.

Los dos chimpancés se tumbaron de nuevo cerrando los ojos y se quedaron dormidos.

El cocodrilo cada vez más enfadado empezó a tirarles piedrecitas.

- ¡Ay! - protestó el chimpancé máss grande -  ¿Por qué me has golpeado?

- ¡Yo no he sido! - protestó el pequeño.

Se miraron uno al otro desconfiados y se volvieron a tumbar.

Al ratito, el cocodrilo, apuntando para dar en la cabeza, lanzó otra piedra al mismo mono.

- ¡Ayyyyyyy! - gritó tocándose la oreja enrojecida, y acto seguido pegó un fuerte empujón al pequeño y lo hizo caer al suelo patas arribas.

El pequeño se levantó y pellizcó con fuerza al otro en la nariz.

Los dos monos empezaron a pelearse dándose manotazos y corriendo y chillando, uno detrás del otro se alejaron del río.

El cocodrilo salió de su escondite, sonrió con su gran mandíbula, se tumbó en la piedra y se puso a tomar el sol: la piedra era suya.

Actividades tras leer este cuento infantil

Como ya te habrás dado cuenta, este cuento invita a la reflexión. La narración de la historia del cocodrilo y los chimpancés os animará a mantener una conversación sobre lo ocurrido por los personajes. Gracias a esta charla más distendida con tus hijos, podrás entender un poco mejor cuál es su opinión sobre el tema, pero también puedes aprovechar para dejarle ver que la actitud del cocodrilo no es la adecuada.

Para ayudarte a dirigir un poco la conversación, a continuación encontrarás una lista con algunas preguntas que puedes proponer a tus hijos. No les plantees las cuestiones como si fuera un examen, ya que así no estarán muy dispuestos a hablar contigo. Es mejor que hables sobre ellas de una manera natural y espontánea dentro de vuestra conversación.

• El cocodrilo está feliz ahora, porque ha conseguido su piedra, ¿pero crees que está bien la forma en la que la ha conseguido?
• ¿Esa piedra es realmente del cocodrilo o puede usarla todo el mundo?
• ¿Qué crees que debería haber hecho el cocodrilo al ver que había dos chimpancés en su piedra? ¿Se tendría que haber ido a otra o podría habérsela pedido?
• Si tú fueras el cocodrilo, ¿qué habrías hecho?
• Vamos a imaginar que tú eres el cocodrilo y yo soy uno de los chimpancés. ¿Cómo me habrías pedido la piedra de una forma educada para que te la ceda?
• Una vez que el cocodrilo ha tirado las piedras a los chimpancés, ¿crees que hay alguna forma en la que podría haber arreglado la situación? Por ejemplo, pidiéndoles perdón.

Los cuentos son una herramienta muy útil para educar en valores. Sus historias sirven para ejemplificar o explicar con hechos algunos conceptos complicados como la bondad, el altruismo, la generosidad, etc. Gracias a los personajes de los relatos, conseguimos llamar la atención de los pequeños, que están más abiertos a adquirir nuevos conocimientos.

Por eso, en Guiainfantil.com tenemos muchos más cuentos para educar en valores y aportar enseñanzas a los niños. ¡Que los disfrutéis mucho!

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