El dinosaurio y el pez. Cuento infantil en pictogramas sobre el esfuerzo

Algunas veces los padres nos volvemos locos buscando herramientas educativas correctas para transmitir enseñanzas a nuestros hijos. ¿Sabías que los cuentos pueden convertirse en un recurso perfecto para hablarles a los niños de valores? Además, a través de los cuentos los niños pueden ir, poco a poco, aumentado su vocabulario y perfeccionando su capacidad lectora.

La historia que en esta ocasión te presentamos es muy especial. Se llama 'El dinosaurio y el pez' sobre el valor del esfuerzo y viene en formato pictogramas. ¿No sabes lo que son? Se trata de sustituir una palabra por una imagen para que el niño la adivine. ¿Empezamos?

Divertido cuento de 'El dinosaurio y el pez' en pictogramas 

Este cuento en pictogramas es perfecto para los niños amantes de los animales porque sus protagonistas son un dinosaurio y un pez. Además a los padres les gustará mucho por los temas de los que hablan y porque sus hijos pueden aprender grandes lecciones de vida.

Y, como muchos cuentos clásicos y tradicionales, empezamos con el famoso 'Érase una vez un pequeño pez que vivía con su familia en un estanque dentro de un denso bosque. El padre del pequeño pececito era el rey de todos los peces del estanque y allí pasaban sus días en paz y tranquilidad...'

Un día, un gran dinosaurio que vivía en el bosque, llegó hasta el estanque. Tenía tanta sed que comenzó a beber el agua y acabó con la mitad. Los peces, preocupados por que el dinosaurio pudiera volver al día siguiente y terminar de beberse el agua del estanque, fueron a ver al pez rey en busca de ayuda.

Sin embargo, el pez rey no encontraba la solución. Entonces, el pequeño pez, hijo del rey, dijo tener una idea. Al día siguiente, el dinosaurio volvió al estanque dispuesto a beber de su fresca y rica agua y a terminar con esto para siempre.

El dinosaurio le propuso un trato al pequeño animal: hacer una carrera desde una orilla a otra del estanque. Si ganaba el dinosaurio, se bebería toda el agua que quisiera; si ganaba el pez, dinosaurio se marcharía para siempre. ¡Qué nervios!

El pez aceptó el desafío y comenzó la carrera. El dinosaurio no tenía dudas de ganar porque era muy grande y con solo unas zancadas llegaría al otro extremo. Pero al comenzar la carrera, el pez nadó tan rápido como pudo.

El dinosaurio era tan pesado y lento dentro del agua que iba más despacio que el pez, que finalmente ganó la carrera. Así el dinosaurio tuvo que darse la vuelta derrotado ante su pequeño contrincante y buscar otro estanque.

Actividades infantiles para hacer tras la lectura de este cuento corto en pictogramas

Y ahora toca el momento de realizar actividades de compresión lectora y juegos alrededor de esta historia. ¿Os apetece? 

1. Pregunta-respuesta
Empezamos con algo sencillo y que pondrá a prueba la capacidad de atención y, por qué no, de memoria de nuestros oyentes. ¿Serán capaces de responder correctamente a todas estas cuestiones?

- ¿Para qué acudió el dinosaurio al estanque?

- ¿De quién era hijo pequeño pez?

- ¿Qué reto o desafío lanzó dinosaurio a pez?

- ¿Quién ganó la carrera?

- ¿Qué ocurrió después de la competición?

2. Dibujar a dinosaurio y a pez
Si hay algo que les encanta hacer a los niños y que lo realizan de manera genial es dibujar. Déjales el bote de las pinturas (ceras, acualeras...) y que den rienda suelta a su imaginación. Quizás hacen unos animales como los que se muestran arriba o innovan algo.

3. Crear la segunda parte de 'El dinosaurio y el pequeño pez'
¿Qué crees que pasará en el estanque después de la carrera? ¿Dónde se irá dinosaurio? Si a tu hijo se le despierta la curiosidad sobre qué ocurrirá con los dos protagonistas de este cuento y con los demás personajes, te proponemos que escribas la continuación de este cuento. ¡Será muy divertido!

Cómo trabajar con los niños el valor del esfuerzo y la superación

La lectura de cuentos puede ser una manera de hablarles a los niños del esfuerzo y la superación, ¿pero qué más podemos hacer los padres desde casa?

- Dar ejemplo de superación 
Los padres somos el espejo en el que se fijan nuestros hijos a diario. Si nos ven tirados en el sofá, vagueando y quejándonos todo el tiempo, ¿qué crees que pensarán? Y, sobre todo, ¿cómo reaccionarán cuando les digas que tienen que trabajar más para sacar buenas notas?

- Todo esfuerzo necesita de una motivación 
Los niños más pequeños no saben cómo automotivarse con lo que tus palabras y tus elogios hacia su comportamiento o actitud van a tener un gran peso para que consiga su objetivo. 'Tú puedes' o 'Lo estás haciendo muy bien' son frases que debe escuchar a menudo.

- Fuera presiones
Los padres tienen que entender que el niño necesita su proceso y su tiempo y que no podemos exigirles cosas que no son propias de su edad. Por ejemplo, no puedes pretender que tu hijo de tres años esté una hora haciendo los deberes. ¡Es imposible! No tiene desarrollada la capacidad de concentración aún.

- Si quieres que se supere, cambia las órdenes por sugerencias
Tienes que dejar que el niño se equivoque y que haga las cosa por sí solo, así se sentirá más orgulloso de su trabajo. Esto implica que hay que olvidarse de las órdenes (serán un peso pesado para él) y sustituirlas por consejos o sugerencias que acogerá y aceptará de mejor manera.

- Fuera expectativas
Está bien fijarse metas, pero tampoco hay que obsesionarse con ellas porque lo único que pueden generar en el niño y en los padres son frustraciones. Si se marcan unos objetivos, siempre que sean reales y factibles. ¡Nada de cosas imposibles!

Más cuentos y poesías en pictogramas para niños

Si esta forma tan original de contar historias les ha gustado a tus hijos, ¡estás de enhorabuena! En Guiainfantil.com tenemos una sección dedicada a los pictogramas con un montón de cuentos, pero también de poesías. ¡Os encantarán todos!

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