El Lobo no es malo - Versiones del cuento de Caperucita Roja
Todos conocemos este clásico cuento infantil desde la perspectiva de Caperucita, pero ¿qué dice el Lobo?
- Otras versiones del cuento de Caperucita Roja - El Lobo no es malo
- Cuento de Caperucita Roja contado por el Lobo - El Lobo más fiel
- El relato de la abuela - Caperucita Roja para niños contado por la abuela
- ¿Por qué es bueno saber las dos versiones de una misma historia?
'Había una vez un Lobo bueno que ayudó a Caperucita...' ¿Te habías imaginado una historia similar? ¡Pues aquí está! 'El Lobo no es malo', versiones del cuento de Caperucita Roja, es una propuesta para conocer el otro lado de la historia de este cuento tradicional infantil. ¿Te imaginas saber qué perspectiva tiene el Lobo? ¿Y la abuela? ¿Qué tal que el Lobo no era feroz, sino todo lo contrario? ¡Descubran aquí esas posibilidades!
Otras versiones del cuento de Caperucita Roja - El Lobo no es malo
Había una vez, una niña llamada Caperucita Roja, que vivía en un pueblo rodeado de bosques verdes. Caperucita solía visitar a su abuela que vivía al otro lado del bosque. Un día su mamá le pidió que le llevara una canasta llena de dulces. Mientras caminaba por el bosque, Caperucita vio a un Lobo, era muy alto y se veía muy tierno, de hecho, tenía una gran sonrisa y ojos amables.
El Lobo se presentó: 'Hola, mi nombre es Lobo Amable y vivo aquí en el bosque. Veo que esa canasta te pesa mucho, ¿puedo ayudarte con algo?' Sorprendida, Caperucita le contó sobre su visita a la casa de su abuela. El Lobo Amable, conociendo muy bien el bosque, se ofreció a acompañarla. Caperucita confió en él y caminaron por el bosque, disfrutando del canto de los pájaros y el cielo azul.
Al llegar a la casa de su abuela, Caperucita tocó y la anciana le abrió, estaba contenta de ver a su nieta acompañada por el Lobo Amable. La abuela lo conocía muy bien y estaba más tranquila de que la hubiera acompañado. Al Lobo le gustaban mucho las obras de teatro y de vez en cuando se disfrazaba de la abuela para jugar con Caperucita, ¡era tan divertido ver cómo la imitaba!
Caperucita, la abuela y el Lobo Amable pasaron una agradable tarde juntos, riendo, comiendo y disfrutando. Al final del día, Caperucita iba a regresar a casa y el Lobo se ofreció a llevarla. Llegando con su madre, Caperucita le agradeció al Lobo su amabilidad. El Lobo sonrió y le dijo, 'nada qué agradecer, Caperucita. Me alegraría poder ser tu amigo en vez de un miedo'.
Caperucita Roja aceptó la amistad del Lobo y aprendió que no todos son malos, al igual que no todas las personas son iguales. Desde aquel día, cada vez que Caperucita iba de visita con su abuela, siempre buscaba al Lobo Amable para tener una gran tarde. Con el tiempo, se hicieron los mejores amigos, demostrando que las apariencias engañan y que en cada ser, existe la bondad.
Cuento de Caperucita Roja contado por el Lobo - El Lobo más fiel
Una vez, yo, el Lobo Fiel, estaba paseando por el bosque, disfrutando del sol y la tranquilidad. Un día, mientras caminaba, vi a una pequeña niña vestida con una capa roja. Sabía que era Caperucita Roja porque así llamaba su abuela a la niña. Caperucita caminaba sola y me pareció un poco peligroso. No quería que se perdiera en el bosque, así que empecé a seguirla para mantenerla a salvo.
Siendo un Lobo todo mundo se asusta de mí, así que me quedé a una distancia segura. Después de un rato, Caperucita se detuvo de pronto y parecía muy confundida. Estaba segura que era por el camino de la derecha y hacia allá había echado a andar, pero se adentraba en el bosque y pronto se iría a lo profundo. Me acerqué con cuidado para no asustarla y me presenté.
'Hola, Caperucita, soy el Lobo Fiel, parece que te has perdido. Conozco muy bien el bosque y puedo mostrarte el camino correcto', le dije. Sé que no es común que un lobo se presente así y lógicamente me tenía miedo, pero al ver que se perdía en el bosque aceptó mi ayuda. Juntos llegamos al camino correcto y en lo que llegábamos le conté muchas historias sobre el bosque.
Cuando llegamos a la casa de la abuela, dejé la canasta sobre la mesa. La abuela de Caperucita se sorprendió al verme, y yo me despedí apresurado, pero ella me agradeció y me invitó a tomar un té. Pasamos toda la tarde riendo y compartiendo historias. Al final, me despedí y les prometí ayudarlas incondicionalmente si alguna vez se perdían en el bosque de nuevo.
Desde entonces, Caperucita y yo somos amigos y la acompaño siempre a casa de su abuela. De camino le muestro los secretos del bosque y le enseño a respetar y amar la naturaleza, como yo lo hago. Así es mi historia: no soy el Lobo malo de los cuentos, sino un amigo leal y amable que vive en el bosque. Caperucita lo sabe y aprendió a no juzgarme por mi apariencia, sino por mis acciones y mi buen corazón.
El relato de la abuela - Caperucita Roja para niños contado por la abuela
Déjenme contarles una historia, queridos niños. Es la historia de un día en que esperaba a mi nieta, Caperucita Roja, quien venía de visita. Ese día por la mañana, estaba yo en mi jardín cuidando mis plantas cuando resbalé y me torcí el tobillo. ¡Ay, qué dolor tan grande!, y me quedé inmóvil, pero justo cuando no podía mi levantarme, vi a un Lobo, el mismo que vivía en aquel espeso bosque.
Yo siempre había oído historias del lobo malo y me asusté. Él se acercó y vi en sus ojos que este lobo parecía diferente. Se acercó con más cuidado y un poco nervioso me preguntó: '¿Necesitas ayuda, señora? Asustada, asentí y le expliqué que me había caído. El Lobo me ayudó a levantarme con cuidado. En su enorme lomo, me llevó a casa y me ayudó a meterme en la cama para descansar.
El Lobo era fuerte y muy gentil, conocía muy bien el bosque y a sus habitantes. Me quedé sorprendida y muy agradecida cuando se ofreció a ir a buscar hierbas para calmar el dolor de mi tobillo. Al regresar, el Lobo me preparó un ungüento con las hierbas y lo aplicó con mucho cuidado. Poco después, mientras esperábamos a Caperucita, el Lobo me contó historias sobre el bosque y los animales que allí vivían.
Cuando mi hermosa Caperucita Roja llegó, se sorprendió al ver al Lobo conmigo. Le conté lo sucedido y cómo me había ayudado. Caperucita le agradeció con una sonrisa y unas galletitas. Desde entonces, el Lobo se convirtió en un gran amigo para ambas. Muchos creen que nos quería hacer daño, pero no, así que no debemos juzgar a los demás por su apariencia, sino que debemos conocerlos por nosotros mismos.
¿Por qué es bueno saber las dos versiones de una misma historia?
En la vida se debe aprender a escuchar muchas historias, algunas de ellas con diferentes versiones. ¿Alguna vez te has preguntado por qué? Bueno, conocer diferentes versiones de una misma historia nos ayuda a desarrollar una mente abierta porque con esos puntos de vista, aprendemos a tener más comprensión y a entender que cada persona tiene su propia perspectiva.
También mejora nuestra capacidad de pensamiento crítico, debido a que cando tenemos dos versiones de la misma historia, las analizamos, comparamos y elegimos cuál tiene más sentido para nosotros. Esto nos ayuda a ser mucho más analíticos y a pensar por nosotros mismos.
Tener acceso a las diferentes versiones de un cuento nos hace más críticos y se entienden las razones por las que el protagonista elige una alternativa. A veces, la gente recuerda las cosas de manera diferente y eso está bien. Lo importante es buscar la verdad y entender las diferentes perspectivas.
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Bibliografía
- Hernández Lombardo, E. (2017). Árbol de la sabiduría. Beneficios de la lectura en los niños. Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana I (CDIAT I) (ed.), Fundación Salud Infantil Elche, España, pp. 1-2 Disponible en: https://fundacionsaludinfantil.org/wp-content/uploads/2017/12/HernandezLombardo2017.pdf