El potrillo cojo. Cuento infantil sobre la superación y la autoestima
Un bonito cuento que hará reflexionar a los niños sobre las diferencias y por qué hay que aceptarlas e respetarlas
- Cuento infantil sobre la superación - El potrillo cojo
- Preguntas de comprensión del cuento para niños
- Más cuentos infantiles que hablan de superación a los niños
- Consejos para enseñar a los niños a respetar a las personas con discapacidad
Además de divertir y ayudarles a practicar la lectura, los cuentos para niños son una excelente herramienta para hacerles reflexionar sobre el entorno que les rodea y sobre los valores. En este caso, te contamos el cuento infantil titulado El potrillo cojo, que trata sobre un pequeño caballo que nació con tres patas. El protagonista de esta historia no encontró ningún impedimento para lograr todo lo que quiso en la vida, lo que puede ser un buen ejemplo de superación y autoestima para tus hijos.
Cuento infantil sobre la superación - El potrillo cojo
Potrillo nació con tres patas, y mamá yegua empezó a llorar desconsoladamente; pero solo fue un momento.
- ¡Nunca podrá andar! - escuchó mamá yegua que decían.
Pero Potrillo, aunque tardó más que sus hermanos, logró sujetarse en sus tres patas ayudado por sus padres.
- ¡Nunca podrá correr! - escuchó Potrillo que hablaban de él a los demás animales del campo.
Pero a Potrillo no le importó, más bien todo lo contrario, porque estaba creciendo en una familia que le insistía en la fortaleza de sus tres patas y nunca en la que no tenía. La familia valoraba y se fijaba en su fortaleza y no en lo que le faltaba.
Al poco tiempo también logró correr.
Así seguía creciendo Potrillo, muy feliz, sin que para él, nacer sin una pata, fuera ningún obstáculo. Una mañana apareció por la dehesa una bonita yegua. Viendo cómo la miraba Potrillo, los caballos y yeguas mayores empezaron a murmurar.
- Nunca se fijará en él.
Y por primera vez en su vida, Potrillo se sintió inseguro.
- ¿Algo no va bien Potrillo? - le preguntó su madre a los pocos días.
Y con mucho dolor vio que Potrillo se sentía mal, por el hecho de ser cojo.
- Potrillo, eres fuerte y bueno - le dijo su madre - debes sentirte orgulloso de ser como eres.
Cada tarde, la joven yegua iba a hablar con Potrillo, y en ningún momento hizo alusión a la pata que le faltaba. Al poco tiempo hicieron una carrera de potros y su familia, como siempre, lo animó a presentarse.
- ¡Cómo se le ocurre apuntarse a un potro cojo! - escucharon todos que decían dos potros riéndose de él.
Ese día, Potrillo, corrió tanto y lo hizo tan bien, que ante la incredulidad de todos ganó la carrera. Su familia se sintió inmensamente feliz por él, y la yegua joven se puso muy contenta con el logro de su amigo.
Potrillo demostró a todos que tener tres patas no le había impedido hacer nada en la vida; pudo andar, correr y vivir como cualquier otro potro de su edad. Y supo en todo momento, que tenía una familia maravillosa.
Preguntas de comprensión del cuento para niños
Aprovecha este momento de diversión y relajación con tus hijos para comprobar si se han enterado de la historia sin tener la presión de los deberes del colegio. Te proponemos algunas preguntas de comprensión lectora que le puedes proponer a modo de juego, nunca como si fuera un ejercicio aburrido que puede suspender.
- ¿Cómo había nacido Potrillo?
- ¿Potrillo era feliz o estaba triste?
- ¿Por qué la gente se burló de Potrillo cuando se apuntó a la carrera?
- ¿De qué se dio cuenta Potrillo cuando terminó la carrera?
Más cuentos infantiles que hablan de superación a los niños
A continuación hemos recopilado algunos bellos cuentos cortos que también hablan sobre la autoestima y la capacidad de superación infantil. Os encantarán.
Y, para seguir trabajando el tema con nuestros hijos, a continuación te proponemos algunos consejos que te ayudarán en el día a día con tus hijos.
Consejos para enseñar a los niños a respetar a las personas con discapacidad
Es nuestra responsabilidad y compromiso educar a nuestros hijos para que respeten a las personas con alguna discapacidad. Es necesario crear una conciencia en los niños sobre la necesidad de NO discriminar ni hacer sentir mal a una persona con alguna discapacidad. Aquí tienes algunos consejos, sacados del último informe de Unicef, El Estado de la Infancia, para inculcarles valores como el respeto, el apoyo y la integración:
1. Tratar la discapacidad como algo natural
Cuando el niño pregunte o demuestre curiosidad por la condición de discapacidad de otra persona, escúchale y contéstale, no evites el tema. Explícale que esa persona con discapacidad puede parecer distinta, pero siente, disfruta y sufre como cualquier otra. Evita las actitudes negativas porque son frutos de la falta de información o el miedo ante lo desconocido.
2. Cuida los términos. Cuida de cómo defines a una persona con discapacidad
Los niños necesitan que expliques las cosas con claridad y cariño, llamando a las cosas por su nombre. Ten cuidado con los términos que eliges y evita palabras que puedan resultar despectivas o incorrectas. Resalta siempre las cualidades de la persona, antes que de su discapacidad.
3. Trabaja y practica la empatía con los niños
Invita a tu hijo que se ponga en el lugar del otro. La empatía es uno de los valores más importantes en la educación del niño y una de las herramientas más poderosas para que los niños entiendan a quien tiene dificultades o se siente solo, para que se solidarice con él.
4. Enseña a tu hijo a no subestimar al que tiene una discapacidad
Existe una diferencia entre apoyo y compasión. Enseña a tu hijo a diferenciar entre ayudar a una persona y no verla como inferior porque tiene una discapacidad.
5. Fomenta la tolerancia en los niños
Es uno de los valores más importantes en la educación de los niños. La tolerancia hacia las diferencias, hacia la forma de pensar de los demás. Explícales que la violencia, el insulto, la burla o el sufrimiento nunca deben ser tolerados y anímale a que se posicione de parte del débil.
6. Sé un ejemplo de respeto a los demás para tus hijos
Son tus gestos, actitudes y acciones los que van educar a los niños contra la discriminación. Es fundamental que des ejemplo con tu manera de relacionarte con personas con discapacidad. Gestos sencillos como ceder el paso, ayudar, compartir, defender a quien no puede hacerlo o aceptar lo que es diferente, enseñarán mucho más a los niños.
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