Las tareas. Cuento corto para niños que no quieren hacer los deberes
Cuento infantil con actividades y consejos para motivar a los niños a hacer las tareas escolares
- Cuento corto para niños que no quieren hacer los deberes
- Cuentos cortos para niños sobre las tareas escolares
- Actividades de comprensión lectora sobre la lectura del cuento
- Cómo motivar a los niños a hacer las tareas escolares
A veces, las tareas escolares resultan muy aburridas para los niños. ¿Cómo podemos hacer que sean más atractivas para los pequeños? En primer lugar, podemos mostrarles a nuestros hijos que en nuestro día a día tenemos muchas oportunidades de practicar, por ejemplo, las sumas y las restas. ¡Y resulta más divertido! Este cuento corto para niños, escrito por Marisa Alonso, habla sobre ello. Está dirigido a esos niños que no quieren hacer los deberes escolares.
Junto a este cuento infantil, te proponemos algunas preguntas de comprensión lectora y algunos consejos para que la hora de hacer los deberes sea más llevadera en casa.
Cuento corto para niños que no quieren hacer los deberes
El primer día de clase no le pusieron nada de tareas. El segundo, dos sumas. El tercero, una redacción para que contara lo que había hecho durante las vacaciones de verano. El cuarto, dos restas y el quinto, tampoco le pusieron tareas. Como Lucas se negó a hacer los deberes desde el principio, las hojas permanecían desordenadas en la mesa de estudio de su habitación.
El sábado invitó a pasar el día en su casa a un niño que había llegado nuevo al colegio. Se llamaba Javier. La temperatura aún era muy agradable y podrían jugar en el jardín.
- ¡Hola! - dijo Javier alegre cuando el padre de Lucas abrió la puerta.
- ¡Pasa, Javier! Lucas te espera en su habitación.
- ¿Estás pintando? - preguntó Javier nada más entrar en la habitación y ver las hojas en la mesa.
- Son los deberes. Voy dejando ahí las tareas de clase - contestó desganado. Javier se acercó a la mesa y miró con curiosidad.
- ¿Qué has hecho en vacaciones este verano? - leyó Javier en voz alta cogiendo una de las hojas.
Lucas, que estaba de espaldas, pensando que su amigo le había preguntado empezó a contarle:
- He pasado un mes en el pueblo de mis abuelos. Por las mañanas iba a bañarme al río o a montar en bicicleta con mis primos. Por las tardes, después de comer, echábamos la siesta y luego jugábamos en la plaza con los otros chicos del pueblo. Todas las noches había cine de verano. Este año ha venido un chico nuevo que se llama Manuel y nos hemos hecho muy amigos. ¡Ha sido muy divertido!
Cuando se volvió, Javier lo miraba sonriendo con la hoja de las tareas en la mano.
- ¡Escribe lo que me has contado!
- ¿Ahora? - dijo Lucas abriendo mucho los ojos.
- ¡Claro, no tardarás nada! - contestó Javier.
Lucas lo escribió en un momento y lo guardó en su mochila.
- ¡Ya tienes una tarea hecha! - le dijo su nuevo amigo.
- ¿Vais a por dos barras de pan, por favor? - dijo a los niños la madre. Y le dio a Lucas un billete de cinco euros.
Los dos niños fueron paseando a la tienda de Mercedes situada en la misma acera, unos metros más abajo.
- ¡Dos panes, por favor! - pidió Lucas al llegar a la panadería.
- ¡Son dos euros! - le dijo al coger el billete la tendera.
Como Lucas miraba la vuelta pensativo la panadera le dijo:
- Cada pan cuesta un euro.
- ¡Claro!, uno y uno hacen dos - dijo asintiendo en voz alta mirando las monedas en su mano.
- Y tres euros hacen los cinco. ¡Uno, dos y tres! - dijo Javier mientras Lucas contaba las tres monedas también.
- ¡Muy bien! ¡Sois unos chicos muy listos! - les dijo alegre Mercedes ofreciéndoles unos caramelos.
- ¡Ten! La mitad para cada uno - dijo Lucas a Javier. Y le dio seis caramelos.
Intercambiaron uno de fresa por otro de limón y cuando llegaron a casa iban los dos con la boca llena.
Cuentos cortos para niños sobre las tareas escolares
- Mercedes nos ha dado caramelos - dijeron al llegar a casa.
- ¿Y cuánto os habéis comido?- dijo la madre de Lucas.
Los dos extendieron las manos con cuatro caramelos cada uno.
- ¡Dos! - dijeron los dos niños contestando a la vez.
- Vamos a comer enseguida. Dejad los demás para después - les dijo.
Fueron de nuevo a la habitación y Javier cogió una hoja de deberes de la mesa de Lucas.
- ¡Estas sumas y restas son muy fáciles! - dijo.
- ¡Son un rollo! ¡No sé hacerlas! - dijo Lucas.
- ¿Qué dices? Acabo de ver que sabes sumar y restar muy bien - le dijo haciendo un ademán.
Lucas lo miró sin entender.
- Cuando hemos ido a por el pan has hecho todas las cuentas bien. Has sumado y restado. ¿No te das cuenta? Estas tareas son muy fáciles para ti.
Lucas, animado, cogió las hojas de las tareas, y con una pequeña explicación de Javier hizo las cuentas que tenía como deberes enseguida. Después metió las hojas en su mochila.
Cuando miraron a la mesa de estudio los dos sonrieron felices al verla limpia.
- ¿Vamos a jugar al balón? - preguntó Javier.
- ¡Chiiiicooosss, la comida está preparada! ¡Id a lavaros las manos! - gritó la madre desde la cocina.
- Jugaremos esta tarde - dijo Lucas haciendo un guiño a Javier.
Desde ese día la mesa de estudio de Lucas, aunque algunas veces estaba desordenada, nunca era por dejar las tareas sin hacer. Su nuevo amigo, Javier, le enseñó que eran mucho más fáciles de lo que él pensaba.
Actividades de comprensión lectora sobre la lectura del cuento
Si os ha gustado el cuento y queréis trabajarlo, a continuación te proponemos algunas cuestiones de comprensión lectora. Es importante que los niños practiquen la lectura y la comprensión del mensaje que esta transmite. Tener una buena comprensión lectora ayudará mucho a los niños a la hora de estudiar todas las asignaturas escolares.
Las siguientes preguntas están basadas en la lectura del cuento corto de Marisa Alonso. Puedes adaptarlas para que su dificultad sea apta para tus hijos. En caso de que tengáis dudas sobre alguna de las respuestas, podéis volver a leer el cuento todas las veces que queráis.
- ¿A quién invita Lucas a su casa?
- ¿Por qué la mesa de Lucas estaba llena de hojas?
- ¿De qué habla la redacción que escribe el niño?
- ¿Qué recado les pide la mamá que hagan?
- ¿Qué ocurre en la panadería?
- ¿Qué le enseña Javier a Lucas con respecto a los deberes?
- ¿Qué crees que ha aprendido Lucas?
Cómo motivar a los niños a hacer las tareas escolares
La hora de hacer los deberes se convierte en una pesadilla en muchos hogares. Después de una larga jornada escolar, los niños tienen por delante muchos ejercicios por hacer, lecciones que aprender y operaciones matemáticas por resolver. Y los padres, que también tenemos a las espaldas un duro día de trabajo y las demás preocupaciones cotidianas, queremos que terminen rápido para empezar con la rutina de baño, cena y demás. Este es el escenario perfecto para que se desencadene una situación de conflicto entre padres e hijos.
Para que los niños se sientan más motivados a hacer los deberes, a continuación te mostramos algunas pautas que os ayudarán.
- Establece una rutina
A cada niño le funciona una rutina diferente, pero todos necesitan ciertos hábitos que favorezcan que se sienten en la mesa a hacer las tareas escolares. Por ejemplo, llegamos a casa, merendamos, hacemos los deberes y jugamos. Suele ser muy útil establecer un tiempo para cada tarea y usar planificadores para que los niños puedan tener presentes sus horarios.
- Prepara el espacio de estudio
Los niños necesitan un lugar tranquilo en el que puedan hacer las tareas. Retira todas las posibles distracciones como la televisión.
- Préstale tu ayuda, pero no le hagas los deberes
Muchos padres tienen dudas sobre si es conveniente que estar junto a los niños haciendo los deberes, pues cuando llegue el momento de hacer un examen, no podrán estar con ellos. Depende un poco de las necesidades de cada niño, sin embargo, recuerda que nunca debes hacerle los deberes. Es tentador hacerlos tú mismo para que termine antes el suplicio, pero tu hijo no estará aprendiendo nada. Esto no significa que no puedas echarle una mano cuando él o ella te pida ayuda.
- Enseña a tus hijos a organizarse las tareas y el estudio
Un ejercicio de autonomía y responsabilidad esencial que todos los padres debemos hacer con nuestros hijos es enseñarles a organizarse las tareas y el estudio que deban hacer según los exámenes. Para ello, debemos enseñarles a usar la agenda.
- Mantén la calma
Respira hondo, bebé un sorbito de agua, retírate y deja que se te pasen los nervios... Sentirte tensa o impaciente no va a hacer que tus hijos hagan los deberes más rápido. ¡Todo lo contrario! Mantener la calma ayudará a que la situación no se descontrole.
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