Neptuno - Cuentos cortos para niños de los planetas del Sistema Solar

¿A tu hijo o hija le fascina el espacio? En Guiainfantil.com tenemos unos cuentos cortos sobre los planetas del Sistema Solar que entusiasmarán a todos aquellos niños que quieren ser astronautas cuando sean mayores. Acompañamos los cuentos infantiles con actividades de lectura para reforzar todos los conocimientos aportados. En este relato escrito por Marisa Alonso conocemos más sobre Neptuno y su posición en el Sistema Solar.

Cuentos cortos de los planetas del Sistema Solar - Neptuno

Neptuno pertenecía a la galaxia de la Vía Láctea y vivía en el universo junto a otros planetas, satélites, asteroides y meteoros. Era el octavo planeta del Sistema Solar, un gigante helado de color azulado más intenso que Urano. En su interior tenía un núcleo sólido de pequeño tamaño recubierto por un manto formado por distintos hielos de agua, amoníaco y metano. Al ser de la familia de los planetas exteriores los rayos del sol apenas lo calentaban; tardaba 165 años terrestres en dar la vuelta a su alrededor.

Allí hacía tanto frío que se decía que era imposible que hubiera vida. Un día, aburrido, después de pasar 16 horas girando sobre sí mismo, que era lo que tardaba en su movimiento de rotación, sintió más frío de lo habitual y empezó a jugar al balón para entrar en calor. Mientras jugaba despertó uno de sus vientos que superó los 2000 kilómetros por hora y vio con sorpresa, cómo el balón salió despedido con gran velocidad rebotó en Tritón, la luna más grande de las numerosas que tenía, atravesó sus seis anillos y salió de su órbita con dirección a la de Urano. Le hubiera gustado jugar un ratito más, pensó.

Urano, el séptimo planeta del Sistema Solar, lanzó repetidamente el balón al aire. Estuvo jugando dando vueltas sobre sí mismo diecisiete horas, que era lo que duraba su movimiento de rotación. Cuando se cansó, con control y autoridad y un increíble efecto inclinado dio una gran patada al balón atravesando su órbita, y se lo envió a Saturno para que siguiera jugando.

Saturno, el sexto planeta del Sistema Solar, botó el balón con destreza dando vueltas sobre sí mismo durante cerca de once horas, que era lo que duraba su movimiento de rotación. Sintiéndose como un dios ante sus más de ochenta satélites dio una patada tan fuerte al balón que atravesó todos sus anillos, y se lo envió a Júpiter para que siguiera jugando.

Júpiter, el quinto planeta del Sistema Solar, se puso contento cuando vio llegar al balón por el universo. Estaría bien darle unos puntapiés, pensó enseguida. Mientras giraba sobre sí mismo estuvo jugando durante casi diez horas, que era lo que duraba su movimiento de rotación, y luego manteniendo el equilibrio lanzó el balón al aire, atravesó sus cuatro anillos, y se lo envió a Marte para que siguiera jugando.

Marte, el cuarto planeta del Sistema Solar, recibió feliz el balón. Jugó con Fobos y Deimos, sus dos satélites, y durante poco más de veinticuatro horas, que era lo que duraba su movimiento de rotación estuvieron pasándose el balón de uno a otro. Jugó con tanta pasión que se puso más rojo de lo habitual cuando dio una patada al balón, y se lo envió a la Tierra para que siguiera jugando.

La Tierra, el tercer planeta del Sistema Solar vio llegar el balón y lo paró en seco. Empezó a botarlo en el suelo muchas veces. Se lo pasó a su satélite, y cuando la luna se lo devolvió, volvió a botarlo una y otra vez contra el suelo. Estuvo jugando, girando sobre sí misma durante veinticuatro horas, que era lo que duraba su movimiento de rotación. Después con un lance acrobático dio una patada al balón atravesando su órbita, y se lo envió a Venus para que siguiera jugando.

Venus, el segundo planeta del Sistema Solar, feliz recibió el balón. Todos pudieron admirar a cámara lenta la belleza y delicadeza de sus danzas. Estuvo bailando con el balón girando sobre sí mismo durante doscientos cuarenta y tres días que era lo que duraba su movimiento de rotación. Después del espectáculo lanzó con impulso el balón al aire atravesando su órbita, y se lo envió a Mercurio para que siguiera jugando.

Mercurio, el primer planeta del Sistema Solar, no jugaba a la pelota hacía mucho tiempo, y disfrutó de lo lindo. Estuvo lanzándolo al aire y girando sobre sí mismo durante cincuenta y ocho días, que era lo que duraba su movimiento de rotación. Pronto empezó a sudar por el ejercicio. A pesar de que era el más pequeño de todos era muy fuerte y propinó una patada al balón que atravesó su órbita, y transportó al viajero rumbo al Sol para que siguiera jugando.

Todos los planetas girando alrededor del Sol vieron a la estrella exultante en el centro. Bailó con el balón de un lado a otro, botándolo dio volteretas, lo lanzó al aire, hizo acrobacias, jugó y jugó muchos años luz por la Vía Láctea. Cuando el rey se cansó lo lanzó con fuerza, atravesó las órbitas de todos los planetas y fue directo al planeta Neptuno, que esperaba aburrido a que le devolvieran el balón.

Neptuno botó y botó el balón saltando de alegría; al tocarlo notó que estaba calentito, y eso lo puso de muy buen humor.

Actividades de lectura a partir de este cuento infantil

Para que los niños practiquen las distintas habilidades lectoras y aprendan mejor los conocimientos ofrecidos en el cuento, os proponemos hacer las siguientes actividades de lectura. Puedes adaptar su dificultad a la edad de los niños.

1. Preguntas de comprensión lectora

En primer lugar, os proponemos algunas actividades de comprensión lectora para comprobar si tu hijo o hija ha prestado atención a la lectura. Si tenéis dudas sobre cómo responder a las preguntas, podéis volver a leer el cuento.

¿Te acuerdas de los nombres de los planetas que aparecen en el cuento?
¿Con qué juguete están divirtiéndose?
¿Alrededor de quién o qué los planetas están orbitando?
¿Cómo se sentía Neptuno al finalizar el cuento?

2. Buscar en el diccionario

Es posible que dentro del cuento haya palabras que tus hijos o hijas no entienden. La adquisición de vocabulario es progresiva; según los niños van creciendo, van aprendiendo nuevas palabras que incorporar a su discurso diario. En este sentido, la lectura es enormemente beneficiosa.

Te proponemos buscar en el diccionario junto a los niños todas aquellas palabras que no comprendan. A continuación te dejamos algunas que podrían tener una definición complicada, pero podéis aumentar la lista con todas las palabras que resulten complicadas para tus hijos.

Orbitar
Núcleo
Rotación
Equilibrio
¿Cuál es la diferencia entre botar y votar?

3. Dibujar el Sistema Solar con los niños

A través de la descripción de nuestros cuentos cortos, los niños pueden imaginar cómo es el Sistema Solar. En este cuento sobre Neptuno, se explica en qué orden están colocados los planetas: el más cercano al Sol es Mercurio, a continuación, Venus... ¿Por qué no les proponemos a los niños dibujar el Sistema Solar? También podemos hacer un collage a partir de distintos recortes de, por ejemplo, revistas sobre ciencia.

Curiosidades del planeta Neptuno para los niños

Cuando hablamos del espacio con los niños, se les encienden dos estrellas en los ojos: ¡Qué maravillosos son todos sus misterios! A continuación te contamos más curiosidades sobre Neptuno con las que tus hijos e hijas se quedarán boquiabiertos. Solo querrán saber más y más de este fabuloso planeta.

- Después de que se considerara que Plutón no era un planeta del Sistema Solar, Neptuno ganó la categoría de ser el planeta más alejado del Sol.

- Por este motivo, es el más frío.

- Entre todos los planetas gaseosos (Saturno, Júpiter, Urano y Neptuno) es el más pequeño, aunque es más denso que Urano.

- Aunque Neptuno sigue siendo un misterio para los científicos en muchos sentidos, gracias al viaje de la nave Voyager 2 podemos conocer más sobre su atmósfera, anillos, lunas...

¡Qué interesante el planeta Neptuno!

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