¡Quiquiriquí! - Cuento corto acerca de las onomatopeyas para niños

Con '¡Quiquiriquí!', un cuento corto acerca de las onomatopeyas para niños, tu hijo descubrirá junto con los simpáticos animales de la granja todos aquellos sonidos que cada uno emite: el gallo, el perro, el gato, la vaca y la oveja son los mejores maestros para enseñar los sonidos, imítenlos y diviértanse mucho leyendo este cuento corto que los pondrá a cantar y generar el 'lenguaje' de los animales. ¡Lo amarán!

Cuento corto infantil sobre las onomatopeyas - ¡Quiquiriquí!

El gallo era feliz en la granja con el pato, la oveja, la vaca, el perro y el gato. Cuando amanecía, como habían hecho todos sus antepasados, cantaba, cantaba y cantaba con mucha fuerza:

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

Seguidamente.

- Cua, cua, cua, cua, graznaba el pato.

- Beeee, beeee, beeee, beeee, balaba la oveja.

- Muuuu, muuuu muuuuu, mugía la vaca.

- Guau, guau, guau, guau, ladraba el perro.

- Miau, miau, miau, miau, maullaba el gato.

Alguien fue a quejarse porque el gallo cantaba demasiado temprano. El granjero le dijo al gallo que cantara más tarde. Y así lo hizo:

Seguidamente.

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

- Cua, cua, cua, cua, graznó el pato.

- Beeee, beeee, beeee, beeee, baló la oveja.

- Muuuu, muuuu muuuuu, mugió la vaca.

- Guau, guau, guau, guau, ladró el perro.

- Miau, miau, miau, miau, maulló el gato.

Otro día alguien fue a quejarse porque ya no escuchaba el canto del gallo al amanecer. El granjero le dijo al gallo que volviera a cantar al alba, pero que lo hiciera un poco más bajo. Y así lo hizo:

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

Seguidamente.

- Cua, cua, cua, cua, graznó el pato.

- Beeee, beeee, beeee, beeee, baló la oveja.

- Muuuu, muuuu muuuuu, mugió la vaca.

- Guau, guau, guau, guau, ladró el perro.

- Miau, miau, miau, miau, maulló el gato.

Alguien se acercó de nuevo para quejarse porque el gallo seguía cantando alto. El granjero le dijo al gallo que cantara aún más bajo. Y así lo hizo:

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

- ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

Seguidamente.

- Cua, cua, cua, cua, graznó el pato.

- Beeee, beeee, beeee, beeee, baló la oveja.

- Muuuu, muuuu muuuuu, mugió la vaca.

- Guau, guau, guau, guau, ladró el perro.

- Miau, miau, miau, miau - maulló el gato.

Alguien fue a quejarse porque el gallo cantaba. El granjero le dijo al gallo que no cantara más. Y no cantó. Más tarde alguien fue a quejarse porque no escuchaba cantar al gallo. Esta vez el granjero le dijo al gallo que cantara cuando le diera la gana. El gallo entonces decidió cantar como lo había hecho toda su vida.

Y así lo hizo. Cantó fuerte al amanecer:

- ¡Quiquiriquí ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

- ¡Quiquiriquí ¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!

Seguidamente.

- Cua, cua, cua, cua, graznó el pato.

- Beeee, beeee, beeee, beeee, baló la oveja.

- Muuuu, muuuu muuuuu, mugió la vaca.

- Guau, guau, guau, guau, ladró el perro.

- Miau, miau, miau, miau, maulló el gato.

Todos hicieron lo que les vino en gana.

Actividades de comprensión lectora sobre el cuento corto

A continuación te dejamos estas preguntas de comprensión lectora y un par de dibujos para que refuercen la lectura, les encantarán:

1. ¿Quiénes son los personajes principales del cuento?
2. ¿Por qué alguien se quejó del gallo por primera vez?
3. ¿Qué hizo el granjero después de que se quejaran del canto del gallo?
4. ¿Cómo reaccionó el granjero cuando alguien se quejó de que no escuchaba al gallo al amanecer?
5. ¿Qué decisión tomó el gallo al final del cuento?
6. ¿Qué moraleja tienes del cuento corto?

¡Seguro tu hijo se divertirá muchísimo copiando el gallo! Al final, dile que escriba su onomatopeya en la línea final, basándose en el cuento corto.

Imprime ambos dibujos y dáselos a tu hijo, en este último dile que reconozca cada animal y pide que escriba su onomatopeya al lado de cada uno. Pueden usar crayolas, pinturas acrílicas, plumones u otros materiales, ¡echen a volar la imaginación!

¿Qué son las onomatopeyas y cómo benefician en la enseñanza de los niños?

Las onomatopeyas son las palabras que imitan los sonidos naturales o ruidos, aportando riqueza sensorial al lenguaje. Estas palabras son para que los lectores u oyentes 'escuchen' o imaginen el sonido lo más real posible de los que se está describiendo. Las onomatopeyas se ocupan más en la literatura infantil, dado que los pequeños apenas están descubriendo a los animales y el mundo que les rodea.

También funcionan en los cómics, por ejemplo, se usan palabras como '¡Bang!' o '¡Crash!', las cuales dan una sensación de ruidos fuertes. Las onomatopeyas varían en función del idioma, por ejemplo, tomando justo el canto de un gallo en inglés es 'cock- a- doodle- doo', mientras que en español es 'quiquiriquí' o 'kikirikí', lo que demuestra también la riqueza del sonido en distintas lenguas.

Las onomatopeyas son tema de estudio en la fonética y la lingüística, y por lo regular estas palabras rompen con las convenciones de ortografía y gramática porque se trata de emular un sonido de la forma más precisa posible. Esto beneficia a los niños porque las onomatopeyas son una excelente herramienta de aprendizaje, ya que los pequeños se sienten atraídos naturalmente por los sonidos.

Las onomatopeyas ayudan a que ellos relacionen los sonidos con los significados de una manera mucho más sencilla. Por eso cuando en un libro infantil se describe que el pato hace 'cuac' o la vaca hace 'muuu', se establece una relación o puente cognitivo entre el sonido, la palabra escrita y la acción que representa. Esto las convierte en una expresión creativa del lenguaje capaces de evocar imágenes sensoriales al instante.

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